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Al menos 2.925 personas murieron en 2022 cuando intentaban atravesar la frontera sur de Europa

En el año 2022 murieron en la frontera sur de la Unión Europea al menos 2.925 personas, según los datos recopilados a través del proyecto Missing Migrants Project de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En el área mediterránea fallecieron o desaparecieron, intentando atravesar las fronteras europeas, al menos 2.365 personas, la mayoría de ellas ahogadas en el mar. Esta cifra constituye el más elevado número de muertos en la zona contabilizados por la OIM desde el año 2017. Entre las personas muertas y desaparecidas se detectaron, al menos, 114 niños y niñas. 

En la ruta atlántica, la que separa las costas de África Occidental con las Islas Canarias, habrían muerto o desaparecido al menos 560 personas, entre ellas 22 niños y niñas.

Como siempre hay que subrayar cuando se abordan los datos de las muertes en las peligrosas travesías hacia Europa que emprenden las personas migrantes, tenemos que hablar de datos estimados, con toda probabilidad a la baja, sobre el total de víctimas de las migraciones y el sistema de fronteras.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE

 

Si aglutinamos los datos de las dos rutas que se dirigen hacia España, la ruta occidental del Mediterráneo y la ruta atlántica hacia Canarias, tenemos la cifra de al menos 1.163 personas muertas o desaparecidas en el intento de conseguirlo.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE ESPAÑA

El Mediterráneo Central, la ruta más mortífera hacia Europa

Como decíamos, en el año 2022 murieron en el arco mediterráneo 2.365 personas, la cifra más elevada desde 2017. El año anterior, 2021, murieron 2.062 personas. El peor año, desde que la OIM comenzó con este proyecto de monitoreo de las víctimas de las migraciones, fue 2016, cuando se documentaron la muerte o desaparición de 5.136 personas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA MIGRATORIA
EN EL ÁREA DEL MEDITERRÁNEO. SECUENCIA HISTÓRICA

La ruta más mortífera, en la que se registraron mayor número de muertos y desaparecidos, fue la del Mediterráneo Central, que se dirige desde países como Libia o Túnez en dirección a Italia o Malta. Se registraron en esta ruta un total de 1.385 personas muertas o desaparecidas en 2022, entre ellas 66 niños/as.

A continuación aparece la ruta del Mediterráneo Occidental, que conduce a España desde el norte de África, desde territorio de Marruecos y Argelia, en dirección tanto a la Península Ibérica, como a las Islas Baleares o las ciudades de Ceuta y Melilla. En esta área geográfica murieron o desaparecieron en 2022 al menos 603 personas, entre las que se detectaron 16 niños/as. En estos datos también se recogen las muertes en la frontera terrestre entre Marruecos y España en Ceuta y Melilla, como los trágicos hechos que se produjeron el pasado 24 de junio, cuando varias decenas de personas (en un número que no se ha podido determinar con certeza) murieron cuando intentaban superar la valla fronteriza y eran repelidos por las fuerzas de seguridad.

En el Mediterráneo Oriental murieron o desaparecieron en 2022 un total de 376 personas. Al menos 32 fueron identificados como menores de edad. Esta ruta  conduce principalmente desde Turquía hacia las costas de Grecia, pero también en menor medida hacia Chipre y Bulgaria.

Este terrible recuento de las víctimas del sistema de fronteras en el sur del continente europeo se completa con las 560 personas que murieron o desaparecieron en la ruta atlántica, la que desde las costas de África Occidental se dirige a las Islas Canarias. Entre ellas se contabilizaron 22 niños y niñas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE POR RUTAS MIGRATORIAS
 

Siempre según los datos de la OIM, el número de personas muertas y desaparecidas se habría reducido sensiblemente en la ruta atlántica con respecto al año anterior, cuando se alcanzó la cifra de 1.126 personas muertas y desaparecidas documentadas por la OIM. Sin embargo, se mantiene en cifras muy elevadas, como demuestra la siguiente serie histórica.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022 EN LA RUTA MIGRATORIA
ATLÁNTICA ÁFRICA-ISLAS CANARIAS. SECUENCIA HISTÓRICA 

Todos estos datos han sido extraídos del proyecto Missing Migrants de la OIM, organismo dependiente de las Naciones Unidas. Desde 2014, este proyecto ha contabilizado un total de 53.213 personas migrantes muertas y desaparecidas en todo el planeta.

Caminando Fronteras recoge un número mayor de fallecidos y desaparecidos

Existen, sin embargo, más organizaciones y proyectos que están dando testimonio de la dimensión de la tragedia humanitaria que se vive en la frontera sur de Europa. Es el caso de la organización Caminando Fronteras, cuyo Observatorio de Derechos Humanos ha elaborado el informe Derecho a la Vida – Año 2022. Según sus datos, en 2022 habrían muerto intentando llegar a España al menos 2.390 personas. Un año antes, en 2021, habrían sido 4.639 las personas muertas y desaparecidas.

Caminando Fronteras monitorea las diferentes rutas de camino a España. Según el desglose que ofrecen en su informe, un total de 1.784 personas murieron en la ruta canaria; 464 fallecieron en la ruta argelina (que desde las costas argelinas se dirige hacia las Islas Baleares y la costa de Levante); 75 en el mar de Alborán (que desde el norte de Marruecos alcanza la costa situada entre Málaga y Almería) y 25 personas se dejaron la vida en el Estrecho (que cruza el Estrecho de Gibraltar para llegar a las costas de Cádiz). A ellas se unirían 42 personas que habrían muerto en rutas terrestres de acceso a España en la frontera de Ceuta y Melilla, entre las que 40 corresponden a los gravísimos hechos del 24 de junio en la frontera entre Nador y Melilla. Según el informe de Caminando Fronteras, entre las víctimas de las rutas migratorias en dirección a España habría 101 niños y niñas y 288 mujeres.

Vías legales, reales y seguras para las personas migrantes

Ante esta tragedia repetida año a año en la frontera sur de Europa, desde Accem defendemos la habilitación de vías legales, reales y seguras para las personas migrantes que sean efectivas para pararla, para evitar que miles de personas no tengan más opción para llevar a cabo su proyecto migratorio que recurrir a viajes muy peligrosos y arriesgados en los que muchas personas pierden la vida.

> Accede al comunicado de Accem con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes.

Día Mundial de las Personas Refugiadas – Las vías legales y seguras deben convertirse en una realidad

Las organizaciones que, como Accem, trabajamos en el ámbito de las migraciones, las personas refugiadas y la defensa de los derechos humanos, llevamos años alzando la voz para pedir vías legales, reales y seguras para las personas refugiadas. Este año, con motivo del 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, queremos decir que estas vías existen, no son una abstracción, pero su habilitación efectiva depende de decisiones concretas y un compromiso con las personas en necesidad de protección internacional.

Hacer efectivas las vías seguras reduciría sensiblemente el sufrimiento asociado a la dureza y la peligrosidad de las rutas migratorias, que se cobran cada año miles de muertes y desapariciones. Hacer efectivas las vías seguras es multiplicar el número y procedencias de las personas acogidas a través del reasentamiento; es habilitar la posibilidad de solicitar asilo en las sedes diplomáticas; es aplicar la directiva europea de protección temporal en casos de emergencia humanitaria; es flexibilizar los requisitos para realizar la reagrupación familiar. Desde Accem reclamamos que las vías legales y seguras sean una realidad.

Este último año todo ha estado condicionado por la pandemia de la Covid-19. La reducción drástica de la movilidad internacional para las personas y el aumento de las medidas de control de fronteras han hecho aún más difícil el acceso a la protección internacional y el asilo. Mientras los conflictos no cesan, mientras las causas que originan el fenómeno del desplazamiento forzado no se alteran, se hace cada vez más complicada la posibilidad de escapar y llegar a un lugar seguro. No es únicamente más difícil: es también más peligroso. Los obstáculos a la migración obligan a las personas refugiadas y migrantes a tomar caminos cada vez más arriesgados, en los que aumenta la posibilidad de perder la vida. La ruta migratoria atlántica hacia las Islas Canarias y la ruta del Mediterráneo Central, ambas desde las costas de África, fueron las que provocaron más personas muertas y desaparecidas en 2020.

Por otra parte, junto a la habilitación urgente de vías seguras, se hace necesario reforzar el acceso al procedimiento de asilo. Es imprescindible asegurar la posibilidad de solicitar protección internacional a las personas que llegan a las mismas puertas de Europa. Y este acceso al procedimiento debe producirse con todas las garantías de un asesoramiento jurídico personalizado con la asistencia de un servicio de traducción e interpretación. Junto al acceso al asilo, deben disponerse los medios necesarios que permitan la detección, identificación y reconocimiento de vulnerabilidades en los flujos migratorios, situaciones que deben resolverse desde un enfoque de derechos humanos.

España se compromete a acoger a 1.000 personas refugiadas en 2018 por la vía del reasentamiento

El pasado 29 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el Programa de Reasentamiento de Refugiados en España para 2018, que establece la llegada por esta vía de un total de 1.000 personas solicitantes de protección internacional.

El reasentamiento es un instrumento de protección para las personas refugiadas por el que se apuesta desde organismos multilaterales como la ONU o el ACNUR, así como por las organizaciones no gubernamentales, como es el caso de Accem. El reasentamiento es una vía segura de acceso a la protección para las personas refugiadas.

Consiste en acoger a personas que encontraron un provisional refugio en un país distinto de aquel del que tuvieron que escapar. Generalmente se trata de los países limítrofes a los países de origen de las personas refugiadas que, en los casos de crisis humanitarias de alcance, acaban desbordándose sin poder responder con garantías al reto de la protección y acogida a estas personas en busca de un lugar seguro..

En España, la “Ley reguladora del derecho de asilo y la protección subsidiaria”, del 30 de octubre de 2009, establece en su disposición adicional primera la elaboración de programas de reasentamiento de refugiados, así como la concreción del número de personas que cada año podrán ser reasentadas en España al amparo de dichos programas.

Según informa la agencia Europa Press, cada año desde 2011 el Gobierno formaliza esta obligación jurídica en la aprobación de un Programa Anual de Reasentamiento que los Ministerios del Interior y de Empleo y Seguridad Social elevan para su aprobación al Consejo de Ministros.

A raíz de la llamada ‘crisis de los refugiados’ en Europa y de las obligaciones asumidas por la Unión Europea y sus estados miembros aumentó sensiblemente el cupo español para el reasentamiento de personas refugiadas.

Entre el 21 de junio de 2016 y el 5 de diciembre de 2017, España acogió a 1.360 personas a través de esta vía de protección y acogida que es el reasentamiento. Procedían de los campos de refugiados situados en Líbano y Turquía, levantados para acoger a las personas que huían masivamente de la guerra civil siria.  De este total, Accem asumió la acogida de 188 personas que ya se esfuerzan día a día por salir adelante y llevar una nueva vida en este país.

> Para saber más sobre nuestro trabajo con personas refugiadas, pincha aquí.

> Para más información sobre la aprobación del nuevo programa de reasentamiento, visita la noticia de Europa Press.

 

18-D – La falta de vías seguras provoca la muerte de más de 3.000 personas en el Mediterráneo en 2017

Más de 5.000 personas han muerto en 2017 en todo el mundo cuando trataban de emigrar en busca de una vida mejor. De ellas, más de 3.000 personas se han dejado la vida en el mar Mediterráneo, intentando alcanzar territorio europeo y son al menos 206 personas las que han muerto frente a las costas españolas. Esta es la cara más cruda, más dramática de las migraciones, la que revela que vivimos en un mundo lleno de muros, fronteras, barreras para las personas que legítimamente deciden cambiar su lugar de residencia para conseguir mejores condiciones de vida para ellas y sus familias.

Desde Accem, en el Día Internacional de las Personas Migrantes, queremos decir una vez más que es la ausencia de vías seguras y legales lo que obliga a tantas personas a emprender su viaje en condiciones en las que muchas veces se juegan la vida. Es el motivo que lleva a decenas de miles de personas a ponerse en manos de traficantes desaprensivos que encuentran un espacio de negocio y abuso en su urgencia y desesperación.

Las fronteras se han convertido en territorio en el que los derechos humanos no están garantizados. La lista de la vergüenza es demasiado amplia: naufragios y desaparecidos en pequeños trayectos que no deberían entrañar ningún peligro; cadáveres de seres humanos llegando a las orillas de las playas de todo el Mediterráneo; lanchas neumáticas atestadas de personas y barcas de juguete frente a la inmensidad del mar; menores practicando el ‘risky’ en los puertos de Ceuta y Melilla para intentar entrar como polizones en los barcos que parten hacia la Península; violencia sexual contra las mujeres y trata de seres humanos durante todo el viaje migratorio; vallas y concertinas, cada vez más altas, cada vez más lesivas; personas encajadas en habitáculos imposibles en el interior de vehículos que intentan sortear las fronteras; motos acuáticas cuyos pilotos no dudan en abandonar a sus pasajeros, personas migrantes, en mitad del mar si se ven en riesgo de ser atrapados por las patrulleras fronterizas, etc. No termina nunca esta lista.

Hoy es 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes y nos gustaría poder hablar más de los retos de la integración social, de la riqueza que ofrece a nuestra sociedad su magnífica diversidad; de la importancia de la aportación de nuestros nuevos vecinos y vecinas, que se instalan en nuestros pueblos y ciudades con la mochila llena de ilusión, esperanzas y ganas de construir una vida mejor.

La realidad que vivimos, sin embargo, nos obliga a denunciar que un año más seguimos igual, con las fronteras cerradas y las personas sin alternativas, jugándose la vida en rutas cada vez más peligrosas. Seguimos con la política de deportaciones forzosas, con la privación de libertad para quienes solo han cometido la falta administrativa de encontrarse en situación irregular; seguimos con las llamadas ‘devoluciones en caliente’, que han sido desacreditadas por instancias internacionales como el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos o el Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas; con la firma de acuerdos en materia migratoria con países que no garantizan el respeto de los derechos humanos, como Libia y Turquía; seguimos destinando fondos de cooperación a proyectos de control fronterizo; seguimos con la política de criminalización y persecución a las personas y organizaciones que intentan ayudar a la gente que se juega la vida en el mar.

Desde Accem volvemos a expresar la necesidad de que se protejan y se garanticen los derechos humanos en las fronteras, donde las vulneraciones de los derechos fundamentales, como hemos visto, son constantes. Volvemos a defender el establecimiento de vías legales y seguras y volvemos a decir que las personas tenemos derecho a emigrar, a buscar una vida mejor y a elegir donde queremos desarrollar nuestra vida.

#VíasSegurasYa  #MigrantesSomosTodxs #DíaInternacionalDelMigrante

 

> Descarga aquí en PDF el comunicado de Accem.