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Las personas migrantes siguen siendo vulnerables a la violación de los derechos humanos

Comunicado de Accem por el Día Internacional de las Personas Migrantes, que se conmemora el 18 de diciembre.

El 3,6 % de la población global es migrante. 281 millones de personas en el mundo residen en un país distinto a su país natal, según los datos de Naciones Unidas. La concurrencia de enfermedades, hambrunas, guerras y el cambio climático amenazan la seguridad de la población mundial y han generado movimientos migratorios sin precedentes.

Sin embargo, en un mundo gobernado por un estricto sistema de fronteras, son miles y miles de personas las que se ven obligadas a emprender su viaje por vías irregulares, enfrentándose a enormes riesgos y peligros. Así, únicamente en este 2022 que ahora está a punto de terminar, han muerto o desaparecido más de 2.400 personas cuando intentaban llegar a los Estados de la UE, especialmente en el Mar Mediterráneo y en el Océano Atlántico, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). En el Día Internacional de las Personas Migrantes, desde Accem volvemos a pedir que se habiliten y hagan efectivas vías legales, seguras y reales para la migración.

Del mismo modo, hoy volvemos a recordar la gravedad de los hechos sucedidos el pasado 24 de junio en la valla fronteriza de Melilla, cuando al menos 23 personas -en una cifra que elevan sensiblemente algunas voces- murieron intentando superar el obstáculo fronterizo y el operativo policial dispuesto a ambos lados de la frontera en circunstancias que se continúan investigando. Desde Accem consideramos que la frontera española y europea debe ser un territorio seguro en el que esté garantizada la protección de los derechos humanos a ambos lados de la misma. Igualmente, deben abandonarse las devoluciones sumarias sin el respeto a los derechos y garantías jurídicas individuales de cada persona. Todo esto evidencia que las personas migrantes siguen siendo vulnerables a las violaciones de los derechos humanos.

Por otra parte, 2022 también ha sido el año en el que se ha aprobado el esperado nuevo reglamento de Extranjería, una buena noticia que ha mejorado la normativa migratoria vinculada al ámbito laboral y que va a simplificar los procesos burocráticos de obtención y renovación de los permisos de trabajo y residencia en España. No obstante, pese a la mejora, aparecen importantes campos con espacio por recorrer para avanzar en términos de acceso a derechos y garantías frente a la exclusión. Ahora únicamente enumeramos algunos de los retos pendientes:

  • En el ámbito de la lucha contra la discriminación y la xenofobia, es necesario definir y mejorar las estrategias de denuncia segura para garantizar plenamente el acceso a la justicia en condiciones de igualdad.
  • Con respecto a los menores extranjeros, es necesaria una regulación clara de los procedimientos para la determinación de la edad, que deben ser fiables y garantistas.
  • En relación a los procedimientos administrativos de extranjería, es importante mejorar la coordinación entre administraciones y reforzar el personal para garantizar el acceso a derechos. Del mismo modo, deben ponerse medidas para acabar con las distintas brechas digitales que están obstaculizando de forma importante una relación eficaz entre la persona y la Administración.