El compromiso de Accem con la salud mental adolescente: prevención, acompañamiento y resiliencia
El 2 de marzo se celebra el Día Mundial del Bienestar Mental en Adolescentes, una fecha señalada con el objetivo de dar luz a los problemas y retos en torno a la salud mental que afectan a las personas en esta etapa clave dentro del desarrollo vital.
Accem, comprometida con el abordaje integral de las diferentes vulnerabilidades de las personas a las que apoyamos, presta una atención específica al bienestar mental de las personas adolescentes y jóvenes a las que acompaña en su proceso de crecimiento y desarrollo personal. Nos fijamos específicamente en esta ocasión en el apoyo psicológico que nuestra organización proporciona en Castilla-La Mancha a los/as jóvenes que participan en el Programa de Autonomía Personal y Preparación para la Vida Independiente (PAP), que presentan en ocasiones este tipo de dificultades, interviniendo más directamente cuando estos obstáculos entorpecen o condicionan su trayectoria hacia la autonomía.
La adolescencia es una fase fundamental en el desarrollo de habilidades emocionales, sociales y cognitivas. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), aproximadamente entre el 10 y el 20% de los y las adolescentes se enfrentan a problemas de salud mental que comienzan antes de los 14 años. La ansiedad y la depresión representan alrededor del 40% de estos trastornos de salud, diagnosticados en jóvenes de entre 13 y 20 años; se observan, asimismo, trastornos por déficit de atención/hiperactividad, alimentarios, de la conducta, de la personalidad, trastorno bipolar, esquizofrenia, autismo o discapacidad intelectual.
Las peores y más trágicas consecuencias de los problemas de salud mental adolescente las encontramos cuando acaban desembocando en suicidio, quinta causa de muerte más frecuente entre los adolescentes de 10 a 19 años. Particularmente, en la franja entre los 15 y los 19 años es la cuarta causa de muerte, sólo después de los accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia interpersonal. En el caso de las chicas adolescentes, el suicidio es la tercera causa de muerte.
En Accem, en Castilla-La Mancha, trabajamos desde diversos prismas con el colectivo de niños, niñas y adolescentes. Desde la gestión de Hogares de Acogimiento Residencial, el Programa y Viviendas de Autonomía Personal y Preparación de la Vida Independiente ya mencionado, Programa Vuela o Programa de Mentoría Juvenil, entre otros, cuidamos de los y las adolescentes, poniendo el foco en la detección y prevención de problemas de salud mental.
Intervención directa en el Programa de Autonomía Personal de Accem en Castilla-La Mancha
María del Carmen Villalobos, psicóloga regional del Programa de Autonomía de Accem en Castilla-La Mancha, cuenta con una amplia trayectoria de trabajo con adolescentes y jóvenes con realidades complejas en las que contar con una buena salud mental y emocional puede ser un eje clave para su desarrollo vital. Villalobos confirma que “los jóvenes con los que se trabaja desde diversos programas en Accem se enfrentan a muchos desafíos debido a su condición de vulnerabilidad, ya sea porque están dentro del sistema de protección infantil o porque, por ejemplo, cuentan con la ausencia de figuras de referencia que proporcionen un apego seguro. Estos condicionantes pueden tener un gran impacto en su autoestima y desembocar en traumas, inseguridad emocional, dificultad para establecer vínculos saludables y falta de apoyo familiar y social”.
Existe, además, consenso en que los factores basados en la experiencia y el entorno influyen en la salud mental de los y las adolescentes, pudiendo representar tanto un riesgo como un factor de protección. Estos factores se dividen en tres esferas: el entorno cercano (hogar y atención), el entorno escolar y comunitario (seguridad y vínculos saludables) y los determinantes sociales a gran escala (pobreza, desastres, conflictos y discriminación). Además, se sabe que la salud mental está vinculada a momentos críticos en el desarrollo del cerebro, pudiendo verse afectada por experiencias adversas como el maltrato y la violencia. Las investigaciones muestran que al menos cuatro experiencias adversas en la infancia están asociadas con mayores riesgos de problemas de salud mental, abuso de sustancias y violencia.
El apoyo psicológico de Accem se brinda tanto de manera individual como grupal, adaptándose a las necesidades de los jóvenes. La psicóloga trabaja directamente con los participantes que enfrentan dificultades emocionales, ofreciendo atenciones presenciales y en línea. Además, organiza talleres grupales trimestrales sobre temas como la autoestima, ansiedad y autoconocimiento, promoviendo la reflexión y el acceso al apoyo psicológico. Su trabajo también incluye asesoramiento a los profesionales del programa para ajustar las intervenciones y asegurar que las necesidades emocionales de los jóvenes sean atendidas adecuadamente.
Sufrir problemas de salud mental en la etapa de la adolescencia puede tener graves consecuencias para las personas, tanto a corto como a largo plazo. Estas consecuencias pueden manifestarse en forma de afectación en el rendimiento académico, sensación de aislamiento, baja autoestima y conflictos con amigos y familiares. Todas estas ellas pueden ser un intento de lidiar con el malestar emocional que experimentan. Si no se tratan a tiempo, los problemas de salud mental pueden persistir en la adultez, con repercusiones graves en la vida laboral, familiar y personal. Otras derivaciones llegan en forma de trastornos como la depresión, ansiedad o problemas de la conducta que pueden volverse crónicos y difíciles de manejar. También el estigma social, los adolescentes que padecen problemas de salud mental pueden enfrentar estigmatización, lo que puede empeorar la situación al generar vergüenza, incomodidad y miedo al rechazo por parte de sus compañeros.
Según afirma Villalobos, “el bienestar mental adolescente es clave para un desarrollo saludable y se puede promover mediante diversas medidas de prevención. Es esencial proporcionar herramientas a los y las jóvenes que les acerque al autoconocimiento, a reducir el estrés y gestionar sus emociones”. También resulta fundamental contar con una red de apoyo conformada por familiares, amigos y profesionales, que les proporciona la seguridad y el respaldo necesarios para enfrentar desafíos. El desarrollo de la resiliencia y el empoderamiento ayuda a los y las adolescentes a enfrentar adversidades con confianza. Asimismo, una alimentación equilibrada y ejercicio físico regular mejoran tanto la salud física como emocional. Por último, es importante acompañar a los adolescentes en la toma de decisiones, brindándoles orientación para que puedan elegir de manera consciente y responsable.
Desde Accem seguimos trabajando en nuevas estrategias y proyectos que contribuyen al bienestar integral de los adolescentes, favoreciendo su crecimiento emocional, físico y social, y preparándolos para una vida adulta sana y equilibrada.