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Permanece estable el número de llegadas a España por vías irregulares respecto al año pasado

Entre el 1 de enero y el 31 de juIio de este 2023, el Ministerio del Interior del Gobierno de España ha contabilizado la llegada al país por vías irregulares marítimas y terrestres de un total de 16.174 personas, que suponen un 3,3 % menos que en el mismo período del año anterior. Es decir, aunque a la baja, el número de llegadas permanece estable con respecto al año pasado, cuando en el conjunto del año se produjo un sensible descenso del 26 % en relación a 2021.

Número de personas migrantes llegadas a España por vías irregulares. Comparativa Enero-Julio 2022-2023

 

Sobre ese total de llegadas por vías irregulares e inseguras, más del 96 % se produjeron por vías marítimas, tanto a la Península y Baleares, como a las Islas Canarias. El 4 % restante de estos datos se refiere a las llegadas irregulares por vía terrestre a través de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En total, por vías marítimas llegaron a España un total de 15.603 personas, de las que 6.962, que equivalen al 45 %, llegaron a la Península y Baleares, y 8.508, el 55 %, lo hicieron al archipiélago canario. El número de personas que alcanzaron a nado o por otros medios acuáticos las ciudades de Ceuta y Melilla es testimonial.

Llegadas por vías irregulares de personas migrantes a España. Enero-Julio 2023

 

En términos relativos, lo más destacable es un aumento del 32 % en el número de personas que llegaron por vía marítima a la Península y Baleares, con respecto al año anterior, y, en sentido inverso, un descenso del 11 % de los migrantes llegados por vía marítima a Canarias.

En cuanto a las llegadas irregulares por vía terrestre registradas en Ceuta y Melilla, y partiendo de la base de que se trata de números muy inferiores, se produjo en este período de tiempo un descenso del 67 % con respecto a 2022, especialmente acusado en el caso de Melilla (95 % menos).

Desde Accem entendemos que estos datos revelan, sobre todo, cómo más de 16.000 personas se vieron en la necesidad imperiosa de acudir a rutas inseguras y, casi siempre, muy arriesgadas para intentar acceder a territorio español y europeo. Esto se produce ante una situación de desesperación que empuja a la migración y ante la falta de vías legales y seguras para poder migrar. Valorar y proteger la vida es establecer estas vías y hacerlas reales y accesibles.

Recordamos, tal y como contábamos aquí, que en los seis primeros meses del año, y según los datos de la Organización Española para las Migraciones (OIM), al menos 225 personas han muerto en el mar cuando intentaban alcanzar territorio español. De ellas, 126 habrían muerto en la ruta atlántica hacia las Islas Canarias y 99 personas habrían muerto o desaparecido en la ruta mediterránea hacia la Península y Baleares. La ONG Caminando Fronteras eleva para el mismo período considerablemente las cifras de muertos y desaparecidos, registrando un total de 951 personas muertas y desaparecidas. De ellas 778, habrían perecido en la ruta canaria.

> Accede aquí al último informe del Ministerio del Interior, del que se extraen los datos de este artículo.

 

 

Las medidas excepcionales de control migratorio aprobadas en la UE impiden el acceso al asilo y la protección

En Accem volvemos a tomar la palabra para expresar nuestra preocupación por la deriva que se sigue intensificando en el seno de la Unión Europea en materia de políticas migratorias, con enfoques que priorizan las medidas dirigidas al control migratorio sobre el respeto a los derechos humanos y la salvaguarda de la protección de las personas en situación vulnerable. En este caso ha sido el Parlamento de Lituania quien ha aprobado la nueva Ley de Fronteras, que podría poner en peligro el respeto al derecho de asilo al abrir la puerta a las ‘devoluciones en caliente’ de personas refugiadas y migrantes, a través de la aplicación del estado de excepción. Recordemos en este punto que el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que la figura del estado de excepción no exime a los miembros de la Unión de su obligación de garantizar el acceso al procedimiento de asilo, algo que va en dirección contraria a lo que han establecido las autoridades lituanas. Nos preocupan igualmente las restricciones que se establecen en la nueva ley tanto a ONG como a medios de comunicación para el acceso a zonas de frontera.

Desde Accem volvemos a recordar que estas prácticas, se hagan en el país que se hagan, no son garantistas con el respeto al derecho de asilo, al no garantizar un análisis individual que explore la posible necesidad de acceso a procedimientos de protección internacional, que detecte de forma adecuada la existencia de situaciones de especial vulnerabilidad (menores de edad, víctimas de trata, víctimas de tortura, persecución por orientación sexual, etc.) y que permita el acceso tanto a atención sanitaria como a servicios de traducción e intérprete. Si hace pocas semanas expresábamos nuestra preocupación por la adopción del estado de emergencia en Italia ante la situación migratoria, hoy lo hacemos ante la nueva ley en Lituania, desde el convencimiento de que el enfoque común de asilo y migración en la UE debe estar basado en la garantía del respeto a los derechos humanos de las personas.

Esta preocupación se relaciona directamente con hechos como los que vemos en Sudán, país africano que en estos días vive combates entre el Ejército y otros actores armados del país. Desgraciadamente, los nuevos combates suponen un episodio más en una larga sucesión de años de inestabilidad y violencia en este país africano. Cualquier situación de guerra o conflicto armado genera sufrimiento humano y el desplazamiento forzado de muchos de sus nacionales, a otras regiones del país u otros países del entorno. ACNUR estima en que los nuevos enfrentamientos pueden provocar la huida de al menos 145.000 personas. Estas personas, cuando traspasen las fronteras de su país, serán llamadas refugiadas y, aunque en su mayoría permanecerán en los países limítrofes al escenario del conflicto, esperando un posible regreso, en algunos casos emprenderán un difícil éxodo en busca de un país seguro y estable.

Sin embargo, ante la falta de vías legales y seguras para ellas, atravesarán rutas muy largas y con numerosos obstáculos y peligros, para poder, finalmente, intentar alcanzar su objetivo: la llegada a países más prósperos, seguros y estables, como, por ejemplo, los estados miembros de la UE. Pero en ese momento se encontrarán con medidas como las que hablamos hoy de Italia o Lituania, que no garantizan el acceso a los procedimientos de asilo y en las que no está garantizado en la práctica el respeto a los derechos humanos.

Desde Accem seguimos haciendo hincapié en la necesidad de vías legales y seguras que garanticen la protección de las personas que se ven obligadas a huir de sus países, así como en la necesaria respuesta conjunta y solidaria que la Unión Europea debe dar a estas personas ante estas situaciones.

Frontera Sur: preocupación ante el estado de emergencia en Italia

A raíz de la declaración del estado de emergencia en Italia, desde Accem mostramos nuestra preocupación ante la deriva de las intervenciones en políticas migratorias que se están produciendo. Nos preocupa la criminalización de personas, el uso del lenguaje defensivo para tratar el tema y la creación de una alarma social que puede devenir en el recorte de acceso a derechos de las personas migrantes y refugiadas. Queremos subrayar la obligación ética y el compromiso con los derechos humanos que supone atender a personas que llegan a nuestras fronteras y países. Especialmente de las que llegan a través del mar, permitiendo a las embarcaciones su llegada a puertos seguros. 

Por desgracia, hemos visto episodios en los que Italia o Malta han rechazado el atraque de este tipo de buques y por lo tanto la ayuda al salvamento, lo que consideramos inadmisible. Ante esto, incidimos en la necesidad de garantizar la asistencia humanitaria a las personas que acceden a territorio europeo a través de cualquier punto del continente, así como el acceso al derecho a solicitar asilo de todas las personas que llegan a Europa, para lo que es imprescindible un trato individualizado que comprenda, entre otras cosas, asistencia sanitaria y asesoramiento letrado.

El tratamiento de la cuestión migratoria a través de iniciativas como la puesta en marcha del estado de emergencia en Italia, con la expresa voluntad de acelerar las repatriaciones, pone en peligro estos derechos. Recordamos el principio de no devolución que impone la Convención de Ginebra del Estatuto del Refugiado, firmada por todos los socios de la UE de garantizar que no se devuelve a personas a países donde su vida corra peligro. Tememos que la aceleración de las repatriaciones anunciada por el Gobierno italiano lleve consigo una erosión del principio de no devolución. Recordamos, además, que para llevar a cabo las repatriaciones deben existir tratados vigentes con los países de origen o de tránsito, para garantizar un contexto de seguridad de las personas repatriadas. Asimismo, recordamos la importancia de proteger a las personas con mayores vulnerabilidades, como los menores de edad, las víctimas de trata o personas LGTBI que huyan de zonas donde se las persigue. La falta de un tratamiento individualizado y un análisis profundo de los casos puede suponer vulneraciones para estas personas.

Desde Accem recordamos cómo la reacción a la crisis humanitaria provocada por la guerra de Ucrania ha demostrado que la Unión Europea es capaz de dar una respuesta conjunta y solidaria para las personas que huyen de conflictos y situaciones de inestabilidad política en sus países. Desde febrero de 2022, se ha dado atención, acogida y respuesta a un flujo de entre 4 y 5 millones de personas ucranianas, lo que demuestra que cuando existe voluntad política, se puede dar una respuesta adecuada a la llegada de personas. Pedimos,  por tanto, a las autoridades europeas, que se habiliten vías legales y seguras para hacer frente al fenómeno migratorio cumpliendo con los derechos humanos y que se actúe de forma inmediata y real para no solo promover politicas que generen un tratamiento de las cuestiones vinculadas a la inmigración y el asilo desde ese punto de vista sino para impedir lo que se encamine hacia acciones contrarias y generen polarización social y discriminación.

Al menos 2.925 personas murieron en 2022 cuando intentaban atravesar la frontera sur de Europa

En el año 2022 murieron en la frontera sur de la Unión Europea al menos 2.925 personas, según los datos recopilados a través del proyecto Missing Migrants Project de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En el área mediterránea fallecieron o desaparecieron, intentando atravesar las fronteras europeas, al menos 2.365 personas, la mayoría de ellas ahogadas en el mar. Esta cifra constituye el más elevado número de muertos en la zona contabilizados por la OIM desde el año 2017. Entre las personas muertas y desaparecidas se detectaron, al menos, 114 niños y niñas. 

En la ruta atlántica, la que separa las costas de África Occidental con las Islas Canarias, habrían muerto o desaparecido al menos 560 personas, entre ellas 22 niños y niñas.

Como siempre hay que subrayar cuando se abordan los datos de las muertes en las peligrosas travesías hacia Europa que emprenden las personas migrantes, tenemos que hablar de datos estimados, con toda probabilidad a la baja, sobre el total de víctimas de las migraciones y el sistema de fronteras.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE

 

Si aglutinamos los datos de las dos rutas que se dirigen hacia España, la ruta occidental del Mediterráneo y la ruta atlántica hacia Canarias, tenemos la cifra de al menos 1.163 personas muertas o desaparecidas en el intento de conseguirlo.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE ESPAÑA

El Mediterráneo Central, la ruta más mortífera hacia Europa

Como decíamos, en el año 2022 murieron en el arco mediterráneo 2.365 personas, la cifra más elevada desde 2017. El año anterior, 2021, murieron 2.062 personas. El peor año, desde que la OIM comenzó con este proyecto de monitoreo de las víctimas de las migraciones, fue 2016, cuando se documentaron la muerte o desaparición de 5.136 personas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA MIGRATORIA
EN EL ÁREA DEL MEDITERRÁNEO. SECUENCIA HISTÓRICA

La ruta más mortífera, en la que se registraron mayor número de muertos y desaparecidos, fue la del Mediterráneo Central, que se dirige desde países como Libia o Túnez en dirección a Italia o Malta. Se registraron en esta ruta un total de 1.385 personas muertas o desaparecidas en 2022, entre ellas 66 niños/as.

A continuación aparece la ruta del Mediterráneo Occidental, que conduce a España desde el norte de África, desde territorio de Marruecos y Argelia, en dirección tanto a la Península Ibérica, como a las Islas Baleares o las ciudades de Ceuta y Melilla. En esta área geográfica murieron o desaparecieron en 2022 al menos 603 personas, entre las que se detectaron 16 niños/as. En estos datos también se recogen las muertes en la frontera terrestre entre Marruecos y España en Ceuta y Melilla, como los trágicos hechos que se produjeron el pasado 24 de junio, cuando varias decenas de personas (en un número que no se ha podido determinar con certeza) murieron cuando intentaban superar la valla fronteriza y eran repelidos por las fuerzas de seguridad.

En el Mediterráneo Oriental murieron o desaparecieron en 2022 un total de 376 personas. Al menos 32 fueron identificados como menores de edad. Esta ruta  conduce principalmente desde Turquía hacia las costas de Grecia, pero también en menor medida hacia Chipre y Bulgaria.

Este terrible recuento de las víctimas del sistema de fronteras en el sur del continente europeo se completa con las 560 personas que murieron o desaparecieron en la ruta atlántica, la que desde las costas de África Occidental se dirige a las Islas Canarias. Entre ellas se contabilizaron 22 niños y niñas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE POR RUTAS MIGRATORIAS
 

Siempre según los datos de la OIM, el número de personas muertas y desaparecidas se habría reducido sensiblemente en la ruta atlántica con respecto al año anterior, cuando se alcanzó la cifra de 1.126 personas muertas y desaparecidas documentadas por la OIM. Sin embargo, se mantiene en cifras muy elevadas, como demuestra la siguiente serie histórica.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022 EN LA RUTA MIGRATORIA
ATLÁNTICA ÁFRICA-ISLAS CANARIAS. SECUENCIA HISTÓRICA 

Todos estos datos han sido extraídos del proyecto Missing Migrants de la OIM, organismo dependiente de las Naciones Unidas. Desde 2014, este proyecto ha contabilizado un total de 53.213 personas migrantes muertas y desaparecidas en todo el planeta.

Caminando Fronteras recoge un número mayor de fallecidos y desaparecidos

Existen, sin embargo, más organizaciones y proyectos que están dando testimonio de la dimensión de la tragedia humanitaria que se vive en la frontera sur de Europa. Es el caso de la organización Caminando Fronteras, cuyo Observatorio de Derechos Humanos ha elaborado el informe Derecho a la Vida – Año 2022. Según sus datos, en 2022 habrían muerto intentando llegar a España al menos 2.390 personas. Un año antes, en 2021, habrían sido 4.639 las personas muertas y desaparecidas.

Caminando Fronteras monitorea las diferentes rutas de camino a España. Según el desglose que ofrecen en su informe, un total de 1.784 personas murieron en la ruta canaria; 464 fallecieron en la ruta argelina (que desde las costas argelinas se dirige hacia las Islas Baleares y la costa de Levante); 75 en el mar de Alborán (que desde el norte de Marruecos alcanza la costa situada entre Málaga y Almería) y 25 personas se dejaron la vida en el Estrecho (que cruza el Estrecho de Gibraltar para llegar a las costas de Cádiz). A ellas se unirían 42 personas que habrían muerto en rutas terrestres de acceso a España en la frontera de Ceuta y Melilla, entre las que 40 corresponden a los gravísimos hechos del 24 de junio en la frontera entre Nador y Melilla. Según el informe de Caminando Fronteras, entre las víctimas de las rutas migratorias en dirección a España habría 101 niños y niñas y 288 mujeres.

Vías legales, reales y seguras para las personas migrantes

Ante esta tragedia repetida año a año en la frontera sur de Europa, desde Accem defendemos la habilitación de vías legales, reales y seguras para las personas migrantes que sean efectivas para pararla, para evitar que miles de personas no tengan más opción para llevar a cabo su proyecto migratorio que recurrir a viajes muy peligrosos y arriesgados en los que muchas personas pierden la vida.

> Accede al comunicado de Accem con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes.

Homenaje en el puerto de Cartagena a las personas migrantes que han muerto en el Mediterráneo

Este domingo 5 de febrero hemos celebrado un año más, en el puerto de Cartagena, un emotivo acto de homenaje a todas las personas migrantes que han muerto durante el viaje en condiciones precarias y muy peligrosas a través del Mediterráneo.

Más de una decena de organizaciones de la ciudad, entre ellas Accem, así como el propio Ayuntamiento de Cartagena, nos hemos unido con motivo del Día Europeo de las Víctimas de las Fronteras, que se conmemora el 6 de febrero. Se han celebrado unas jornadas, bajo el lema “Aquí solo queremos seres humanos”, que han culminado en este acto de homenaje en el puerto.

Todos/as los/as asistentes compartían un mismo fin: honrar y dignificar la memoria de las personas migrantes cuyas vidas quedaron en el mar durante el año pasado. Personas migrantes de diez nacionalidades distintas salieron en representación de los/as fallecidos/as y desaparecidos/as, para hacer oír los nombres de algunos/as de los/as que no lo consiguieron.

El acto terminó con la reivindicación, que compartimos desde Accem, de la necesidad urgente de hacer efectivas vías legales, reales y seguras para las personas migrantes.

Melilla-24J: Es necesario seguir investigando por justicia y para que no vuelva a pasar

Desde Accem pedimos que se investigue hasta esclarecer de forma transparente los hechos que sucedieron el pasado 24 de junio en la valla de Melilla, en la frontera de España y la Unión Europea con Marruecos, cuando entre 23 y 37 personas, según distintas fuentes, murieron cuando intentaban superar la frontera.

Es necesario investigar por la memoria de las personas fallecidas y de sus familias, por su derecho a la justicia, así como para depurar responsabilidades y tomar las decisiones y poner los medios necesarios para que no se vuelvan a repetir hechos tan trágicos.

Más allá del punto exacto de la frontera en el que se produjeron las muertes, lo esencial es que la frontera española y europea debe ser un territorio seguro en el que esté garantizada la protección de los derechos humanos. El derecho a la vida, a la integridad y a la dignidad deben estar por encima de cualquier otro interés, prioridad o circunstancia.

Todas estas muertes y los centenares de heridos, que nunca deberían haberse producido, son consecuencia de la falta de vías legales, reales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. El acceso al asilo y a la protección internacional deben estar también garantizados para las personas que intentan llegar a Europa a través de su frontera sur.

Por una solución humanitaria urgente para las 985 personas a la espera de puerto seguro en el Mediterráneo Central

Desde Accem reclamamos hoy una solución humanitaria urgente para las 985 personas migrantes que esperan actualmente en el Mediterráneo Central a bordo de tres barcos de diferentes ONG el permiso de las autoridades de Italia y Malta para poder atracar. Tomamos la palabra para pedir que se permita desembarcar en los puertos seguros más cercanos a estas personas que tras embarcarse en la peligrosa travesía del Mediterráneo Central desde las costas del norte de África fueron salvadas por unas organizaciones humanitarias presentes en el mar ante la inacción de los gobiernos de los Estados y la Unión Europea.

Pedimos una acción coordinada desde la UE encaminada al rescate y salvamento de las personas que intentan cruzar el Mediterráneo, el Egeo o el Atlántico de forma desesperada para tratar de alcanzar territorio europeo. Una acción coordinada y eficaz que salve vidas y que ponga en primer lugar el respeto y salvaguarda de los derechos humanos. Y mientras se pone en marcha esta necesaria acción común, exigimos que se facilite su labor a las organizaciones humanitarias, disponiendo los medios adecuados para que puedan llevar a cabo su misión de rescate y facilitando su llegada y acogida en los puertos europeos más cercanos al rescate.

Pedimos asimismo al Gobierno de España que se implique activamente en la resolución de esta situación, desde las posibilidades de interlocución y recursos a su alcance. Finalmente, reclamamos una vez más la habilitación de vías reales, legales y seguras para alcanzar Europa para las personas refugiadas y migrantes que hagan posible que no tengan que buscar formas tan desesperadas y peligrosas de intentarlo.

En estos momentos, 572 personas esperan en el mar, a bordo del barco Geo Barents de Médicos Sin Fronteras. Otras 234 personas aguardan en el barco Ocean Viking, de la ONG SOS Mediterranée en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Finalmente, 179 personas, entre ellas más de 100 menores, esperan en el barco Humanity One, de la ONG SOS Humanity, el permiso para atracar en puerto. Las tres embarcaciones han solicitado permiso a las autoridades de Italia y Malta, los dos países más cercanos, sin haber recibido hasta el momento respuesta positiva.

Según los últimos datos hechos públicos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde enero de 2021 han muerto intentando llegar a Europa al menos 5.684 personas, aunque probablemente serán muchos más, por todos los naufragios y desaparecidos que nunca son registrados. Entre los fallecidos contabilizados, 2.836 personas murieron en la ruta del Mediterráneo Central que, desde las costas de Libia o Túnez, se dirige hacia Malta o Italia.

 

La mayor tragedia en el Canal de la Mancha vuelve a reflejar de forma cruel un sistema de fronteras que pisotea los derechos humanos

En las últimas horas se ha producido en el Canal de la Mancha la mayor tragedia migratoria de la que se tiene noticia hasta la fecha en esta frontera que separa en aguas atlánticas a Francia y el Reino Unido. Al menos 27 personas han fallecido en el naufragio de su embarcación cerca de la ciudad francesa de Calais, cuando intentaban alcanzar las costas británicas.

En aguas atlánticas, pero en la frontera sur europea que separa Marruecos de las Islas Canarias, al menos 14 personas habrían muerto en los últimos días mientras se dirigían hacia territorio europeo, según han denunciado desde las ONG Alarm Phone y Caminando Fronteras. La embarcación llevaba tres semanas a la deriva.

En otro territorio fronterizo, en este caso en la frontera entre Bielorrusia por una parte y Polonia, Lituania y Letonia por otro, más de una decena de personas han fallecido en lo que va de año en su tránsito migratorio.

Estos hechos están conectados por una misma realidad: la existencia de un sistema de fronteras que pisotea los derechos humanos, que pasa por encima de las personas y que no toma como prioridad la salvaguarda de la vida de las personas refugiadas y migrantes. Intereses económicos y tensiones y conflictos de carácter geopolítico sustentan un sistema de fronteras que no respeta la vida y en el que se llega a instrumentalizar a las personas migrantes como arma arrojadiza, depreciando sus derechos, su dignidad, su sufrimiento y su vida.

Desde Accem insistimos una vez más en la necesidad de habilitar y facilitar vías reales, legales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. Al tiempo, reclamamos un compromiso internacional firme, que comience por la Unión Europea y todos sus miembros, incluida España, para garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas que transitan las fronteras, así como el ejercicio de sus derechos en virtud de los acuerdos internacionales vigentes.

Casi 2.000 muertes documentadas de personas migrantes en la frontera sur de Europa en 2021

En lo que llevamos de 2021 han fallecido intentando llegar a Europa a través de su frontera sur un total de 1.937 personas, una desgraciada cifra que se acerca a las 2.271 personas cuya muerte se documentó en todo 2020 por el proyecto Missing Migrants de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Como siempre hay que hacer constar cuando se trata de las víctimas de la migración en las fronteras marítimas, estas cifras son realmente solo una estimación referida a los accidentes que se han podido confirmar o sobre los que existe mayor información. El número de víctimas será seguramente superior. Del mismo modo, estas cifras no son definitivas, pues registrarán en semanas y meses sucesivos algún reajuste en función de la información recabada.

Desde Accem continuamos y continuaremos reclamando la necesidad de que se establezcan y se hagan efectivas vías reales, legales y seguras para las migraciones, al tiempo que se trabaja en la raíz del problema, en los factores que obligan a las personas a verse en la necesidad de tomar la decisión de migrar en condiciones inseguras, poniendo en riesgo la propia vida y la integridad personal.

Las diferentes rutas del Mediterráneo y la ‘ruta canaria’ en el Atlántico

En el mar Mediterráneo han muerto o desaparecido hasta la fecha un total de 1.369 personas mientras intentaban alcanzar territorio europeo a fecha 20 de septiembre de 2021, según Missing Migrants. En 2020, el número total de personas fallecidas en el Mediterráneo que se pudo registrar fue de 1.422 personas, por lo que todo parece indicar que, desgraciadamente, se superarán estos datos. 

La ruta más mortífera continúa siendo la del Mediterráneo Central, que une las costas africanas de Libia o Túnez con Italia y Malta, en la que se han dejado la vida en lo que va de año 1.114 personas. En la ruta occidental, que se dirige a las costas españolas desde Argelia y Marruecos, las víctimas han sido 238 personas; finalmente, en la ruta oriental, que se dirige a Grecia o Chipre, han muerto 17 personas en 2021. 

Por otra parte, en la ruta migratoria que une África Occidental con Europa a través de las Islas Canarias han fallecido hasta la fecha un total de 568 personas. En todo 2020 murieron en la misma ruta 849 personas.

Las muertes en la frontera sur de Europa no son una catástrofe natural, no son sucesos inevitables. Son muertes que se pueden prevenir y evitar. El sufrimiento acumulado es insoportable y es obligación de todos los actores sociales y políticos, en el ámbito estatal y europeo, trabajar para habilitar las medidas efectivas que terminen con esta tragedia desgraciadamente cotidiana.

Día Mundial de las Personas Refugiadas – Las vías legales y seguras deben convertirse en una realidad

Las organizaciones que, como Accem, trabajamos en el ámbito de las migraciones, las personas refugiadas y la defensa de los derechos humanos, llevamos años alzando la voz para pedir vías legales, reales y seguras para las personas refugiadas. Este año, con motivo del 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, queremos decir que estas vías existen, no son una abstracción, pero su habilitación efectiva depende de decisiones concretas y un compromiso con las personas en necesidad de protección internacional.

Hacer efectivas las vías seguras reduciría sensiblemente el sufrimiento asociado a la dureza y la peligrosidad de las rutas migratorias, que se cobran cada año miles de muertes y desapariciones. Hacer efectivas las vías seguras es multiplicar el número y procedencias de las personas acogidas a través del reasentamiento; es habilitar la posibilidad de solicitar asilo en las sedes diplomáticas; es aplicar la directiva europea de protección temporal en casos de emergencia humanitaria; es flexibilizar los requisitos para realizar la reagrupación familiar. Desde Accem reclamamos que las vías legales y seguras sean una realidad.

Este último año todo ha estado condicionado por la pandemia de la Covid-19. La reducción drástica de la movilidad internacional para las personas y el aumento de las medidas de control de fronteras han hecho aún más difícil el acceso a la protección internacional y el asilo. Mientras los conflictos no cesan, mientras las causas que originan el fenómeno del desplazamiento forzado no se alteran, se hace cada vez más complicada la posibilidad de escapar y llegar a un lugar seguro. No es únicamente más difícil: es también más peligroso. Los obstáculos a la migración obligan a las personas refugiadas y migrantes a tomar caminos cada vez más arriesgados, en los que aumenta la posibilidad de perder la vida. La ruta migratoria atlántica hacia las Islas Canarias y la ruta del Mediterráneo Central, ambas desde las costas de África, fueron las que provocaron más personas muertas y desaparecidas en 2020.

Por otra parte, junto a la habilitación urgente de vías seguras, se hace necesario reforzar el acceso al procedimiento de asilo. Es imprescindible asegurar la posibilidad de solicitar protección internacional a las personas que llegan a las mismas puertas de Europa. Y este acceso al procedimiento debe producirse con todas las garantías de un asesoramiento jurídico personalizado con la asistencia de un servicio de traducción e interpretación. Junto al acceso al asilo, deben disponerse los medios necesarios que permitan la detección, identificación y reconocimiento de vulnerabilidades en los flujos migratorios, situaciones que deben resolverse desde un enfoque de derechos humanos.