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Servicio Atlas en Castellón: cerca de 6 mil atenciones en materia de migración y refugio durante 2022 y 2023

Atlas es un servicio público de información básica y atención especializada en materia de migración y refugio de la Vicepresidencia y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda de la Generalitat Valenciana, que se ofrece a través de la modalidad de acuerdos de acción concertada a través de distintas entidades sociales en la Comunitat Valenciana, y que gestiona Accem en la provincia de Castellón.  

La finalidad de este servicio es facilitar información básica sobre los recursos públicos y sociales existentes y derivar a las personas atendidas a aquellos más adecuados a sus necesidades específicas. También ofrece información y asesoramiento jurídico especializado a profesionales de los servicios sociales de atención primaria básica y de las entidades sociales que atienden directamente a las personas migrantes y refugiadas sobre los trámites administrativos relacionados con los procedimientos de nacionalidad, extranjería y asilo. 

El servicio comenzó a funcionar en febrero de 2022 y desde entonces, hasta finales del año 2023, contabilizó sólo en Castellón 5.971 atenciones, de las cuales 4.503 fueron a personas usuarias (75%) y 1.468 a profesionales (25%). El principal tipo de demandas que recibió el servicio durante este periodo estuvo relacionado con la obtención de asesoramiento jurídico en extranjería y protección internacional. En menor medida también se realizaron atenciones relacionadas con la obtención de prestaciones sociales. 

Respecto al perfil de las personas usuarias, el 58% fueron mujeres y el 42% hombres, principalmente con edades comprendidas entre los 31 y los 50 años, y las principales nacionalidades atendidas fueron la colombiana, peruana, venezolana y marroquí. Por su parte, las atenciones a profesionales se realizaron principalmente a personal técnico de entidades sociales; en segundo lugar, a profesionales de Pangea, red pública que atiende a personas migrantes en ayuntamientos y mancomunidades; y, en tercer lugar, a personal de servicios sociales.  

Finalmente, el servicio Atlas ofrece formación especializada sobre los trámites administrativos relacionados con los procedimientos de nacionalidad, extranjería, protección internacional, el sistema de acogida y los diferentes tipos de arraigo. En 2022 y 2023, el equipo profesional de Atlas en Castellón impartió un total de 14 actividades formativas, dirigidas a personas usuarias y al personal profesional de administraciones públicas o entidades del tercer sector. 

Las personas interesadas pueden contactar con la oficina de Accem en Castellón a través del teléfono gratuito 900 404 403 y del correo electrónico atlas.cas@gva.es. 

Más de 100 personas fueron penalizadas en Europa por asistir a personas migrantes en 2023

Rescatar o ayudar a personas migrantes en peligro en el mar; proporcionar refugio; promover políticas inclusivas a nivel local; tratar de detener una deportación; o proporcionar a las personas migrantes comida, agua y ropa. Estos ejemplos han sido citados por la Plataforma para la Cooperación Internacional sobre Migrantes Indocumentados (PICUM) como casos reales de actos tipificados como delito en algunos países de la Unión Europea a lo largo de 2023.  

PICUM, plataforma de la que Accem forma parte, ha publicado recientemente los resultados de una investigación sobre la persecución de personas que se han tenido que enfrentar a procesos judiciales en la Unión Europea por haber ayudado a personas migrantes bajo conceptos como los señalados anteriormente. Como señala esta plataforma, “el derecho penal y otros enfoques basados en sanciones se utilizan a menudo para castigar a las personas migrantes y a quienes les prestan asistencia”, lo cual se define como criminalización. 

El informe, que se titula “Casos de criminalización de la migración y la solidaridad en la UE en 2023”, muestra que a lo largo del año pasado hubo un total de 117 personas acusadas por haber colaborado con la entrada, la estancia o el tránsito de personas migrantes. En 2023, casi el 60% de los casos estuvieron relacionados con la asistencia a personas migrantes en tierra, y aproximadamente el 40% en el mar.  

Desde PICUM señalan que en 2023 hubo más casos reportados que en 2022 y 2021, por lo cual confirman una tendencia preocupante y constante observada en informes anteriores. Los datos de PICUM se extraen de un monitoreo de informaciones publicadas por distintos medios de comunicación, por lo cual se consideran una aproximación a la realidad y no un reflejo real del total de casos de persecución en la UE, pues muchos casos no son reportados por los medios o porque la gente teme represalias, especialmente las personas migrantes.  

Desde PICUM añaden que la legislación contra el tráfico de personas criminaliza la solidaridad, pero también el propio acto de migrar. De hecho, en 2023, al menos 76 personas migrantes en Italia, Grecia y España fueron perseguidas por el hecho de cruzar fronteras de forma irregular. Esta persecución afecta también a la infancia y la juventud, pues al menos siete de las personas penalizadas en 2023 eran menores de edad en el momento de los hechos. 

Por otro lado, el seguimiento de los medios de comunicación recogido en el informe de PICUM indica la existencia de 15 casos de acoso extrajudicial, que afectaron a 17 personas y 12 ONG. En un tercio de los casos, la persona/organización en cuestión recibió una multa administrativa por sus acciones de apoyo a los inmigrantes. Otras formas no judiciales de acoso incluían la confiscación de material, el acoso policial, la detención, las amenazas de grupos privados o la difamación.  

Los aspectos más destacados del informe incluyen: 

Cases of criminalisation of migration and solidarity in the EU in 2023. PICUM.

  • Distribución geográfica: Se han registrado casos en al menos 8 países de la UE, la mayoría en países del sur de Europa, en particular Italia y Grecia. 
  • Tipos de solidaridad: Las personas enfrentaron repercusiones legales por diversos actos de solidaridad, incluido proporcionar refugio y necesidades básicas a los migrantes, abogar por políticas inclusivas y tratar de detener una deportación. 
  • Procedimientos legales prolongados: En promedio, los procedimientos legales duraron 3,5 años, y algunos casos se prolongaron incluso más. 
  • Criminalización de la infancia en la migración: Al menos siete menores de edad enfrentaron procesos judiciales y encarcelamiento como presuntos “conductores de embarcaciones”. 
  • Acoso extrajudicial: Se registraron al menos 15 casos, que afectaban a 17 personas y 12 ONG, además de los 117 casos registrados. 

>Accede aquí al informe completo (disponible en inglés)

 

Accem refuerza su trabajo para atender la situación de emergencia en Canarias por el aumento de las llegadas por vía marítima

Ante la emergencia humanitaria que estamos viviendo en los últimos meses y especialmente en Canarias por la situación migratoria, Accem continúa trabajando tanto en el archipiélago como en la península, con gran intensidad y movilizando recursos día a día, para poder ofrecer la mejor respuesta a las personas y al conjunto de la sociedad desde el bagaje acumulado tras 18 años presentes en la atención humanitaria a migrantes en España.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones decretó hace unos días la situación de emergencia en Canarias por el importante aumento de llegadas que se ha producido a las Islas Canarias desde el mes de agosto, un repunte que se está viendo agudizado durante este mes de octubre. De hecho, según datos del Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 15 de octubre han llegado a las islas 23.537 personas por vía marítima, unas 10.000 más que en el mismo periodo de 2022, que suponen un aumento del 80 %.

Nuestra dilatada experiencia en la gestión y atención en situaciones de emergencia hace que estemos preparados para afrontar desafíos de esta índole. En nuestros dispositivos de emergencia ofrecemos una atención integral y profesional gracias al trabajo especializado de un equipo interdisciplinar, que incluye personal sanitario, abogados/as, psicólogos/as, trabajadores/as sociales e integradores/as sociales, entre otros perfiles profesionales.

En estos momentos, estamos gestionando dos dispositivos de acogida de emergencia de gran capacidad, Las Raíces y Las Canteras, ambos en la isla de Tenerife, así como el centro de Montaña Mina, en Lanzarote. En todos los dispositivos de emergencia de Canarias estamos alojando actualmente a más de 4.000 personas. Sin embargo, estas cifras van modificándose día a día en una coyuntura que se va actualizando continuamente y que exige una gran capacidad de adaptación y respuesta al cambio por parte de la organización. 

Nuestra actuación se enmarca en una respuesta coordinada y en red en la que lidera el propio Gobierno del país y trabajamos algunas de las principales organizaciones de referencia en el ámbito de las migraciones, como es el caso de Accem. Nuestra labor comienza cuando las personas llegadas a las costas canarias son derivadas a nuestros dispositivos por las autoridades competentes. A partir de ese momento, se activan los servicios que hemos diseñado para garantizar la mejor atención a las personas alojadas en el contexto siempre de unas circunstancias de emergencia. Se da cobertura a las necesidades básicas (alojamiento, manutención, higiene), se proporciona un kit de ropa y se organizan reuniones de información y orientación con las personas atendidas sobre su situación. Ahí comienza también un trabajo de detección de las necesidades existentes de atención sanitaria y psicológica, así como de vulnerabilidades (presencia de menores, víctimas de trata, posibles solicitantes de protección internacional, etc.). 

En Accem, junto a todo nuestro trabajo y compromiso en la atención y acogida de emergencia, somos conscientes de que la situación en Canarias se enmarca en un contexto más grande que alcanza toda la frontera sur de la Unión Europea e incluso un contexto más global, donde existe un desplazamiento humano de dimensiones importantes originado tanto por la existencia de numerosos focos de conflicto en el mundo, como por una gran situación de desigualdad social y económica entre distintas regiones del planeta. Ante este contexto, desde Accem mantenemos nuestra línea de reclamar la habilitación de vías legales y seguras para las personas refugiadas y migrantes.

La ausencia de vías legales y seguras aumenta exponencialmente la peligrosidad del viaje. Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones, en el primer semestre de 2023 murieron en el camino a Europa al menos 1.997 personas, de las cuales 225 personas perdieron su vida en su travesía hacia España y 126 de ellas en la ruta canaria. Sin embargo, estas cifras de muertes y desapariciones confirmadas son con toda seguridad inferiores a la cifra real.

El trabajo de Accem con estas personas se realiza gracias a la cofinanciación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Fondo Europeo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) de la Unión Europea.

En 2022 disminuyeron las llegadas a España de personas migrantes por vías inseguras en un 26 %

Según los datos actualizados del Ministerio del Interior a fecha 31 de diciembre de 2022, a lo largo del año alcanzaron territorio del Estado español de forma irregular un total de 31.219 personas. Todas ellas tuvieron que optar por peligrosas travesías marítimas o arriesgados cruces clandestinos de la frontera para acceder a España ante la falta de vías seguras, legales y reales para la migración.

Estos datos suponen un descenso del 26 % de las llegadas de estas características con respecto al año anterior, cuando 41.945 personas lo consiguieron. En términos absolutos, en 2022 se habría producido una disminución superior a las 10.000 personas con respecto a 2021.

 

LLEGADAS A ESPAÑA DE PERSONAS MIGRANTES POR VÍAS IRREGULARES  E INSEGURAS

 

El 93 % de las llegadas por vías irregulares se produjo en 2022 por vía marítima. No obstante, las llegadas por mar descendieron, en consonancia con las cifras totales, en un 28 % con respecto a 2021. Fueron un total de 1.704 embarcaciones las que consiguieron finalmente llegar a España, 445 menos que en el año anterior.

Si vamos a la información pormenorizada, vemos que disminuyeron en un 25 % las llegadas por mar a la Península y Baleares a través del Mediterráneo, y que descendieron en un 30 % las llegadas a Canarias a través del Atlántico. Siguiendo con la vía marítima, bajaron las llegadas a Ceuta y únicamente se incrementaron en Melilla, pasando de 39 a 169 personas las que finalmente lograron acceder de esta forma a territorio español.

Los datos que registraron un aumento con respecto a 2021 son los de las llegadas irregulares por vías terrestres a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, sensiblemente inferiores en número absoluto a las llegadas por vía marítima. A través de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla llegaron a España en 2022 un total de 2.289 personas, con respecto a las 1.845 de 2021. Esto significa un aumento del 24 %, pero en números totales se traduce en apenas un aumento en 444 personas en todo el año.

Desde Accem entendemos que estos datos revelan cómo más de 30.000 personas tuvieron que acudir a rutas inseguras, y en ocasiones tremendamente arriesgadas, ante la falta de vías legales y seguras para la migración. Valorar y proteger la vida de las personas es establecer estas vías y hacerlas reales.

Por otra parte, ante el descenso de llegadas registrado, de más de 10.000 personas en un año, cabe preguntarse si se debe realmente a una disminución de la necesidad imperiosa de emigrar, lo que constituiría una buena noticia, o si simplemente es reflejo del aumento del control y la presión policial en los países de origen y tránsito sobre las personas que deciden emigrar.

> Accede a los datos publicados por el Ministerio del Interior.

> Conoce el trabajo de Accem de apoyo a las personas migrantes en España.

> Conoce nuestro programa de atención humanitaria a personas migrantes.

El programa de atención a víctimas de trata y otras violencias en Cartagena atiende a más de 330 mujeres en dos años

Hace dos años, desde Accem pusimos en marcha en Cartagena un programa de “Atención y acompañamiento a mujeres víctimas de trata y otras formas de violencia contra la mujer’, financiado por la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia, con fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Este proyecto surgía de las necesidades que los/as profesionales de nuestra entidad observaban en algunos casos de mujeres a las que atendemos o acogemos y tiene como finalidad mejorar la calidad de vida de estas víctimas y detectar posibles casos de trata, explotación sexual y otras formas de violencia contra la mujer.

Hasta la actualidad, se ha prestado atención a más de 331 mujeres en esta localidad en el marco de esta iniciativa. Además, se han abierto 167 expedientes, de los cuales la mayoría responde a mujeres en situación de explotación sexual, entre las cuales hay casos de trata con fines de explotación.

El principal objetivo que motivó la puesta en marcha de este programa fue el de mejorar la calidad de vida de las mujeres, puesto que, en el ejercicio de nuestra labor, observamos casos de mujeres que nos exponían diversas situaciones que considerábamos debían tener un adecuado seguimiento. Se trata de contextos invisibles, en los cuales, además, las mujeres sufren el peso de la estigmatización o viven amenazadas y forzadas a no hablar de estas situaciones.

El perfil de las afectadas por la trata responde, mayoritariamente, a mujeres jóvenes migrantes con cargas familiares, en situación administrativa inestable o irregular y en contexto social y económico de vulnerabilidad. Cartagena, en concreto, es una localidad con alto porcentaje de mujeres de diferentes nacionalidades que, muchas veces, sufren situaciones de violencia y/o son prostituidas, siendo muchas de ellas mujeres inmigrantes con un gran desconocimiento de las ayudas que pueden tener para salir de las situaciones que viven de maltrato y explotación.

El programa, por tanto, dada la complejidad de los contextos a abordar, cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales de Accem, compuesto por una integradora social, una trabajadora social, una psicóloga y un abogado, que se encargan de los servicios de detección y acompañamiento, atención social y atención psicológica. La intervención se realiza de un modo integral, actuando no sólo con las mujeres afectadas sino también con su familia, contexto y su situación social. Además, el proyecto cuenta con servicio de atención jurídica básica y acciones de sensibilización.

Así pues, se lanzó una campaña de concienciación sobre este programa, destinada principalmente a los jóvenes, con el objetivo de que amplíen su mirada y tengan la capacidad de cuestionar situaciones intolerables de explotación de las personas. La protagonista del vídeo, Dyana, no es una única mujer, sino que representa a muchas más que sufren explotación sexual y trata de personas.

Asimismo, hay que señalar que el pasado 25 de febrero, se presentó el informe ‘Aproximación a la prostitución, la trata y la explotación sexual en Cartagena’, dado que se detectó, a raíz de la puesta en marcha del programa, la escasa información existente acerca de la trata de personas. Por ello arrancó la investigación, realizada desde el Observatorio de la Exclusión Social, del que Accem forma parte junto a la Universidad de Murcia, para recopilar la información y dar a conocer este fenómeno, en este caso en el término municipal de Cartagena.

> Consulta otras noticias sobre la lucha contra la trata de personas. 

> Conoce el trabajo de Accem contra la trata.

Abdoulaye: ejemplo de empeño, coraje y ganas de superación

Canarias AccemAbdoulaye es uno de los inmigrantes que llegó a las Islas Canarias en el año 2006. Salió de Senegal a bordo de una patera junto con su hermano y otras personas migrantes que, como él, buscaban un puerto seguro en el que poder desembarcar para labrarse un futuro mejor. Dejó atrás a su familia, con la promesa de reencontrarse en cuanto pudiesen.

La patera en la que viajaban fue rescatada en el mar y tanto él como su hermano fueron internados en un CIE. Tras pasar por Madrid, fueron trasladados a Gijón al informar que tenían un familiar en Asturias, donde fueron atendidos por Accem.

Una nueva adversidad se presentó en la vida de Abdoulaye. A los siete meses de estar en Asturias le fue descubierta una cardiopatía que fue tratada satisfactoriamente, pero que le impedía incorporarse al mercado laboral hasta obtener el alta médica.

Pasaron cuatro años desde que llegó hasta que logró conseguir trabajo, además de por la falta de documentación, por su problema de salud. “En esos años lo que hacía era estudiar, tanto el idioma como cursos formativos para conseguir la inserción laboral”.

Abdoulaye asegura que conseguir el primer contrato significó mucho porque no tenía nada para vivir. “Puede salir del centro en el que estaba acogido y logré alquilar un piso para vivir con mi hermano”.

Fue en la empresa CLN, a través del programa de integración sociolaboral de Accem, donde consiguió este empleo en el que se desempeña en el área de limpieza y mantenimiento desde hace 10 años. “En CLN me ayudaron muchísimo para el tema de papeles y situaciones personales. La empresa ha sido de acompañamiento”.

En Senegal, Abdoulaye trabajaba en chapistería y pintura de coches, pero no veía futuro para poder sostener a su familia. Desde la empresa en la que trabaja, reconocen que ha sido y es un trabajador excelente y que ha aportado mucho valor y lo definen como una persona con mucho empeño, coraje y ganas de superación. “Contratarlo ha servido para derribar estereotipos y falsas creencias sobre personas extranjeras, con diferente cultura y religión”.

Hace unos meses consiguió reunirse nuevamente con su familia en Asturias gracias a la reagrupación familiar.

UE – Frontera Sur: cambian las rutas, pero no la necesidad de emigrar

Cada año, miles de personas intentan llegar hasta los países de la UE en busca de mejores oportunidades para vivir, en busca de seguridad, libertad y prosperidad. La falta de vías reales, legales y seguras para alcanzar ese sueño las obliga a tomar rutas alternativas, a través de viajes muy peligrosos, en los que sus propias vidas e integridad se ponen en grave riesgo y por los que deben pagar un enorme precio en todos los sentidos.

En 2020, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a través del proyecto Flow Monitoring, se registró la llegada por vías irregulares de 95.362 personas a la Unión Europea (datos actualizados a enero de 2021). De este total, 86.042 personas llegaron por vía marítima y 9.320 por tierra. Esta cifra representa el número más bajo de la serie histórica de los últimos cinco años.

Llegadas de personas migrantes a la UE por vías irregulares. Serie histórica 2016-2020

Muchas de las personas que emprenden camino a Europa lo hacen huyendo de la guerra, de situaciones de violencia de las que deben ponerse a salvo, de formas graves de persecución, por sus ideas, sus creencias religiosas, su origen étnico, su género o su orientación sexual, por poner solo algunos ejemplos. Otras muchas inician su viaje dejando atrás situaciones de importantes carencias económicas, desempleo masivo y falta de perspectivas de futuro. Unas y otras causas representan lo que llamamos el ‘efecto expulsión’ que obliga a las personas a migrar. Tomar la decisión de dejar todo atrás no es nunca una decisión fácil.

El sueño es Europa. Pese a sus contradicciones y a las propias desigualdades sociales y económicas que alberga en su interior, la Unión Europea continúa representando en el mapa global una isla de prosperidad y libertades que genera sueños y expectativas, deseos de participar y formar parte. Es este el verdadero ‘efecto llamada’ y no depende de coyunturas concretas ni de medidas específicas de cualquier gobierno de cualquier país europeo en cualquier momento determinado.

Cuando existe un país de destino específico, esa elección, que es más una preferencia, responde a la presencia en ese país de familiares, parientes o amigos que les antecedieron en el viaje, sembrando idénticos sueños de superación; a la existencia de un vínculo histórico o lingüístico consecuencia de un pasado colonial, como ocurre por ejemplo con Francia en gran parte de la migración africana; o de elevados niveles y expectativas de desarrollo económico, como representarían Alemania y el Reino Unido (fuera ya de la UE).

Sin embargo, para alcanzar esa meta, esos países de destino, lo primero es conseguir entrar en territorio europeo. Y cuando es prácticamente imposible hacerlo por vías regulares, como podría ser un simple vuelo en avión, la única opción para los habitantes del sur global es buscarse la vida y atravesar las fronteras por sus propios medios. Por su situación geográfica entre dos mundos tan desiguales, la frontera sur de la UE, la que separa Europa de África, representa uno de los grandes focos de la migración y probablemente la frontera más peligrosa del mundo. Esta frontera, exceptuando los dos enclaves europeos en el continente africano que son Ceuta y Melilla, la constituye de un modo rotundo el mar Mediterráneo.

 

LA FRONTERA SUR DE LA UE: UN MISMO MAPA

Si dividimos geográficamente la frontera sur de la UE, nos encontramos con un Mediterráneo Oriental por el que los migrantes intentan llegar desde Turquía a las costas de Grecia y Chipre; con un Mediterráneo Central para atravesar en dirección a Italia o Malta y con un Mediterráneo Occidental que conduciría a las costas españolas. En este último caso, en la frontera suroccidental de Europa que corresponde a nuestro país, el Mediterráneo se completa con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como con las Islas Canarias, ya en el Océano Atlántico, situadas frente a la costa noroccidental africana.

En 2020, los datos de la OIM nos dicen que la ruta occidental, la dirigida a España, acumuló el 44 % de las llegadas a Europa; Italia concentró el 36 % y Grecia el 15 %. En términos relativos, en comparación con el año anterior (2019), se registró un descenso del 80 % en las llegadas a Grecia, un aumento del 29 % en las llegadas a España y un crecimiento del 198 % en el caso de Italia. Esto es una muestra de que las rutas hacia Europa, como lo es el movimiento humano, son dinámicas, flexibles, cambian, oscilan, se modifican continuamente, en función de múltiples factores. Si algo enseñan los desplazamientos humanos es que, aunque las rutas puedan cambiar, cuando existe la necesidad de migrar siempre se encontrará el camino.

Rutas de llegadas a Europa a través de su Frontera Sur


En clave nacional
, en 2020, y según los datos del Ministerio del Interior, llegaron a España un total de 41.861 personas, de las que 23.023 personas, el 55 % del total, lo hicieron a través de las Islas Canarias, que por tanto concentraron, especialmente en los últimos meses del año, la mayoría de las llegadas a Europa a través de nuestro país. El número de personas que llegaron al archipiélago canario fue muy superior a las 2.687 personas que arribaron a este territorio en 2019, y estuvo acompañado de un descenso del 24 % en las llegadas por vía marítima al resto de España y de una caída del 72 % en las llegadas a través de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla.

Llegadas de personas migrantes a España por vías irregulares 2019-2020

Pero más allá de todos estos datos concretos, es imprescindible incidir que los países del sur de Europa, los países que hacen frontera, son casi siempre estaciones de tránsito, representan únicamente una primera meta en el camino de las personas migrantes. Dentro de estos países fronterizos, y como antesala al continente, existen una serie de islas –e incluso islotes-, que representan los puertos más accesibles, las travesías más cortas: las mejores opciones. Son islas como Lesbos, Samos y Chios en Grecia; Lampedusa en Italia; Malta; o Ibiza, Formentera, las Islas Canarias e incluso la isla de Alborán en España. Todos estos nombres, todos estos enclaves geográficos, dibujan, en este primer cuarto de siglo XXI, un mismo mapa fronterizo de sueños y posibilidades, de alegrías y sufrimientos, donde la UE en su conjunto debe garantizar la protección de los derechos de las personas recién llegadas, la atención humanitaria y también el apoyo a las poblaciones locales que deben asumir el primer esfuerzo de la acogida.