Tensiones en la frontera Franco-Italiana

Ante la llegada de nuevos inmigrantes sin papeles desde Italia, Francia ha decidido cerrar el paso de sus fronteras con este país. Normalmente, tras el tratado de Scheguen y a través de la libre circulación de ciudadanos dentro de la UE, los inmigrantes tienen mayor facilidad para pasar de un país a otro. Sin embargo, desde la Cumbre del G7 en Baviera, la libre circulación de personas en el territorio Scheguen ha sido suspendida y países como Francia, Austria y Alemania han iniciado un proceso de controles en sus fronteras para impedir el paso a los inmigrantes que no se encuentren en una situación regulada.

No es la primera vez que Francia cierra sus fronteras con Italia, ya lo hizo en 2011, sin embargo, estas últimas semanas 200 inmigrantes se han visto atrapados en el pueblo italiano de Ventimiglia situado a 5 kilómetros de la frontera con Francia. La mayoría de ellos son procedentes de Sudán, Eritrea, Costa de Marfil y Libia, desde donde llegan en patera, con el objetivo de alcanzar el Norte de Europa.

Ante el cierre de fronteras, la mayoría se ha alzado en protestas y reclamos, exigiendo la aplicación de los Derechos Humanos. Algunos, incluso, han iniciado una huelga de hambre, como intento de presión a las autoridades francesas. La situación en Ventimiglia es complicada, debido a la falta de infraestructuras y el rechazo de mucho a abandonar la frontera. Sin embargo, no sólo en Ventimiglia se concentran los inmigrantes que esperan llegar a Europa; en el Sur de Francia, la policía de la región francesa de Los Alpes-Marítimos, ha interceptado a unos 1.500 inmigrantes. Mientras, en Italia, unas 76.000 personas se reparten entre las distintas estaciones de tren del país, con la esperanza de poder alcanzar Europa.

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Boletín EUMIGRE. Sección: “Estados miembros informan”
Fuente: El Mundo