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Sin vías seguras y legales, el contador de muertes evitables en el mar continuará activo

  • La ruta canaria está siendo una de las más mortíferas: en 2020, un total de 1.417 personas perdieron la vida y 2021 apunta a superar esa cifra.
  • Aumenta el número de mujeres, niñas y niños que arriesgan su vida para alcanzar Europa a través de esta vía.

Durante la época estival es común el aumento del número de llegadas de personas migrantes por la vía marítima. Lo que resulta alarmante es ver cómo miles de personas continúan arriesgando sus vidas en una de las rutas de migración más mortíferas: la ruta canaria. Según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior hasta el 15 de agosto, han llegado a Canarias por mar 8.222 personas migrantes, un 144 % más que en el mismo período en 2020.

Lo que preocupa aún más es la cantidad de personas que desaparecen o mueren en el camino. En el primer semestre de 2021 ya la OIM, a través de su proyecto Missing Migrants, alertaba de un incremento y cifraba en 250 las vidas perdidas en esta ruta. Sin embargo, con el aumento de viajes en los últimos meses ya son casi 500 las muertes de personas en la ruta canaria, aunque no deja de ser una estimación mínima, puesto que resulta imposible tener datos exactos de las muertes de personas migrantes en el mar.

Este mes está siendo realmente trágico y doloroso para las personas que se juegan la vida con el deseo de alcanzar Europa en busca de sueños alejados de la pobreza, de las persecuciones o de la violencia. Se ha conocido que solo en esta ruta, durante agosto, habrían muerto al menos 91 personas y otras tantas están desaparecidas.

Más mujeres, niños y niñas se arriesgan en la ruta canaria

También destacan el aumento del número de mujeres, niñas y niños en estos viajes. Entre las personas fallecidas este año en esta ruta se han contabilizado 65 mujeres y 27 niños y niñas, unos perfiles en situaciones de mayor vulnerabilidad y para quienes estos trayectos entrañan mayores riesgos y peligros.

La falta de vías legales, seguras y reales deja estas terribles consecuencias a través de las diferentes rutas tomadas por las personas migrantes como única alternativa para intentar llegar a Europa. Mientras que en todo 2020 la cantidad de vidas perdidas fue de 1.417, en lo que llevamos de este 2021 se han contabilizado 1.311 muertes, un dato con el que ya se puede prever que este año será aún más trágico.

Urge una colaboración internacional para prevenir que se sigan dando estas situaciones tan dramáticas, en las que cada vez hay un mayor número de mujeres, niñas y niños. Sin vías legales para que las personas migrantes puedan emprender viajes seguros, el contador de fallecimientos evitables continuará activo. La movilidad humana siempre ha existido y sabemos que el cierre o control de rutas no son soluciones duraderas. Del mismo modo, así como es necesario salvar vidas y evitar la peligrosidad del viaje, también es necesaria la atención de las personas que llegan, identificar las situaciones de vulnerabilidad y ofrecer protección internacional a las personas que lo requieran.

La discriminación múltiple que sufre la mujer inmigrante

Participamos en una mesa redonda dentro de las actividades por el Día de la Mujer del Ayuntamiento de Valdepeñas (Ciudad Real).

En el marco de las actividades organizadas por el Día Internacional de la Mujer, dentro del marco del II Plan de Igualdad Municipal (2018- 2021), el Ayuntamiento ciudadrealeño de Valdepeñas organizó la charla “Mujer y Discriminación Múltiple”, que contó con la presencia de la responsable del Programa de Asistencia a Víctimas de Discriminación por origen racial o étnico de Accem, a la que se sumó la responsable provincial de Fundación Secretariado Gitano de Ciudad Real y la responsable del área de mujer de CERNI.

El Centro Cultural “La Confianza” acogió un interesante debate en el que se expusieron diferentes situaciones discriminatorias que padecen las mujeres de origen no nacional, las mujeres gitanas y las mujeres con discapacidad. La jornada fue inaugurada por María del Mar Marqués, concejala de Servicios Sociales.

En la exposición planteada por la responsable del programa de Accem, Esther Peña, hizo mención a la discriminación múltiple de la mujer extranjera, por su género y origen diverso, y a la importancia de poder plantear medidas que tengan en cuenta la transversalidad de género para superar estas brechas. Dentro del marco contextual que marca la discriminación, en la que se entiende como una práctica ya normalizada en múltiples espacios, poco visible a la sociedad, con un marco normativo desconocido y una obligación del estado de derecho de crear legislación en igualdad de trato, Esther Peña añadió el desconocimiento por parte de las víctimas de las opciones con las que cuentan, la dificultad para reportar los incidentes, el aumento de manifestaciones racistas y las nuevas formas de racismo que se dan con las nuevas tecnologías.

Desde esta premisa, la apuesta de Accem bajo el amparo del 8 de marzo nos lleva a enfocar nuestra mirada sobre la mujer en su diversidad de origen y condición (refugiada, víctima de trata, menor no acompañada…) analizando distintas situaciones en la sociedad de acogida, y abogando por la igualdad real y efectiva de derechos y libertades de estas como sujeto individual, corrigiendo la invisibilidad, logrando una ciudadanía inclusiva de todas ellas.

La realidad estadística señala que casi la mitad de la población inmigrante son mujeres (46%). De esta población, muchas de las mujeres que trabajan lo hacen en el servicio doméstico, cuidando mayores y menores, alejadas del espacio publico y siendo más vulnerables a sus derechos como trabajadoras, en muchas ocasiones con cargas familiares (tanto en España y/o en sus países de origen, o incluso en otros países) y con múltiples obstáculos y dificultades administrativas para su incorporación laboral.

Siguiendo con las estadísticas, la pobreza en España indica que tiene rostro de mujer inmigrante, que los cuidados siguen estando confinados en el ámbito privado, dándose episodios de abusos laborales y sexuales en algunas situaciones.

Desde esta realidad, Accem, además de la atención integral que desarrolla con la población inmigrante, de los servicios de mediación intercultural y las acciones de participación comunitaria, lleva a cabo el Programa de Asistencia a Víctimas de Discriminación por origen racial o étnico, que ofrece apoyo, información, asesoramiento y defensa legal ante situaciones discriminatorias y/o constitutivas de delitos de odio. Durante la charla, se ejemplificaron situaciones de discriminación por origen racial, atravesadas por la condición de mujer y las dificultades a las que se enfrentan.