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Una jornada de aprendizaje excepcional con el cocinero Ferran Adrià en Córdoba

Recibir formación y consejos del mismísimo Ferran Adrià. Es lo que han podido disfrutar un grupo de personas, solicitantes de protección internacional, a las que atendemos en Córdoba a través de nuestro programa de empleo Accem Ariadna.

Gracias a la relación con Fundación Red XXI, una entidad sin ánimo de lucro de ámbito andaluz que trabaja el desarrollo personal, educativo y sociolaboral de menores, jóvenes y mayores en riesgo de exclusión social, las personas que participan en nuestro programa de empleo para personas refugiadas están participando en el curso “Inicio a la restauración”, impartido por hosteleros/as de HOSTECOR en el restaurante La Casa de Manolete Bistró. Se trata de una formación especializada que se dirige a personas en riesgo de exclusión, financiada por el Ayuntamiento de Córdoba y dirigida a emplear a personas de colectivos en situación vulnerable en uno de los sectores más importantes de la ciudad. Esta formación dio comienzo el pasado 5 de febrero y se extenderá hasta el 16 de mayo, con un total de 220 horas de formación teórico-prácticas.

En este curso se cuenta con la colaboración de diferentes profesionales. Recientemente, los/as alumnos/as tuvieron la oportunidad de recibir la visita el reputado chef Ferran Adriá, que compartió con ellos/as una jornada de aprendizaje excepcional en la que se abordaron numerosos aspectos relacionados con el sector. Además, se aprovechó la presencia del cocinero catalán, creador del desaparecido restaurante El Bulli y con tres estrellas Michelín en su delantal, para inaugurar la cocina comunitaria La Foggara, que nace con la vocación de convertirse en un recurso social para el vecindario y alimentar diariamente a 30 familias en situación vulnerable. La Foggara será gestionada por la Fundación Don Bosco y los alimentos serán financiados por Caixabank, de quien Ferran Adriá es embajador, durante el primer año.

Accem Ariadna, una experiencia de éxito en la inserción laboral en Andalucía

Accem Ariadna es el nombre de la actuación en el ámbito del empleo que se desarrolla dentro del programa integral de Protección Internacional de Accem. Esta línea de actuación se orienta a la integración sociolaboral de las personas refugiadas. En Andalucía, se desarrolla por Accem en seis de las ocho provincias de la comunidad autónoma, atendiendo el año pasado a un total de 592 personas (304 hombres y 288 mujeres). Siendo Andalucía una comunidad en la que la tasa de paro supera el 17 % (dato del cuarto trimestre de 2023, según la Encuesta de Población Activa), el acompañamiento individualizado a personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional se hace esencial.

A través del programa se diseñan y desarrollan itinerarios integrales e individualizados de inserción laboral, que fomentan el desarrollo de sus competencias técnicas y transversales para de esta forma mejorar la empleabilidad y facilitar el acceso al mercado laboral. Este trabajo ha dado como fruto la inserción laboral de un 25,5 % (151 personas) de las personas que han participado en el programa en 2023. Son datos realmente motivadores teniendo en cuenta la realidad del territorio en relación a la alta tasa de desempleo y a la situación administrativa del colectivo.

El éxito de Accem Ariadna en Andalucía parte del trabajo en red con empresas, organismos públicos y entidades públicas y privadas, un eslabón imprescindible que une el tejido empresarial y al resto de agentes socioeconómicos del territorio, con las personas participantes en el programa, generando verdaderas sinergias de apoyo y confianza que mejoran sustancialmente la posibilidad de inserción presente y futura de las personas. Esta relación tan estrecha con empresas y centros de formación del territorio facilita la elección de formaciones ocupacionales que se ajustan al desarrollo de las competencias técnicas que solicitan los departamentos de recursos humanos para cubrir puestos vacantes presentes y futuros. De esta forma en Andalucía se realizaron el pasado año 254 formaciones en diversos sectores profesionales, siendo un factor clave en el fomento de la empleabilidad y la contratación de las personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional.

Todo este trabajo se hace de manera personalizada, atendiendo tanto a las necesidades, particularidades y circunstancias de cada una de las participantes, como de las empresas a las que asesoramos, antes, durante y después de la acción de inserción laboral.

El aumento de llegadas a Canarias marca 2023: Accem atendió a más de 77.000 personas, superando la cifra de 2022

Si el año 2022 estuvo marcado por la llegada y acogida de ciudadanos/as de origen ucraniano, el pasado 2023 destacó en materia migratoria por el aumento de las llegadas por vía marítima a Canarias, que han dejado las cifras más elevadas en España, superando las de 2006. A raíz de ello, Accem atendió a 77.184 usuarios/as el pasado año, 2.641 más que en 2022, cuando se registraron las que hasta ahora eran cifras más altas de la historia de la entidad, con un total de 74.543 personas a las que se dio apoyo.

Esta circunstancia también se refleja en las principales nacionalidades que la entidad atendió a lo largo del pasado año, siendo la mayoritaria la senegalesa, con 13.483 usuarios/as, seguida de la marroquí, con 9.777, la ucraniana, con 9.498, la colombiana, con 8.273, y la venezolana, con 6.874. En 2022, sin embargo, fueron mayoría las personas provenientes de Ucrania (29.050), seguidas de las originarias de Marruecos (8.062), mientras que las senegalesas fueron alrededor de 2.500, muy lejos de la cifra de 2023.

 

En línea con lo anterior, el perfil mayoritario de usuarios de Accem fue el de un varón, de origen senegalés y de entre 18 y 34 años. En cuanto a la diferencia por sexos, la entidad atendió a un 65% de hombres (50.317) y a un 35% de mujeres (26.867). Sin embargo, es curioso destacar que, durante los seis primeros meses del año pasado, las mujeres fueron mayoría, siendo las principales nacionalidades la ucraniana, colombiana, marroquí y venezolana. La tendencia cambió en la segunda mitad del año, al aumentar las llegadas a Canarias, que finalmente han supuesto un aumento del 154% respecto a 2022, según datos del Ministerio del Interior. 

Por otro lado, respecto a la situación administrativa, se observa que la mayoría de personas atendidas por Accem en 2023 fueron personas migrantes (40.761), debido de nuevo a las cifras de llegadas a las costas canarias. Les siguen los solicitantes de Protección Internacional, con 18.337 usuarios/as, los beneficiarios de Protección Temporal, una figura legal puesta en marcha por la UE para dar respuesta a la crisis de refugiados provocada por la invasión de Rusia a Ucrania, con 18.337, y los/as españoles/es de origen, con 6.115. 

 

 

Asimismo, a lo largo del pasado año, la entidad proporcionó un total de 1.767.093 prestaciones, frente a las 1.169.196 de 2022. Entre las prestaciones están los servicios de atención e intervención social, ayudas económicas, asesoramiento legal y jurídico, atención psicológica, interpretación y traducción, orientación laboral y formación y aprendizaje del idioma, entre otras. 

Otro dato relevante del balance de la labor de Accem en 2023 es que también aumentó el número de personas a las que la entidad atendió en municipios rurales de menos de 30.000 habitantes, pasando de las 9.112 de 2022 a las 10.802 de 2023, lo que destaca la apuesta de la entidad por la reactivación de estas áreas.

 

 

En definitiva, las cifras de estos últimos años, en constante aumento, ponen en evidencia un panorama global convulso, con conflictos y contextos de persecución, inestabilidad social y política y/o vulneración de derechos de los que, cada vez más personas, se ven obligadas a huir. Asimismo, refleja la necesidad de que existan vías legales y seguras para que, quienes huyen de situaciones de este tipo, puedan llegar a territorio español y europeo sin jugarse la vida.

 

 

Desde las 13 comunidades autónomas en las que estamos presentes, desde las 53 sedes con las que contamos y en los 437 municipios a los que llegamos, atendimos, apoyamos y acompañamos a más de 77.000 personas en situación de vulnerabilidad y a las que ofrecimos cerca de 1.800.000 prestaciones, continuando con la ejecución de nuestra misión de defensa de los derechos fundamentales y atención a las personas en situación o riesgo de exclusión social.

Refugiadas ucranianas retornan al país para ponerse al frente de los cuidados familiares

Ahora que se han cumplido dos años del inicio de la guerra en Ucrania y nos acercamos a la celebración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, desde Accem ponemos nuestra atención en algunas historias de retorno voluntario de mujeres ucranianas, beneficiarias de protección temporal en España, que en los últimos meses han regresado a su país para atender distintas situaciones y necesidades familiares. Sin perder de vista el hecho de que retornar al país es un derecho fundamental, desde Accem ponemos el foco en algunas historias de mujeres refugiadas que, a pesar del peligro que supone, han decidido volver a Ucrania por motivos familiares y de cuidados. 

Se trata de historias marcadas por la necesidad de atender a familiares en situación de dependencia, que también narran el estrés emocional que supone sostener los vínculos afectivos en la distancia. Se observa en estas historias el deseo y la necesidad de poner los cuidados familiares en el centro, a pesar de que eso suponga renunciar a la protección temporal y regresar a un país donde la guerra inicia su tercer año en curso. 

Iryna Tyvanyuk, de 53 años, regresó a su ciudad de origen, Rivne, para atender a su padre, de 88 años. Huyó de Ucrania con dos hijos menores a cargo al poco tiempo de comenzar la guerra y la familia acabó instalándose en Valencia. En Rivne quedaron, entre otros familiares, sus padres, con distintas necesidades de atención y cuidados. La madre de Iryna falleció en junio de 2023 y fue entonces cuando Iryna decidió regresar a Ucrania para asumir los cuidados de su padre. Volver a casa ha sido una decisión no exenta de riesgo, según comenta, pues casi todos los días suenan las sirenas y la población acude a los refugios. “Si estamos en casa, salimos al pasillo y nos sentamos en sillas. Da miedo cuando vuelan cohetes y drones. Es peligroso en todas partes de Ucrania”, cuenta Iryna.

Desde que comenzó la guerra, en febrero de 2022, en Accem hemos atendido a un total de 35.050 personas procedentes de Ucrania, el 63% de ellas mujeres y la mayoría con menores a cargo. Muchas de estas familias han expresado en muchas ocasiones su deseo de regresar a Ucrania en cuanto la situación del conflicto bélico lo permitiese. Este sentimiento ha quedado reflejado en una encuesta realizada por ACNUR sobre intenciones y perspectivas de las personas refugiadas de Ucrania, donde un 65% han manifestado su deseo de volver a casa tan pronto como sea posible. 

En el caso de muchas mujeres, el deseo de volver a casa también nace de la necesidad de superar el elevado estrés que supone la separación familiar prolongada. Es el caso de Natalia, de 48 años, que ha regresado a Odessa, una ciudad donde los bombardeos continúan a diario y donde los proyectiles caen sobre edificios residenciales mientras la población busca seguridad en los refugios antiaéreos cuando suenan las alarmas. “En 2022, cuando comenzó la guerra, mi hija y yo decidimos abandonar el país. Mi marido se quedó para trabajar y defender Ucrania”. Inicialmente alquilaron un piso, pero el dinero ahorrado comenzó a escasear para cubrir las necesidades básicas y entonces recurrieron a Accem. “Cada día leíamos las noticias y llamaba a mi marido. Fue muy difícil para nuestra familia estar separados. España es un gran país para pasar unas vacaciones, pero todos los días estábamos en Ucrania con el alma y contábamos los días para regresar. La situación actual da miedo, pero estamos en casa”, concluye. 

Historias como las de Natalia e Iryna presentan muchas cosas en común con los más de cien casos identificados por los equipos profesionales de Accem en las fases de Acogida y de Valoración Inicial y Derivación que se pueden describir como retornos voluntarios por motivos de cuidados familiares. Entre las historias recogidas por el personal de Accem destacan casos como el de una mujer que ha retornado para atender a un sobrino con autismo; otra mujer mayor que ha regresado para el cuidado de sus nietos; una mujer y su hijo menor de edad que han vuelto para atender a una tía mayor que carece de otras redes de apoyo; y otra mujer, con cuatro menores a cargo, que ha regresado para cuidar a su hermana en coma tras sufrir un accidente de tráfico. Así, hasta 106 casos que se han podido identificar como retornos voluntarios por razones relacionadas con los cuidados y los vínculos familiares. 

Con todo, estos retornos forman parte del cómputo global de más de 4,5 millones de personas que según la Organización Internacional para las Migraciones han regresado a sus hogares pese a la situación general de incertidumbre e inseguridad que supone la continuidad de la guerra en Ucrania. En este escenario, la vida y los cuidados se sostienen, con las mujeres al frente.

> Para saber más sobre la respuesta de Accem a las personas refugiadas por la guerra en Ucrania, pincha aquí. 

> Dos años de guerra en Ucrania: Accem atendió a más de 9.500 personas refugiadas en 2023

> Mujer con estudios superiores e hijos a cargo: así es el perfil mayoritario de las personas de Ucrania que llegan huyendo de la guerra

Datos de Protección Internacional 2023: 11.163 personas consiguieron protección en España en el último año

A lo largo de 2023, el Estado español ha otorgado el estatuto de refugiado a 7.330 personas. También ha reconocido el derecho a la protección subsidiaria a 3.833 personas, lo que resulta en un total de 11.163 beneficiarios que han alcanzado las dos principales figuras de protección internacional que existen. Esta cifra representa un descenso en los datos en comparación con las 14.235 personas que se beneficiaron de estas dos figuras en 2022.

 

TOTAL DE DE PERSONAS BENEFICIARIAS DE LAS FIGURAS DE PROTECCIÓN INTERNACIONAL

 

Las nacionalidades que encabezaron este 2023 la lista de solicitudes, según los datos que ha hecho públicos el Ministerio del Interior, han sido Venezuela, Colombia y Perú, con 37,09 %, 32,82 % y 8,77 % respectivamente, del total de 163.220 solicitudes. Por tanto siguen predominando las nacionalidades latinoamericanas como solicitantes de protección internacional, siendo el 78,68 % del total las correspondientes a estos tres países de América Latina.

 

NACIONALIDADES QUE ENCABEZAN LA LISTA DE SOLICITUDES DE PROTECCIÓN INTERNACIONAL

 

Por otro lado, al igual que en el primer semestre de 2023, Mali sigue siendo el país que más resoluciones favorables obtiene, con 2.362 personas que han tenido acceso a protección internacional, un 21,16 % del total de las personas a las que se le ha reconocido esta figura. Tras Mali se sitúa Afganistán, con un 10,03 %, y Siria, con un 9,42 %. En estos datos no se incluye a las personas beneficiarias de la figura de protección temporal, que se aplica a las personas refugiadas procedentes de Ucrania, debido a la guerra que lleva produciéndose dos años en el país eslavo. 

 

PAISES QUE MÁS RESOLUCIONES FAVORABLES OBTIENEN

 

En cuanto a la tasa de reconocimiento del estatuto de Protección Internacional, los ciudadanos ucranianos y de la República Centroafricana tuvieron las tasas más altas de reconocimiento, con un 98,87 % y un 96,55 % respectivamente.

También hay 41.487 personas que, aun no habiendo obtenido el reconocimiento del estatuto de protección internacional, se les ha concedido la autorización de residencia por razones humanitarias, siendo 40.674 procedentes de Venezuela, el 98,04 % del total de los permisos otorgados por esta razón.

 

AUTORIZACIÓN DE RESIDENCIA POR RAZONES HUMANITARIAS

 

Cabe destacar también, según los datos del informe del Ministerio del Interior, que se denegaron 35.392 solicitudes de protección durante este pasado 2023, siendo la nacionalidad colombiana la más afectada, seguida de la de Marruecos y Perú.

Dividiendo los datos que se han hecho públicos por género y edad encontramos que un 52.50 % de los solicitantes fueron hombres y un 47,50 % mujeres. La mayoría de personas que solicitan protección internacional son jóvenes entre 18 y 34 años, en concreto son un 48.65 % de todas las solicitudes. El porcentaje de personas solicitantes de protección internacional que son menores de edad ascienden al 18,30 %.

 

SOLICITUDES DE PROTECCIÓN INTERNACIONAL POR GÉNERO Y EDAD

 

Dos años de guerra en Ucrania: Accem atendió a más de 9.500 personas refugiadas en 2023

A dos años del inicio de la guerra a gran escala en Ucrania, Accem continúa atendiendo a las personas desplazadas forzosamente, superando los desafíos que conlleva atender un conflicto que se prolonga en el tiempo y que, según datos de ACNUR, ocasiona a día de hoy más de 6,4 millones de personas refugiadas que han tenido que abandonar el país y más de 3,5 millones de desplazados internos. 

En el año 2023 hemos atendido a más de 9.500 personas, reflejando el compromiso constante con las necesidades emergentes de los afectados por la guerra. Esta cifra, que contrasta con las 29,056 personas atendidas en el primer año del conflicto, se debe a las cambiantes dinámicas de la guerra y necesidades de los desplazados. 

De las 9.500 personas desplazadas por el conflicto atendidas durante este último año, 3.871 son hombres y 5.629 mujeres. Continúa, por tanto, la prevalencia de mujeres desplazadas debido, en parte, a mayores dificultades para salir del país de los hombres en edad militar. El grupo de edad de desplazados más significativo en 2023 ha sido el de 35 a 64 años, con 3.818 personas atendidas, seguido de cerca por los jóvenes entre 18 y 34 años, con 2.554 individuos. 

La organización ha asistido el pasado 2023 a 2,253 personas en la fase de valoración inicial y derivación, y a 2.086 en la fase de acogida. Actualmente, 256 personas están siendo asistidas en la fase de valoración inicial y derivación y 405 en fase de acogida, en la que se proporciona una atención integral enfocada desde el primer momento a favorecer el proceso de inserción social y en la conquista de la autonomía. 

En el contexto de estos dos años de atención a los desplazados por la guerra, es importante reconocer el alcance del trabajo acumulado. Desde el comienzo del conflicto hasta ahora, Accem ha brindado apoyo a 35.050 personas desplazadas, de las más de 190.000 que se han refugiado en España desde que escaló la guerra, un esfuerzo que abarca tanto la atención inmediata como la asistencia sostenida. Este total refleja la dedicación y capacidad de esta organización para responder a una emergencia humanitaria compleja y en constante evolución.

Tras dos años de conflicto a gran escala que no muestra señales de resolución inmediata, Accem no solo se ha enfrentado a los retos apremiantes, sino que también ha puesto la mirada en el futuro. El esfuerzo realizado por ofrecer un apoyo que vaya más allá de atender a las necesidades básicas de los refugiados busca la necesaria integración efectiva de las personas desplazadas en la sociedad. Esto resalta la importancia de una respuesta ante los conflictos que sea tanto oportuna como sostenida en el tiempo. Por ello, Accem continúa y continuará trabajando en su misión de apoyar a aquellos cuyas vidas han sido alteradas, asegurando que cada persona refugiada reciba la ayuda necesaria para reconstruir su vida en un entorno seguro y acogedor.

> Para saber más sobre la respuesta de Accem a las personas refugiadas por la guerra en Ucrania, pincha aquí. 

Cómo se articula la Protección Internacional en España

Este 2023 ha sido un año indudablemente marcado por la emergencia humanitaria derivada del repunte de llegadas por vía marítima a las Islas Canarias y la posterior gestión de la acogida en el archipiélago y en la península. Los flujos de personas que realizan esta ruta son mixtos, es decir, hay migrantes pero también hay solicitantes de Protección Internacional. Personas que se ven en la necesidad u obligadas a poner en riesgo sus vidas en busca de la seguridad que no pueden tener en sus lugares de origen. 

Lo que se conoce como Protección Internacional engloba el Derecho al Asilo, la Protección Subsidiaria y la protección concedida por razones humanitarias. Las personas que son beneficiarias del primero de estos derechos son las que se conocen como refugiadas, es decir, aquellas que debido a fundados temores de ser perseguidas por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, se encuentran fuera del país de su nacionalidad. 

Para dar protección a estas personas, la red de acogida estatal coordinada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y de la que forman parte organizaciones como Accem, trabaja para garantizar que se cumplen los derechos de estas personas, además de proporcionales un acompañamiento en un proceso de integración social que lleva consigo actuaciones para el aprendizaje del idioma, asesoramiento en trámites administrativos como la obtención de la tarjeta sanitaria o el registro en la Seguridad Social y orientación jurídica y laboral, entre muchas otras muchas. 

 

Sistema de Acción Concertada Protección Internacional

La financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, enmarcada en el sistema de Acción Concertada, un programa cofinanciado por la Unión Europea, permite que Accem y otras organizaciones trabajen en la atención y acogida de estas personas solicitantes de Protección Internacional. En este contexto, la entidad ha atendido, entre enero y noviembre de este año, a un total de 24.551 personas en el programa de Protección Internacional, siendo, en este orden, Ucrania, Venezuela, Colombia, Perú y Senegal, los principales países de origen de las personas a las que la organización ha dado apoyo.

Este sistema de gestión de la acogida, que viene funcionando desde hace años en nuestro país, se reformula bajo la Acción Concertada para afianzar el vínculo con las ONG colaboradoras, consolidando un sistema mixto de gestión que favorece el intercambio de información y permite a las entidades mejorar la planificación de recursos, incluidos los humanos, dotando al personal de mayor estabilidad y, por ello, mejorando la atención que se presta a los/as solicitantes y beneficiarios/as de Protección Internacional. El Ministerio planifica, desarrolla y gestiona el sistema de acogida, estableciendo, a través de la Dirección General de Atención Humanitaria y del Sistema de Acogida de Protección Internacional, los procedimientos, prestaciones y actuaciones, en base a las directrices del Reglamento que regula el Sistema de Acogida.

Por su parte, la red de ONG, entre las que se encuentra Accem, trabaja en la atención y acogida de estas personas, mediante acompañamiento en la integración social, con el objetivo final de que estas cuenten, en el menor tiempo posible, con un proyecto de vida autónomo en nuestro país. Para ello, se establece un sistema de tres fases, que contemplan diferentes momentos del proceso de integración: la Fase de Valoración Inicial y Derivación, la Fase de Acogida y la Fase de Autonomía. 

Así pues, cuando las personas solicitantes de protección internacional llegan a España se activa la Fase de Valoración Inicial y Derivación, en la cual se analiza y se evalúan las circunstancias de cada persona de manera individualizada. En esta etapa, se atienden los requisitos de información y orientación sobre el sistema de Protección Internacional, a la vez que se cubren las necesidades básicas más urgentes, como la atención sanitaria o psicológica o la falta de productos básicos de ropa o higiene. Asimismo, se valora si las personas cumplen con los requisitos para la asignación de una plaza en la red de acogida, incidiendo en la detección de vulnerabilidades tales como casos de posibles víctimas de trata o violencia machista, entre otras. Accem ha atendido, entre enero y noviembre, a 17.217 personas en esta fase.

Posteriormente, los/as solicitantes que cumplen con los requisitos, pasan a la Fase de Acogida, en la que se les asigna una plaza del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, por medio de la acción concertada con entidades como Accem, en un alojamiento adecuado al perfil de la persona o núcleo familiar y a sus necesidades. Durante esta fase, se asigna a una persona del equipo del trabajo social el expediente de esta persona o familia, haciendo seguimiento de su proceso de integración social. En esta etapa, se ofrecen servicios como el del aprendizaje del idioma, atención jurídica, talleres de contextualización social, acompañamiento en procesos de escolarización de menores de edad, obtención de tarjeta sanitaria o número de la seguridad social y acciones de orientación laboral para la inserción en el mercado de trabajo. En esta fase, Accem ha atendido a 6.823 personas a lo largo de los 11 primeros meses de 2023.

El último de los ciclos del sistema es la Fase de Autonomía, que tiene como finalidad hacer efectiva la plena inclusión en la sociedad. Entre las acciones que las entidades llevan a cabo en esta etapa, en la que las personas o familias ya abandonan el recurso de acogida proporcionado por el Ministerio y las ONG, están la prestación de apoyo social, psicológico, jurídico y cultural, así como continuar con el aprendizaje del idioma, proporcionar asesoramiento sociolaboral y apoyo en el acceso a programas de formación, facilitar servicios de traducción e interpretación y apoyar la conciliación de las actividades que tenga que desarrollar la persona destinataria con su vida personal y familiar. En esta fase, Accem ha atendido a 3.360 personas entre enero y noviembre. 

El sistema de acogida de Protección Internacional, del que forman parte las ONG y que está coordinado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones mediante el sistema de Acción Concertada tiene por delante muchos retos en materia de migración y asilo, como los tiene la propia Europa. Por eso el papel de la Comisión Europea cofinanciando este sistema es fundamental. Situaciones de emergencia humanitaria, como la derivada de la invasión rusa de Ucrania, la toma del poder de los talibanes en Afganistán o la guerra de Siria, ponen de manifiesto lo necesario de contar con un sistema de acogida, basado en alianzas, suficientemente fuerte para dar respuesta a las diferentes crisis humanitarias que se están produciendo y pueden producirse en el futuro.

España recibe a 167 personas refugiadas procedentes de Líbano dentro del programa de reasentamiento

Un grupo de 167 personas refugiadas de origen sirio han llegado este jueves a España procedentes de Líbano en el marco del programa estatal de reasentamiento. De ellas, 16 personas pertenecientes a cuatro unidades familiares diferentes han sido acogidas por Accem.

En el conjunto del año, España ha acogido a un total de 699 personas a través del programa de reasentamiento, todas ellas procedentes de Líbano y Turquía.

La figura del reasentamiento es una de esas vías legales y seguras que Accem defiende para ofrecer una atención y una acogida digna así como un futuro con posibilidades a las personas refugiadas. Esta medida consiste en el traslado desde un país de asilo, en este caso Líbano, a otro, España, que se compromete a reconocer su condición de refugiadas y a proporcionar una acogida.

Líbano ha sido uno de los principales países de acogida de las personas refugiadas que han tenido que escapar de la guerra en Siria, un conflicto que suma ya 12 años de duración. En 2022, según los datos de ACNUR, Líbano acogía a más de 814.000 personas refugiadas de origen sirio.

La vía del reasentamiento se toma cuando el primer país de asilo no puede garantizar la seguridad de la persona refugiada; cuando ese país no puede afrontar por sí solo la acogida de un número elevado de personas como consecuencia de una gran crisis humanitaria o cuando en el segundo país de asilo existen mayores y mejores posibilidades para su proceso de integración social.

Con el reasentamiento estamos hablando de una vía que permite al tiempo apoyar a las personas refugiadas, proporcionando una oportunidad de vida en un lugar seguro y, al tiempo, aliviar el esfuerzo que deben afrontar los países limítrofes.

> Conoce el trabajo de Accem con las personas refugiadas.

Protección Internacional: Servicio de apoyo, intervención y acompañamiento

Nombre del programa: Protección Internacional: Servicios de apoyo, intervención y acompañamiento psicológico, jurídico y social.

Ámbito territorial: Estatal.

Financiador: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Secretaría de Estado y Migraciones. Dirección General de Gestión del Sistema de Acogida de Protección Internacional y Temporal.

Contenido: A través de este servicio, se podrá proporcionar acompañamiento jurídico psicológico y social, a personas solicitantes de protección internacional que no se encuentran participando en ninguna de las fases del Sistema de Acogida de Protección Internacional y Temporal, bien porque hayan cumplido el tiempo de duración máxima del itinerario sin que se les haya notificado la resolución de su solicitud de protección internacional, o personas que se encuentran ocupando plaza en Centros de Acogida a Refugiados (CAR) o en centros del programa de Atención Humanitaria pero que, por ser solicitantes de protección internacional, podrían acceder a prestaciones del sistema de acogida.

 

 

Protección Internacional: Fase de Autonomía

Nombre del programa: Protección Internacional: Fase de Autonomía.

Ámbito territorial: Estatal.

Financiador: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Secretaría de Estado y Migraciones. Dirección General de Gestión del Sistema de Acogida de Protección Internacional y Temporal.

Contenido: El objetivo principal de esta fase es avanzar en el proceso de autonomía de las personas destinatarias -solicitantes y beneficiarias de protección internacional, estatuto de apátrida y protección temporal- profundizando en la atención y apoyo, de manera que se establezcan una serie de pautas orientadas a promover su integración sociolaboral.

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Dos años de acogida a las personas refugiadas de Afganistán que escaparon del regreso de los talibanes

Desde agosto de 2021, cuando se produjo la primera acogida a personas refugiadas procedentes de Afganistán en el marco de la Operación Antígona tras la toma de control del país por parte de los talibanes, en Accem hemos atendido a un total de 859 personas de nacionalidad afgana, de las que 398 son mujeres. De ellas, 117 llegaron solas, sin la compañía de ningún familiar.

La Operación Antígona es el nombre del dispositivo que puso en marcha el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España para organizar la acogida en España de las personas evacuadas desde Afganistán al encontrarse en riesgo por haber colaborado en los últimos años con las fuerzas internacionales presentes en el país asiático hasta el regreso al poder de los talibanes. Asimismo, y de manera paralela a los operativos especiales que se pusieron en marcha para su evacuación, se ha ido facilitando el traslado a España de antiguos colaboradores/as y otras personas en situación de riesgo que han podido llegar por sus propios medios a países vecinos y que han solicitado en la embajada española su traslado a nuestro país con la intención de solicitar protección internacional. Esto se ha llevado a cabo al amparo de la Ley 12/2009 de 30 de octubre reguladora del asilo en España. A fecha de agosto de 2022, con información hecha pública entonces, el Gobierno español había evacuado a un total de 3.900 afganos y afganas.

Facilitar el traslado a España desde las sedes diplomáticas en el exterior para poder tramitar la solicitud de protección internacional es una de las vías legales y seguras que las organizaciones sociales, entre ellas Accem, reclaman con insistencia para reducir el sufrimiento de las largas y penosas rutas migratorias hacia los países de destino, llenas de riesgos para la vida y la integridad de las personas.

El acceso a esta vía es generalmente lento, por la lista de espera existente y los trámites necesarios para activarla, pero una vez en España, las personas afganas acceden al procedimiento de protección internacional de manera ágil y sus solicitudes se estudian y resuelven con relativa celeridad. En 2022 se registraron 1.581 solicitudes de protección internacional de personas afganas y la tasa de reconocimiento se situó en un 98,7 %. También atendemos a personas que han conseguido acceder a España por otras vías: por sus propios medios o con el apoyo de otras organizaciones.

Es de reseñar cómo desde el pasado mes de marzo, un total de 160 personas (90 mujeres y 70 hombres) de origen afgano han sido acogidas en el CREADE (Centro de Recepción, Atención y Derivación) de Pozuelo de Alarcón, en la Comunidad de Madrid, gestionado por Accem y puesto en marcha un año antes para dar respuesta a la llegada de las miles de personas refugiadas de la guerra en Ucrania. Así, el primer grupo acogido en el CREADE de personas no procedentes de la guerra en Ucrania estuvo conformado por cinco mujeres afganas que habían sobrevivido a un atentado en el país. Posteriormente, a partir del 23 de abril han sido acogidas en el CREADE un total de 152 personas aterrizadas en España procedentes de Islamabad (Pakistán).

Las personas procedentes de Afganistán atendidas por Accem

Actualmente, a término del primer semestre de 2023, estamos acompañando en su proceso de inclusión social a un total de 297 personas de origen afgano, de las que 150 son mujeres. En estos casi dos años, desde Accem hemos atendido a un total de 859 personas procedentes de Afganistán. Un primer dato nos muestra que la distribución por sexos se encuentra relativamente equilibrada, con un 54 % de hombres y un 46 % de mujeres.

Personas de origen afgano atendidas por Accem (2021-2023). Por sexos

El tramo de edad mayoritario es el comprendido entre los 18 y 34 años de edad, que aglutina al 43,5 % de las personas a las que hemos atendido. Es de destacar la presencia de un 33 % de menores de 18 años, lo que apunta a un exilio familiar en el que el progenitor/a o progenitores se trasladan junto a sus hijos.

Personas de origen afgano atendidas por Accem (2021-2023). Por edades

En nuestra intervención hemos detectado la presencia de, al menos, 138 personas procedentes de Afganistán que cuentan con estudios superiores, que suponen el 16 % del total de personas atendidas. En cuanto a la situación administrativa de las personas a las que hemos acompañado, en el 50 % de los casos eran solicitantes de protección internacional y/o protección temporal; un total de 232 personas eran beneficiarias del estatuto de refugiado y otras 44 de la protección subsidiaria.

En coherencia con nuestro modelo territorial de intervención, hemos dado apoyo a personas afganas en 12 comunidades autónomas diferentes, si bien es cierto que en este caso, las personas atendidas se han concentrado de manera muy significativa en Madrid, con 619 personas atendidas. A continuación se sitúa Castilla-La Mancha, con 109 personas atendidas.

Personas refugiadas afganas atendidas por Accem (2021-2023). Por CC.AA.

 

Nuestro trabajo de acogida e inclusión: un camino no exento de dificultades

En estos dos años, las principales actuaciones que nos han demandado las personas procedentes de Afganistán a las que hemos atendido han sido: asistencia jurídica, en un 49 % de los casos; aprendizaje del idioma, en el 37 %; atención psicológica, por parte del 32 % de las personas atendidas; y orientación y apoyo para la inserción laboral, en un 17 % de los casos.

La asistencia jurídica se requiere especialmente para facilitar el acceso a la protección internacional y para la regularización de la situación jurídica en el país de acogida; el aprendizaje del idioma, como elemento esencial para avanzar en los procesos de inclusión social; la asistencia psicológica, para apoyar el proceso de recuperación personal después de experiencias frecuentemente traumáticas y atravesadas por distintos duelos; y el empleo, como pieza fundamental para culminar los procesos de inserción y conquista de la autonomía. Estas actuaciones conforman un mapa global de nuestra intervención, que atiende de manera integral e individualizada a las distintas necesidades de las personas, orientada siempre y desde el primer momento hacia la inclusión social.

Atenciones desplegadas por Accem para atender a las personas afganas (2021-2023)

 

Sin embargo, nos parece que es también interesante hacer visibles las dificultades que aparecen en los procesos de inclusión social de las personas refugiadas en España. En el caso de las personas que han conseguido escapar del Afganistán de los talibanes, hemos observado especialmente el peso que supone la falta de una red de apoyo de otras familias afganas en el municipio de acogida. La falta de una comunidad afgana amplia y consolidada en España ha llevado a que algunas familias hayan preferido buscar alternativas en otros países del entorno europeo. La barrera del idioma constituye un segundo obstáculo de importancia. En este caso, se ha producido un gran desequilibrio entre las personas que manejan el idioma, por haber trabajado en el pasado con españoles/as desplazados/as en Afganistán, y las que no contaban con esta herramienta tan crucial para los procesos de inclusión. Estos desajustes se producen en el seno de las mismas familias, repercutiendo además de forma muy directa en las posibilidades de acceder a un empleo.

A nivel psicológico, nos hemos encontrado con frecuencia a personas con un deteriorado estado anímico y psicológico. Algunas de estas personas han sufrido problemas de sueño y/o estrés postraumático. En este sentido, cabe señalar cómo el desplazamiento forzoso y no organizado de estas personas ha provocado un grave desajuste de sus planes y expectativas futuras, además del trauma emocional que conlleva abandonar de manera inmediata y arriesgada el país de origen, dejando atrás a sus familiares y vidas anteriores. Las dificultades y la lentitud de los procesos de reagrupación familiar también conllevan un importante coste emocional, con la preocupación de contar con familiares cercanos en el país de origen o países limítrofes, a menudo atravesando situaciones de gran vulnerabilidad.

En los procesos de inserción han aparecido dos barreras que son muy habituales en los procesos de inclusión de las personas a las que atendemos en el ámbito de la protección internacional: la búsqueda de una vivienda y el acceso a un empleo. En el caso de la vivienda, nos enfrentamos a situaciones de escasa oferta, precios elevadísimos, así como a propietarios que exigen unas condiciones inasumibles para arrendar una vivienda, junto a situaciones de discriminación. Todos estos factores hacen difícil dar el salto del centro de acogida a una vivienda de alquiler. Con respecto al empleo, al contexto de un mercado laboral de gran competitividad y altos niveles de desempleo, se unen factores como la falta de dominio del idioma, el nivel de formación o las dificultades para la homologación de títulos.

Las mujeres se enfrentan a barreras añadidas en los procesos de inclusión

En clave de género, la distribución de roles en el ámbito de la pareja ha llevado a que en líneas generales los procesos de inclusión social de las mujeres hayan llevado un ritmo más lento. Las mujeres, por su rol como principales cuidadoras de las niñas, niños y adultos dependientes, enfrentan mayores dificultades para seguir un itinerario de preparación para la autonomía por no disponer, por ejemplo, del tiempo necesario para asistir a clases de castellano, lo que complica enormemente los siguientes pasos y, en definitiva, el acceso a un empleo y a la autonomía. En ocasiones, directamente, cuando es el hombre quien conoce el idioma, la posible incorporación de la mujer al empleo queda al margen, centrándose en el cuidado de los menores y del hogar. Este tipo de cuestiones se han trabajado desde los equipos de intervención a través de talleres y grupos de discusión en los que tratar la equidad de género e intentar favorecer el empoderamiento de la mujer en las diferentes esferas de actuación. No obstante, también nos encontramos casos en los que la referente de la unidad familiar ha demostrado ser una mujer autónoma, que toma decisiones en pro del bienestar de la totalidad de su familia, notándose una evolución del aprendizaje del idioma superior y con mayor rapidez que el de los hombres y un mayor nivel de adaptación.

Este conjunto de factores y dificultades han repercutido en los procesos de inclusión y conquista de la autonomía. Por este motivo, en fechas próximas a la finalización del itinerario de acogida e inclusión, que se prolonga durante 18 meses, de las primeras personas llegadas en el marco de la Operación Antígona, se valoró desde la Secretaría de Estado de Migraciones, titular de los programas de acogida e inclusión a personas con protección internacional, la necesidad de ofrecer una respuesta excepcional, permitiendo la solicitud de una prórroga de seis meses adicionales en el programa para las personas y familias que lo necesitaran.

Desde Accem seguimos trabajando, de acuerdo con nuestra misión, en la atención, acogida y acompañamiento en los procesos de inclusión social de las personas de origen afgano que han buscado un refugio en nuestro país ante el riesgo cierto para sus vidas y su integridad al que se enfrentaban de haber continuado viviendo en Afganistán. Sin embargo, es necesario el apoyo, la iniciativa y la solidaridad del conjunto de la sociedad para que estas personas puedan reconquistar su autonomía perdida para salir adelante y aportar todo lo que llevan dentro a la sociedad de acogida. Este trabajo se realiza gracias a la cofinanciación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Fondo Europeo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) de la Unión Europea

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