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Accem está trabajando en la acogida de emergencia en Canarias ante el aumento de llegadas de personas por vía marítima

Ante el repunte de llegadas de personas migrantes a las costas de Canarias, a través de vías y embarcaciones inseguras, Accem está trabajando en la acogida de emergencia desde los dispositivos que, dependientes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, gestiona en el archipiélago en las islas de Tenerife y Lanzarote en todo lo relacionado con la atención social especializada.

Actualmente, estamos albergando a alrededor de 1.700 personas en el dispositivo de Las Raíces, en la isla de Tenerife; a cerca de 400 personas en el dispositivo de Las Canteras, también en Tenerife, y a 220 personas en el centro de acogida de Montaña Mina, en la isla de Lanzarote.

Según las cifras hechas públicas por el Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2023, han llegado a Canarias un total de 11.439 personas, que suponen un 7,5 % más que en el mismo período del año anterior. Este repunte en el número de llegadas se está produciendo desde el mes de agosto, pues hasta ese momento la tendencia del año era la inversa, con un descenso del 11 % observado hasta el 31 de julio en la ruta canaria. En este último fin de semana, han arribado a las Islas más de 1.300 personas a bordo de al menos 21 embarcaciones.

Accem trabaja en la acogida de emergencia en Canarias desde el año 2021, cuando se hizo necesario reforzar a través del Plan Canarias la respuesta estatal, en colaboración con las organizaciones sociales especializadas, a una situación de emergencia humanitaria, tras la llegada en 2020 de un total de 23.000 personas a costas por vías inseguras y en circunstancias muy precarias.

La acogida en estos dispositivos se hace siempre bajo el enfoque de estar dando respuesta a una situación de emergencia humanitaria: miles de personas están llegando cada año en situación límite a las costas canarias desde el continente africano, en situación desesperada por la falta de vías legales y seguras para la migración. Esta situación no se reduce al archipiélago canario, sino que se extiende al conjunto de la frontera sur de la UE, modificándose los flujos de las diferentes rutas en función de múltiples factores variables.

La ausencia de vías legales y seguras aumenta exponencialmente la peligrosidad del viaje. Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones, en el primer semestre de 2023 murieron en el camino a Europa al menos 1.997 personas, de las cuales 225 personas perdieron su vida en su travesía hacia España y 126 de ellas en la ruta canaria. Sin embargo, estas cifras de muertes y desapariciones confirmadas son con toda seguridad inferiores a la cifra real.

 

El primer semestre del año cierra con 1.997 personas muertas en la frontera sur, un incremento del 32% respecto a 2022

Al menos 1.997 personas han perdido la vida o han desaparecido en la frontera sur de la Unión Europea en lo que llevamos de 2023. Son los datos que se extraen del proyecto Missing Migrants Project, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La cifra es, sin duda, preocupante, ya que, comparada con el primer semestre de 2022, supone un aumento del 32 %, dado que en los seis primeros meses del pasado año se registraron 1.418 fallecimientos o desapariciones en estas rutas. La cifra total de 2022 se situó en 2.925 personas.

Siempre teniendo en cuenta que, cuando hablamos de muertes en las peligrosas travesías de la frontera sur de la UE, se trata de datos estimados, normalmente a la baja, cabe especificar que, en la ruta mediterránea, han muerto o desaparecido 1.871 personas en lo que llevamos de año (de los cuales, 78 niños y niñas), un incremento del 69 % comparando con el primer semestre de 2022, cuando la cifra se situó en 1.108 personas. En el conjunto del año pasado, fallecieron 2.406 personas en estas travesías, por lo que el dato de los seis primeros meses de 2023 ya se acerca preocupantemente al del conjunto de 2022.

 

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA FRONTERA SUR DE LA UE
ENERO – JUNIO 2023

 

La ruta del Mediterráneo central, la más mortífera

Especificando por rutas mediterráneas, la occidental (la que se dirige a España) acumula 99 fallecimientos en 2023, mientras que la oriental (que se dirige principalmente hacia la costa sur y este de Grecia) suma 48 fallecimientos y la del Mediterráneo central (enfocada a Italia y la costa oeste de Grecia), acumula 1.724 fallecimientos o desapariciones, entre los que destaca el naufragio de una embarcación el pasado 14 de junio que dejaba a alrededor 596 personas muertas o desaparecidas en el mar.

 

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA MEDITERRÁNEA
EVOLUCIÓN HISTÓRICA

 

Por ello, como en años anteriores, podemos concluir que la ruta mediterránea continúa siendo, en lo que llevamos de 2023, la más mortífera para las personas migrantes y refugiadas que intentan llegar a países de la UE. De hecho, la cifra de 1.871 personas fallecidas o desaparecidas es superior a la de todo 2020 (1.449) y se acerca a la del conjunto de 2019 (1.885).

Más concretamente, al igual que en años anteriores, la ruta mediterránea central, la que conecta países del norte de África como Túnez, Libia y Argelia con otros del sur de la UE, como Italia, Malta e incluso Grecia, se mantiene como la más peligrosa en cuanto a número de personas fallecidas o desaparecidas. En lo que llevamos de 2023, han muerto 1.724 personas, situándose como la cifra más elevada desde 2017, pese a haber transcurrido solamente seis meses del presente año.

 

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA MEDITERRÁNEA CENTRAL
EVOLUCIÓN HISTÓRICA (2023, datos hasta junio)

 

La frontera sur española

Por otra parte, en la conocida como ruta canaria o ruta atlántica, han perdido la vida al menos 126 personas en lo que llevamos de año (de las cuales, seis niños y niñas), frente a las 310 de los seis primeros meses del año pasado, lo cual supone un descenso de alrededor del 60 %.

 

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LAS RUTAS MARÍTIMA HACIA LA UE
ENERO – JUNIO 2023

 

Esta cifra sigue la tendencia de descenso del año anterior, 2022, cuando se registraron en todo el año 560 muertes en esta ruta. Hay que tener en cuenta que los años anteriores a este (2021 y 2020), las cifras fueron mucho más elevadas, situándose en 1.126 y 877 personas muertas o desaparecidas, respectivamente.

 

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA ATLÁNTICA – ISLAS CANARIAS
EVOLUCIÓN HISTÓRICA (2023, datos hasta junio)

 

Si aglutinamos las cifras de las rutas que se dirigen a nuestro país (la atlántica y la mediterránea occidental), la cifra total se sitúa en 225 personas fallecidas o desaparecidas en su travesía hacia España durante 2023. En comparación, los seis primeros meses de 2022 dejaron 560 fallecimientos en estas rutas, por lo que se ha producido un decremento de alrededor del 60%.

 

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA FRONTERA SUR DE ESPAÑA
ENERO – JUNIO 2023

 

Caminando Fronteras

Existen diferentes cifras y estimaciones sobre las muertes y desapariciones de personas en la frontera sur de la UE. La organización Caminando Fronteras también ha publicado datos propios de fallecimientos de personas que intentaban llegar a España. En su Informe monitoreo del derecho a la vida, relativo al primer semestre de 2023, la entidad cifra en 951 las víctimas en las rutas de acceso a nuestro país entre enero y junio del presente año, un dato inferior al de 2022, cuando la organización estimó en 2.390 los decesos en la frontera sur española.

Según Caminando Fronteras, la ruta más mortífera de acceso a España durante el primer semestre de 2023 ha sido la ruta canaria, en la que habrían desaparecido o perdido la vida 778 personas. En la ruta argelina, que tiene como destino la costa oriental de la península, habrían perdido la vida 102 personas, mientras que el la ruta de Alborán lo hicieron 21 personas y en la ruta del Estrecho, 50 personas. Otro dato destacable del informe de esta entidad pasa por los meses en los que se acumulan más tragedias. Según estos datos, junio ha sido el peor mes en lo que llevamos de año, con 332 víctimas, seguido de febrero, con 237.

Vías legales y seguras

Ante estas cifras, que muestran que las tragedias en las rutas que se dirigen hacia la UE se siguen produciendo e incluso incrementándose, desde Accem insistimos en la necesidad de que se establezcan vías legales y seguras para que las personas refugiadas y migrantes puedan acceder de forma segura a territorio europeo sin tener que poner su vida en riesgo.

 

Frontera Sur: preocupación ante el estado de emergencia en Italia

A raíz de la declaración del estado de emergencia en Italia, desde Accem mostramos nuestra preocupación ante la deriva de las intervenciones en políticas migratorias que se están produciendo. Nos preocupa la criminalización de personas, el uso del lenguaje defensivo para tratar el tema y la creación de una alarma social que puede devenir en el recorte de acceso a derechos de las personas migrantes y refugiadas. Queremos subrayar la obligación ética y el compromiso con los derechos humanos que supone atender a personas que llegan a nuestras fronteras y países. Especialmente de las que llegan a través del mar, permitiendo a las embarcaciones su llegada a puertos seguros. 

Por desgracia, hemos visto episodios en los que Italia o Malta han rechazado el atraque de este tipo de buques y por lo tanto la ayuda al salvamento, lo que consideramos inadmisible. Ante esto, incidimos en la necesidad de garantizar la asistencia humanitaria a las personas que acceden a territorio europeo a través de cualquier punto del continente, así como el acceso al derecho a solicitar asilo de todas las personas que llegan a Europa, para lo que es imprescindible un trato individualizado que comprenda, entre otras cosas, asistencia sanitaria y asesoramiento letrado.

El tratamiento de la cuestión migratoria a través de iniciativas como la puesta en marcha del estado de emergencia en Italia, con la expresa voluntad de acelerar las repatriaciones, pone en peligro estos derechos. Recordamos el principio de no devolución que impone la Convención de Ginebra del Estatuto del Refugiado, firmada por todos los socios de la UE de garantizar que no se devuelve a personas a países donde su vida corra peligro. Tememos que la aceleración de las repatriaciones anunciada por el Gobierno italiano lleve consigo una erosión del principio de no devolución. Recordamos, además, que para llevar a cabo las repatriaciones deben existir tratados vigentes con los países de origen o de tránsito, para garantizar un contexto de seguridad de las personas repatriadas. Asimismo, recordamos la importancia de proteger a las personas con mayores vulnerabilidades, como los menores de edad, las víctimas de trata o personas LGTBI que huyan de zonas donde se las persigue. La falta de un tratamiento individualizado y un análisis profundo de los casos puede suponer vulneraciones para estas personas.

Desde Accem recordamos cómo la reacción a la crisis humanitaria provocada por la guerra de Ucrania ha demostrado que la Unión Europea es capaz de dar una respuesta conjunta y solidaria para las personas que huyen de conflictos y situaciones de inestabilidad política en sus países. Desde febrero de 2022, se ha dado atención, acogida y respuesta a un flujo de entre 4 y 5 millones de personas ucranianas, lo que demuestra que cuando existe voluntad política, se puede dar una respuesta adecuada a la llegada de personas. Pedimos,  por tanto, a las autoridades europeas, que se habiliten vías legales y seguras para hacer frente al fenómeno migratorio cumpliendo con los derechos humanos y que se actúe de forma inmediata y real para no solo promover politicas que generen un tratamiento de las cuestiones vinculadas a la inmigración y el asilo desde ese punto de vista sino para impedir lo que se encamine hacia acciones contrarias y generen polarización social y discriminación.

Al menos 2.925 personas murieron en 2022 cuando intentaban atravesar la frontera sur de Europa

En el año 2022 murieron en la frontera sur de la Unión Europea al menos 2.925 personas, según los datos recopilados a través del proyecto Missing Migrants Project de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En el área mediterránea fallecieron o desaparecieron, intentando atravesar las fronteras europeas, al menos 2.365 personas, la mayoría de ellas ahogadas en el mar. Esta cifra constituye el más elevado número de muertos en la zona contabilizados por la OIM desde el año 2017. Entre las personas muertas y desaparecidas se detectaron, al menos, 114 niños y niñas. 

En la ruta atlántica, la que separa las costas de África Occidental con las Islas Canarias, habrían muerto o desaparecido al menos 560 personas, entre ellas 22 niños y niñas.

Como siempre hay que subrayar cuando se abordan los datos de las muertes en las peligrosas travesías hacia Europa que emprenden las personas migrantes, tenemos que hablar de datos estimados, con toda probabilidad a la baja, sobre el total de víctimas de las migraciones y el sistema de fronteras.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE

 

Si aglutinamos los datos de las dos rutas que se dirigen hacia España, la ruta occidental del Mediterráneo y la ruta atlántica hacia Canarias, tenemos la cifra de al menos 1.163 personas muertas o desaparecidas en el intento de conseguirlo.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE ESPAÑA

El Mediterráneo Central, la ruta más mortífera hacia Europa

Como decíamos, en el año 2022 murieron en el arco mediterráneo 2.365 personas, la cifra más elevada desde 2017. El año anterior, 2021, murieron 2.062 personas. El peor año, desde que la OIM comenzó con este proyecto de monitoreo de las víctimas de las migraciones, fue 2016, cuando se documentaron la muerte o desaparición de 5.136 personas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA MIGRATORIA
EN EL ÁREA DEL MEDITERRÁNEO. SECUENCIA HISTÓRICA

La ruta más mortífera, en la que se registraron mayor número de muertos y desaparecidos, fue la del Mediterráneo Central, que se dirige desde países como Libia o Túnez en dirección a Italia o Malta. Se registraron en esta ruta un total de 1.385 personas muertas o desaparecidas en 2022, entre ellas 66 niños/as.

A continuación aparece la ruta del Mediterráneo Occidental, que conduce a España desde el norte de África, desde territorio de Marruecos y Argelia, en dirección tanto a la Península Ibérica, como a las Islas Baleares o las ciudades de Ceuta y Melilla. En esta área geográfica murieron o desaparecieron en 2022 al menos 603 personas, entre las que se detectaron 16 niños/as. En estos datos también se recogen las muertes en la frontera terrestre entre Marruecos y España en Ceuta y Melilla, como los trágicos hechos que se produjeron el pasado 24 de junio, cuando varias decenas de personas (en un número que no se ha podido determinar con certeza) murieron cuando intentaban superar la valla fronteriza y eran repelidos por las fuerzas de seguridad.

En el Mediterráneo Oriental murieron o desaparecieron en 2022 un total de 376 personas. Al menos 32 fueron identificados como menores de edad. Esta ruta  conduce principalmente desde Turquía hacia las costas de Grecia, pero también en menor medida hacia Chipre y Bulgaria.

Este terrible recuento de las víctimas del sistema de fronteras en el sur del continente europeo se completa con las 560 personas que murieron o desaparecieron en la ruta atlántica, la que desde las costas de África Occidental se dirige a las Islas Canarias. Entre ellas se contabilizaron 22 niños y niñas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE POR RUTAS MIGRATORIAS
 

Siempre según los datos de la OIM, el número de personas muertas y desaparecidas se habría reducido sensiblemente en la ruta atlántica con respecto al año anterior, cuando se alcanzó la cifra de 1.126 personas muertas y desaparecidas documentadas por la OIM. Sin embargo, se mantiene en cifras muy elevadas, como demuestra la siguiente serie histórica.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022 EN LA RUTA MIGRATORIA
ATLÁNTICA ÁFRICA-ISLAS CANARIAS. SECUENCIA HISTÓRICA 

Todos estos datos han sido extraídos del proyecto Missing Migrants de la OIM, organismo dependiente de las Naciones Unidas. Desde 2014, este proyecto ha contabilizado un total de 53.213 personas migrantes muertas y desaparecidas en todo el planeta.

Caminando Fronteras recoge un número mayor de fallecidos y desaparecidos

Existen, sin embargo, más organizaciones y proyectos que están dando testimonio de la dimensión de la tragedia humanitaria que se vive en la frontera sur de Europa. Es el caso de la organización Caminando Fronteras, cuyo Observatorio de Derechos Humanos ha elaborado el informe Derecho a la Vida – Año 2022. Según sus datos, en 2022 habrían muerto intentando llegar a España al menos 2.390 personas. Un año antes, en 2021, habrían sido 4.639 las personas muertas y desaparecidas.

Caminando Fronteras monitorea las diferentes rutas de camino a España. Según el desglose que ofrecen en su informe, un total de 1.784 personas murieron en la ruta canaria; 464 fallecieron en la ruta argelina (que desde las costas argelinas se dirige hacia las Islas Baleares y la costa de Levante); 75 en el mar de Alborán (que desde el norte de Marruecos alcanza la costa situada entre Málaga y Almería) y 25 personas se dejaron la vida en el Estrecho (que cruza el Estrecho de Gibraltar para llegar a las costas de Cádiz). A ellas se unirían 42 personas que habrían muerto en rutas terrestres de acceso a España en la frontera de Ceuta y Melilla, entre las que 40 corresponden a los gravísimos hechos del 24 de junio en la frontera entre Nador y Melilla. Según el informe de Caminando Fronteras, entre las víctimas de las rutas migratorias en dirección a España habría 101 niños y niñas y 288 mujeres.

Vías legales, reales y seguras para las personas migrantes

Ante esta tragedia repetida año a año en la frontera sur de Europa, desde Accem defendemos la habilitación de vías legales, reales y seguras para las personas migrantes que sean efectivas para pararla, para evitar que miles de personas no tengan más opción para llevar a cabo su proyecto migratorio que recurrir a viajes muy peligrosos y arriesgados en los que muchas personas pierden la vida.

> Accede al comunicado de Accem con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes.

Por una solución humanitaria urgente para las 985 personas a la espera de puerto seguro en el Mediterráneo Central

Desde Accem reclamamos hoy una solución humanitaria urgente para las 985 personas migrantes que esperan actualmente en el Mediterráneo Central a bordo de tres barcos de diferentes ONG el permiso de las autoridades de Italia y Malta para poder atracar. Tomamos la palabra para pedir que se permita desembarcar en los puertos seguros más cercanos a estas personas que tras embarcarse en la peligrosa travesía del Mediterráneo Central desde las costas del norte de África fueron salvadas por unas organizaciones humanitarias presentes en el mar ante la inacción de los gobiernos de los Estados y la Unión Europea.

Pedimos una acción coordinada desde la UE encaminada al rescate y salvamento de las personas que intentan cruzar el Mediterráneo, el Egeo o el Atlántico de forma desesperada para tratar de alcanzar territorio europeo. Una acción coordinada y eficaz que salve vidas y que ponga en primer lugar el respeto y salvaguarda de los derechos humanos. Y mientras se pone en marcha esta necesaria acción común, exigimos que se facilite su labor a las organizaciones humanitarias, disponiendo los medios adecuados para que puedan llevar a cabo su misión de rescate y facilitando su llegada y acogida en los puertos europeos más cercanos al rescate.

Pedimos asimismo al Gobierno de España que se implique activamente en la resolución de esta situación, desde las posibilidades de interlocución y recursos a su alcance. Finalmente, reclamamos una vez más la habilitación de vías reales, legales y seguras para alcanzar Europa para las personas refugiadas y migrantes que hagan posible que no tengan que buscar formas tan desesperadas y peligrosas de intentarlo.

En estos momentos, 572 personas esperan en el mar, a bordo del barco Geo Barents de Médicos Sin Fronteras. Otras 234 personas aguardan en el barco Ocean Viking, de la ONG SOS Mediterranée en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Finalmente, 179 personas, entre ellas más de 100 menores, esperan en el barco Humanity One, de la ONG SOS Humanity, el permiso para atracar en puerto. Las tres embarcaciones han solicitado permiso a las autoridades de Italia y Malta, los dos países más cercanos, sin haber recibido hasta el momento respuesta positiva.

Según los últimos datos hechos públicos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde enero de 2021 han muerto intentando llegar a Europa al menos 5.684 personas, aunque probablemente serán muchos más, por todos los naufragios y desaparecidos que nunca son registrados. Entre los fallecidos contabilizados, 2.836 personas murieron en la ruta del Mediterráneo Central que, desde las costas de Libia o Túnez, se dirige hacia Malta o Italia.

 

Día Internacional del Migrante – Vías legales y seguras, respeto a los DD.HH. y protección de niños, niñas y adolescentes no acompañados

Un año más, en este Día Internacional del Migrante, nos sentimos en el compromiso ineludible de exigir la habilitación urgente de vías efectivas, legales y seguras para que las personas refugiadas y migrantes puedan llegar a territorio de la Unión Europea y, por tanto, también a España.

En 2021, y hasta el 10 de diciembre, han muerto más de 4.400 personas migrantes en todo el mundo. Más de la mitad se han dejado la vida en las fronteras exteriores de la Unión Europea. El Mediterráneo Central, con más de 1.300 personas muertas y la ruta atlántica hacia las Islas Canarias, con cerca de un millar de personas fallecidas, constituyen las rutas más mortíferas.

La consecuencia de un sistema global marcado por la desigualdad y por el cierre de fronteras es que estas se configuran como espacios en los que las vidas humanas corren peligro, donde los derechos humanos no son respetados ni protegidos. Las personas migrantes, atrapadas entre esas líneas reales o imaginarias, se convierten en moneda de cambio y en arma arrojadiza al servicio de los intereses económicos y políticos, despojándolas del valor incalculable de su vida y su dignidad. Es necesario llevar a cabo un esfuerzo integral para garantizar la salvaguarda escrupulosa de los derechos humanos en las fronteras nacionales y de la Unión Europea.

En el caso de España, si hablamos de fronteras, es necesario hablar de Ceuta y Melilla, únicos enclaves terrestres fronterizos entre Europa y África. Desde Accem, seguimos observando con gran preocupación las prácticas que se llevan a cabo para la devolución a Marruecos de personas que intentan el acceso a territorio español. Nos preocupa que estos procesos se lleven a cabo sin las obligadas garantías, sin la atención e información personalizada sobre sus derechos y opciones, sin el acceso a asesoramiento jurídico y a la solicitud protección internacional y sin el derecho a tener intérprete.

Esta preocupación se acentúa en el caso de las y los menores sin acompañamiento adulto y por eso en Accem nos hemos sumado a las organizaciones para pedir la suspensión de sus devoluciones al país vecino. A la observación escrupulosa de la legalidad nacional e internacional, es decir primar la protección del interés superior del menor y de los derechos de la infancia, debe sumarse poder realizar una pormenorizada escucha y atención a situaciones de especial vulnerabilidad y desamparo.

Al hilo de esto, en Accem queremos también reconocer el positivo avance que ha supuesto la reforma del reglamento de Extranjería, que va a facilitar sensiblemente la vida de muchos/as menores y jóvenes migrantes en los procesos burocráticos de obtención y renovación de los permisos de trabajo y residencia. La simplificación y agilización de estos procesos va a redundar en el bienestar de estos jóvenes y en facilitar sus procesos de inclusión y conquista de la autonomía. Esta ha sido sin duda una buena noticia, largamente esperada, en este año.

Desde nuestro punto de vista, la mejora pendiente es la regulación de los procedimientos para la determinación de la edad de las y los menores afectados. Actualmente, no existe una regulación clara, lo que permite dejar el campo abonado a la arbitrariedad y a criterios muy discutibles, como es el caso de las pruebas oseométricas, que proporcionan una horquilla de edades, amplia e imprecisa. Esto no puede constituir la base para tomar una decisión tan trascendental como es la determinación de la minoría o no de edad. Los procedimientos para esta determinación deben ser fiables y garantistas para la protección de la infancia por lo que debe prevalecer la existencia de documentación sobre los resultados de estas pruebas.

Por último, recordar algo que en Accem nos preocupa especialmente: la extensión y naturalización social del discurso de odio contra las personas migrantes y, particularmente, contra los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, un colectivo en situación de extrema vulnerabilidad que está siendo sometido a una campaña de acoso, persecución y estigmatización insoportable en los últimos años. No podemos acostumbrarnos a este señalamiento tan doloroso, injusto e injustificado. No nos cansaremos de repetirlo: son niños, niñas y adolescentes, que tienen derechos y necesitan protección.

La mayor tragedia en el Canal de la Mancha vuelve a reflejar de forma cruel un sistema de fronteras que pisotea los derechos humanos

En las últimas horas se ha producido en el Canal de la Mancha la mayor tragedia migratoria de la que se tiene noticia hasta la fecha en esta frontera que separa en aguas atlánticas a Francia y el Reino Unido. Al menos 27 personas han fallecido en el naufragio de su embarcación cerca de la ciudad francesa de Calais, cuando intentaban alcanzar las costas británicas.

En aguas atlánticas, pero en la frontera sur europea que separa Marruecos de las Islas Canarias, al menos 14 personas habrían muerto en los últimos días mientras se dirigían hacia territorio europeo, según han denunciado desde las ONG Alarm Phone y Caminando Fronteras. La embarcación llevaba tres semanas a la deriva.

En otro territorio fronterizo, en este caso en la frontera entre Bielorrusia por una parte y Polonia, Lituania y Letonia por otro, más de una decena de personas han fallecido en lo que va de año en su tránsito migratorio.

Estos hechos están conectados por una misma realidad: la existencia de un sistema de fronteras que pisotea los derechos humanos, que pasa por encima de las personas y que no toma como prioridad la salvaguarda de la vida de las personas refugiadas y migrantes. Intereses económicos y tensiones y conflictos de carácter geopolítico sustentan un sistema de fronteras que no respeta la vida y en el que se llega a instrumentalizar a las personas migrantes como arma arrojadiza, depreciando sus derechos, su dignidad, su sufrimiento y su vida.

Desde Accem insistimos una vez más en la necesidad de habilitar y facilitar vías reales, legales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. Al tiempo, reclamamos un compromiso internacional firme, que comience por la Unión Europea y todos sus miembros, incluida España, para garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas que transitan las fronteras, así como el ejercicio de sus derechos en virtud de los acuerdos internacionales vigentes.

Casi 2.000 muertes documentadas de personas migrantes en la frontera sur de Europa en 2021

En lo que llevamos de 2021 han fallecido intentando llegar a Europa a través de su frontera sur un total de 1.937 personas, una desgraciada cifra que se acerca a las 2.271 personas cuya muerte se documentó en todo 2020 por el proyecto Missing Migrants de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Como siempre hay que hacer constar cuando se trata de las víctimas de la migración en las fronteras marítimas, estas cifras son realmente solo una estimación referida a los accidentes que se han podido confirmar o sobre los que existe mayor información. El número de víctimas será seguramente superior. Del mismo modo, estas cifras no son definitivas, pues registrarán en semanas y meses sucesivos algún reajuste en función de la información recabada.

Desde Accem continuamos y continuaremos reclamando la necesidad de que se establezcan y se hagan efectivas vías reales, legales y seguras para las migraciones, al tiempo que se trabaja en la raíz del problema, en los factores que obligan a las personas a verse en la necesidad de tomar la decisión de migrar en condiciones inseguras, poniendo en riesgo la propia vida y la integridad personal.

Las diferentes rutas del Mediterráneo y la ‘ruta canaria’ en el Atlántico

En el mar Mediterráneo han muerto o desaparecido hasta la fecha un total de 1.369 personas mientras intentaban alcanzar territorio europeo a fecha 20 de septiembre de 2021, según Missing Migrants. En 2020, el número total de personas fallecidas en el Mediterráneo que se pudo registrar fue de 1.422 personas, por lo que todo parece indicar que, desgraciadamente, se superarán estos datos. 

La ruta más mortífera continúa siendo la del Mediterráneo Central, que une las costas africanas de Libia o Túnez con Italia y Malta, en la que se han dejado la vida en lo que va de año 1.114 personas. En la ruta occidental, que se dirige a las costas españolas desde Argelia y Marruecos, las víctimas han sido 238 personas; finalmente, en la ruta oriental, que se dirige a Grecia o Chipre, han muerto 17 personas en 2021. 

Por otra parte, en la ruta migratoria que une África Occidental con Europa a través de las Islas Canarias han fallecido hasta la fecha un total de 568 personas. En todo 2020 murieron en la misma ruta 849 personas.

Las muertes en la frontera sur de Europa no son una catástrofe natural, no son sucesos inevitables. Son muertes que se pueden prevenir y evitar. El sufrimiento acumulado es insoportable y es obligación de todos los actores sociales y políticos, en el ámbito estatal y europeo, trabajar para habilitar las medidas efectivas que terminen con esta tragedia desgraciadamente cotidiana.

Sin vías seguras y legales, el contador de muertes evitables en el mar continuará activo

  • La ruta canaria está siendo una de las más mortíferas: en 2020, un total de 1.417 personas perdieron la vida y 2021 apunta a superar esa cifra.
  • Aumenta el número de mujeres, niñas y niños que arriesgan su vida para alcanzar Europa a través de esta vía.

Durante la época estival es común el aumento del número de llegadas de personas migrantes por la vía marítima. Lo que resulta alarmante es ver cómo miles de personas continúan arriesgando sus vidas en una de las rutas de migración más mortíferas: la ruta canaria. Según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior hasta el 15 de agosto, han llegado a Canarias por mar 8.222 personas migrantes, un 144 % más que en el mismo período en 2020.

Lo que preocupa aún más es la cantidad de personas que desaparecen o mueren en el camino. En el primer semestre de 2021 ya la OIM, a través de su proyecto Missing Migrants, alertaba de un incremento y cifraba en 250 las vidas perdidas en esta ruta. Sin embargo, con el aumento de viajes en los últimos meses ya son casi 500 las muertes de personas en la ruta canaria, aunque no deja de ser una estimación mínima, puesto que resulta imposible tener datos exactos de las muertes de personas migrantes en el mar.

Este mes está siendo realmente trágico y doloroso para las personas que se juegan la vida con el deseo de alcanzar Europa en busca de sueños alejados de la pobreza, de las persecuciones o de la violencia. Se ha conocido que solo en esta ruta, durante agosto, habrían muerto al menos 91 personas y otras tantas están desaparecidas.

Más mujeres, niños y niñas se arriesgan en la ruta canaria

También destacan el aumento del número de mujeres, niñas y niños en estos viajes. Entre las personas fallecidas este año en esta ruta se han contabilizado 65 mujeres y 27 niños y niñas, unos perfiles en situaciones de mayor vulnerabilidad y para quienes estos trayectos entrañan mayores riesgos y peligros.

La falta de vías legales, seguras y reales deja estas terribles consecuencias a través de las diferentes rutas tomadas por las personas migrantes como única alternativa para intentar llegar a Europa. Mientras que en todo 2020 la cantidad de vidas perdidas fue de 1.417, en lo que llevamos de este 2021 se han contabilizado 1.311 muertes, un dato con el que ya se puede prever que este año será aún más trágico.

Urge una colaboración internacional para prevenir que se sigan dando estas situaciones tan dramáticas, en las que cada vez hay un mayor número de mujeres, niñas y niños. Sin vías legales para que las personas migrantes puedan emprender viajes seguros, el contador de fallecimientos evitables continuará activo. La movilidad humana siempre ha existido y sabemos que el cierre o control de rutas no son soluciones duraderas. Del mismo modo, así como es necesario salvar vidas y evitar la peligrosidad del viaje, también es necesaria la atención de las personas que llegan, identificar las situaciones de vulnerabilidad y ofrecer protección internacional a las personas que lo requieran.

2020, el año más mortífero en la ruta atlántica de la migración hacia las Canarias

En el año 2020 se dejaron la vida en el mar, intentando llegar a Europa, un total de 2.266 personas, contabilizadas como muertas o desaparecidas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a través del proyecto Missing Migrants. De ellas 1.417 habrían muerto o desaparecido en el Mar Mediterráneo y 849 en el Océano Atlántico.

Mientras los datos indican que en los últimos años ha descendido el número de víctimas en el Mediterráneo, también señalan cómo en 2020 aumentaron los muertos y desaparecidos en la ruta atlántica hacia Canarias en más de un 300 %.

Asimismo, en los dos primeros meses de 2021 ya habrían perdido la vida otras 22 personas en la ruta atlántica de la migración y 247 en el Mediterráneo, sumando un total de 269 personas muertas o desaparecidas en enero y febrero de 2021.

Como siempre hay que hacer constar cuando se trata de las víctimas de la migración en las fronteras marítimas, estas cifras son únicamente una estimación referida a los accidentes que se han podido confirmar o sobre los que existe mayor información. El número de víctimas será seguramente superior. Del mismo modo, estas cifras no son definitivas, pues registrarán en semanas y meses sucesivos algún reajuste en función de la información racabada.

Si atendemos a la serie histórica de los últimos cinco años, podemos ver que, de acuerdo con los datos de la OIM, murieron o desaparecieron en el mar Mediterráneo al menos 13.883 personas. El último año, 2020, fue el que menor número de víctimas mortales registró en el Mediterráneo, en una tendencia descendente consolidada desde 2016, año en el que se llegaron a registrar un total de 5.143 personas muertas o desaparecidas.

 

Personas muertas y desaparecidas en las distintas rutas del mar Mediterráneo.
Serie histórica 2016-2020.

Sin embargo, si vemos los datos de los últimos cinco años en la ruta atlántica que une las costas de África Occidental con las Islas Canarias nos encontramos que 2020 fue el año más mortífero, con un total de 849 personas muertas o desaparecidas, en lo que supone un incremento de más del 300 % sobre el año anterior.

 

Personas muertas y desaparecidas en la ruta atlántica a las Islas Canarias.
Serie histórica 2016-2020.

 

Por regiones, si realizamos un desglose de las personas fallecidas o desaparecidas por cada región del Mediterráneo, observamos que en 2020 la ruta del Mediterráneo Central, que une las costas de Libia o Túnez con Malta o Italia fue la que registró mayor número de víctimas, con 983 personas muertas o desaparecidas, el 69 % del total de las víctimas de la migración y las fronteras cerradas en el Mediterráneo. Por otra parte, 330 personas se dejaron la vida en la ruta del Mediterráneo Occidental, que enlaza las costas de Marruecos o Argelia con España y que suponen el 23 % del total. El número de víctimas en el Mediterráneo Oriental, en la travesía desde las costas de Turquía hacia Grecia y Chipre fue de 104 personas, el 7 % del total.

Junto a los datos del Mediterráneo, aparecen los de la ruta atlántica que desemboca en las Islas Canarias, en la que como ya hemos señalado fallecieron en 2020 al menos 849 personas. Esto significa que, tras la ruta del Mediterráneo Central, fue la ruta atlántica la que se cobró más víctimas. También significa que fue camino de España donde murieron más personas intentando emigrar, con al menos 1.179 personas muertas o desaparecidas en 2020.

 

Personas fallecidas o desaparecidas en el mar intentando llegar a Europa en 2020, por rutas geográficas.

 

Personas fallecidas o desaparecidas en el mar intentando llegar a España en 2020.

En comparación con el número de personas que intentaban el viaje, tanto el ACNUR como la OIM, agencias de Naciones Unidas para las personas refugiadas y para las migraciones respectivamente, se pronunciaron en los últimos meses del año señalando que la ruta migratoria atlántica hacia las Islas Canarias se perfilaba actualmente como la más peligrosa y mortífera del mundo.

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