Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente. Sus voces, motor de cambio y lucha por la equidad.
El 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente. Un día señalado en el calendario para solidarizarnos con la realidad de millones de mujeres que deben desafiar retos complejos en torno a su lugar en la sociedad actual, dentro y fuera del continente africano.
La igualdad de género es un motor de cambio, que afecta a todas las sociedades, pero cuando hablamos de las mujeres afrodescendientes, el desafío se vuelve más complejo, debido a las circunstancias sociales que las rodean. Alguno de los retos que impiden el avance de la igualdad de oportunidades para ellas son la organización de la sociedad africana en torno a la figura del hombre, basándose en una estructura patriarcal, que impide el acceso a los círculos de poder para las mujeres.
Tampoco favorece al desarrollo de la igualdad, el casi nulo acceso de las mujeres a la educación. Según datos de la UNESCO y otros organismos internacionales, hay más de 115 millones de mujeres analfabetas en África. Una barrera indestructible para poder acceder a puestos de trabajo que puedan favorecer a políticas igualitarias y que ayuden a la destrucción de esta brecha.
Otro de los pilares fundamentales que deterioran el desarrollo de una sociedad equitativa en torno a la vida de las mujeres afrodescendientes, es la falta de acceso a un buen sistema de salud, que favorezca los derechos reproductivos de las mujeres, erradique la mutilación genital femenina y ayude a fomentar medidas para evitar las enfermedades de transmisión sexual. Además, otra piedra en el camino para ellas es la necesidad de políticas que ayuden en la lucha contra la violencia de género, incluyendo desde la violencia que se ejerce a las mujeres en sus hogares, la explotación sexual o los matrimonios forzosos.
A pesar de estos desafíos, muchos nombres de mujeres africanas están emergiendo como líderes del cambio. Activistas como Leymah Gbowee que consiguió el Premio Nobel de la Paz en el año 2011 gracias a su participación activa en el fin de la Segunda Guerra Civil Liberiana o Ngozi Okonjo-Iwela, la primera mujer en ser la directora de la OMC (Organización Mundial del Comercio) y promotora de políticas que favorezcan a la igualdad entre mujeres y el desarrollo sostenible.
Desde Accem trabajamos en campañas de sensibilización para favorecer el valor de la igualdad y la reivindicación de colectivos vulnerables en los que se encuentra el colectivo de las mujeres afrodescendientes.
En Divem, ayudamos a las empresas a dar valor a la diversidad cultural, potenciando las capacidades profesionales, en entornos laborales diversos. Con Divem ayudamos a pymes y grandes empresas a desarrollar estrategias de Responsabilidad Social Corporativa.
Además, nos encontramos inmersos en el desarrollo de la campaña de La Brecha de los Sueños, una iniciativa que surge de la necesidad de sensibilizar sobre nuestra diversidad. Poniendo el foco en la brecha a la que se enfrentan niños/as y jóvenes de las denominadas segundas generaciones de familias migrantes, de orígenes diversos y/o racializados/as como miembros activos de nuestra sociedad. Brecha que se pronuncia si hablamos de mujeres afrodescendientes.
La lucha por la igualdad de género es un camino necesario para el progreso de todos y todas. Las mujeres afrodescendientes, con su capacidad de liderazgo y su resistencia a las adversidades, consiguen encabezar este movimiento transformador en todas las esferas de la sociedad. El éxito de la equidad será clave para desarrollar una sociedad más justa y la comunidad internacional, los gobiernos y las organizaciones deben unirse para asegurar que las voces de todas ellas, serán escuchadas.