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¿Qué son los procesos de debida diligencia para las empresas y cómo se relacionan con la trata de personas?

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó en 2011 por unanimidad los llamados Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (PRNU). Comprenden un total de 31 principios establecidos para abordar la cuestión de la responsabilidad de las empresas y la rendición de cuentas en relación con los derechos humanos. Son conocidos también como los Principios de Ruggie, al ser desarrollados por John Ruggie, Representante Especial del Secretario General de la ONU para los Derechos Humanos y la Empresa.

Estos principios rectores de Naciones Unidas constituyen la primera normativa de carácter global para prevenir y reparar la violación de los derechos humanos relacionada con la actividad empresarial después de la Declaración Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y Política Social que fuera aprobada en 1977 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los principios de Ruggie se asientan sobre tres pilares:

1. La obligación de los gobiernos de proteger los derechos humanos.

2. La responsabilidad de las empresas de respetar los derechos humanos.

3. El acceso a la reparación para las víctimas de violaciones de derechos humanos perpetradas por empresas.

Así, el marco normativo internacional recoge explícitamente “el deber [de los gobiernos] de proteger a las personas y los grupos contra las violaciones de derechos humanos cometidas por terceros, incluidas las empresas”. En esta coyuntura aparece la noción de diligencia debida, que se interpreta como “aquel proceso que deben emprender todas las empresas para detectar, prevenir, mitigar y rendir cuenta de cómo se abordan los impactos potenciales y reales sobre los derechos humanos que ellas mismas causan, a los que contribuyen o que se derivan a través de sus actividades, productos o prestación de servicios”. Se trata, en definitiva, de un mecanismo de prevención de riesgos que las propias empresas pueden poner en marcha, permitiendo a su vez que éstas reporten y tomen medidas contra las violaciones de derechos humanos que detectan en sus operaciones, entre las que se incluyen situaciones de trata de seres humanos y explotación.

La trata de personas se ha convertido en un reto y un riesgo clave en una amplia gama de industrias y sectores integrados en los mercados mundiales, como la agricultura, las tecnologías de la información y la comunicación, la confección y los textiles. En las dos últimas estrategias de lucha contra la trata y la explotación de la Unión Europea, uno de los ejes prioritarios es la línea entre trata, las empresas, y los derechos humanos, con el objetivo de comprender y reducir la demanda de bienes y servicios que sean fruto de la trata y la explotación. Es así fundamental ahondar, a través de esos procesos de diligencia debida, en las cadenas de suministro, cada vez más presentes en los procesos de globalización.

Desde Accem consideramos que es fundamental enfrentar las causas estructurales que hacen de la trata un elemento funcional para el sistema económico y la convierten en un modelo de negocio más del sistema productivo. El actual sistema económico globalizado, vinculado a políticas extractivistas, profundiza en la pobreza, aumenta la desigualdad y origina conflictos, todos ellos factores que desencadenan la trata. El incremento de estas situaciones que exponen a las personas a una mayor vulnerabilidad, junto con el aumento de la demanda, tanto por parte de empleadores que demandan mano de obra barata, como de las personas consumidoras de bienes y servicios, además de la demanda los propios actores que intervienen en el proceso de trata de seres humanos lucrándose, perpetúan los mecanismos para esclavizar a las personas.

Comunicado de Accem: Promover la cultura de paz y el compromiso con los DD.HH. son las vías para la protección de las personas refugiadas

20 de junio de 2024 – Comunicado de Accem por el Día Mundial de las Personas Refugiadas.

Con motivo de la conmemoración, este 20 de junio, del Día Mundial de las Personas Refugiadas, desde Accem queremos incidir en la necesidad de reforzar, a nivel global, a nivel europeo y también a nivel estatal, la protección de las personas refugiadas, abordando el asilo y las migraciones forzosas desde un enfoque de derechos humanos. Esto solo puede ser posible desde una perspectiva que incluya la paz. En un tiempo en el que los conflictos y la violencia se manifiestan con ímpetu generando graves consecuencias en las personas, en especial en las personas refugiadas, se hace más necesario que nunca promover la cultura de la paz como única vía posible para consolidar y avanzar en materia de derechos humanos.

Hay más de 110 millones de personas desplazadas forzosamente en el mundo, es decir, que tuvieron que abandonar su lugar de origen o residencia por culpa de la guerra o la persecución. Siria, Afganistán, Ucrania, Venezuela, Sudán del Sur, Myanmar y Sudán ocupan las primeras posiciones en el listado de países de los que escapan las personas refugiadas. En los dos primeros casos, Siria y Afganistán, la cifra de refugiados y refugiadas se eleva por encima de los seis millones de personas, según los datos de ACNUR.

En cada vez más países, hay miles de personas que han de huir por la persecución que sufren por su orientación sexual, identidad de género, origen étnico o por ser mujer. Personas que requieren de protección efectiva frente a la persecución y a las graves violaciones de derechos humanos, del mismo modo que las personas que huyen de la guerra.

Desde el último trimestre de 2023 y durante todo 2024, asistimos aterrados a la situación que se vive, de nuevo, en Oriente Medio. El ataque militar israelí sobre la Franja de Gaza ha provocado ya más de 35.000 muertos, muchos de ellos niños/as, y cientos de miles de nuevas personas desplazadas. Como organización comprometida con los derechos humanos nos sumamos a la voz mundial que pide el alto el fuego inmediato en Gaza y un plan de paz para la región. Como entidad que defiende a las personas refugiadas, denunciamos particularmente los ataques perpetrados sobre la población, los campos de refugiados, la UNRWA (agencia de Naciones Unidas para la población refugiada en Palestina) y las personas que han sido atacadas mientras huían o pensaban que se encontraban en lugares seguros como hospitales o escuelas.

El Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, un paso atrás en la protección de las personas refugiadas en Europa

Mientras, en la Unión Europea, el recientemente suscrito Pacto Europeo sobre Migración y Asilo ha supuesto nuevas dificultades de acceso efectivo a la protección internacional para las personas refugiadas y se abre a la externalización de las fronteras y la gestión migratoria a terceros países que no garantizan el respeto a los DD.HH.

El documento aprobado no desarrolla vías legales y seguras como pueden ser la posibilidad de solicitar asilo en embajadas, el establecimiento de visados humanitarios o la flexibilización de los criterios de reagrupación familiar. Al no existir estas vías legales y seguras, se obliga a las personas a arriesgar sus vidas para intentar llegar a un lugar seguro, para buscar protección, lo que hace que se extienda la falsa percepción social de migrantes irregulares en un contexto de criminalización de la migración y creciente normalización del racismo y la xenofobia.

Desde Accem, creemos que es importante abordar el asilo y las migraciones desde un enfoque europeo, pero consideramos que es condición indispensable que esté basado en el compromiso con los derechos humanos, el derecho de asilo y la protección de las personas refugiadas dentro y fuera de las fronteras de la UE.

Consideramos que la vía abierta con la aplicación de la Directiva de Protección Temporal en el conflicto de Ucrania debe considerarse en otras situaciones similares frente a procedimientos más complejos y menos garantistas.

Dificultades en España en el acceso al procedimiento de asilo

Finalmente queremos advertir de que, en España, es necesario garantizar el acceso al procedimiento de asilo, lo que en estos momentos se realiza con grandes dificultades ante la imposibilidad de obtener cita para manifestar la voluntad de solicitar protección internacional y acceder de este modo al proceso de asilo y sistema de acogida. Esta situación provoca que muchas personas potenciales beneficiarias de protección internacional se encuentren en una situación de gran vulnerabilidad social. En este sentido, también es necesario tomar medidas para descongestionar el estancamiento en la resolución de solicitudes de protección internacional.

Por último, no podemos dejar de mencionar que es fundamental reforzar los medios disponibles para la detección, identificación y reconocimiento de vulnerabilidades en los flujos migratorios mixtos, desde un enfoque humanitario y de derechos humanos que empiece a trabajar desde ya en el progresivo establecimiento de una cultura que promueva la paz en todos los sentidos.

Las medidas excepcionales de control migratorio aprobadas en la UE impiden el acceso al asilo y la protección

En Accem volvemos a tomar la palabra para expresar nuestra preocupación por la deriva que se sigue intensificando en el seno de la Unión Europea en materia de políticas migratorias, con enfoques que priorizan las medidas dirigidas al control migratorio sobre el respeto a los derechos humanos y la salvaguarda de la protección de las personas en situación vulnerable. En este caso ha sido el Parlamento de Lituania quien ha aprobado la nueva Ley de Fronteras, que podría poner en peligro el respeto al derecho de asilo al abrir la puerta a las ‘devoluciones en caliente’ de personas refugiadas y migrantes, a través de la aplicación del estado de excepción. Recordemos en este punto que el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que la figura del estado de excepción no exime a los miembros de la Unión de su obligación de garantizar el acceso al procedimiento de asilo, algo que va en dirección contraria a lo que han establecido las autoridades lituanas. Nos preocupan igualmente las restricciones que se establecen en la nueva ley tanto a ONG como a medios de comunicación para el acceso a zonas de frontera.

Desde Accem volvemos a recordar que estas prácticas, se hagan en el país que se hagan, no son garantistas con el respeto al derecho de asilo, al no garantizar un análisis individual que explore la posible necesidad de acceso a procedimientos de protección internacional, que detecte de forma adecuada la existencia de situaciones de especial vulnerabilidad (menores de edad, víctimas de trata, víctimas de tortura, persecución por orientación sexual, etc.) y que permita el acceso tanto a atención sanitaria como a servicios de traducción e intérprete. Si hace pocas semanas expresábamos nuestra preocupación por la adopción del estado de emergencia en Italia ante la situación migratoria, hoy lo hacemos ante la nueva ley en Lituania, desde el convencimiento de que el enfoque común de asilo y migración en la UE debe estar basado en la garantía del respeto a los derechos humanos de las personas.

Esta preocupación se relaciona directamente con hechos como los que vemos en Sudán, país africano que en estos días vive combates entre el Ejército y otros actores armados del país. Desgraciadamente, los nuevos combates suponen un episodio más en una larga sucesión de años de inestabilidad y violencia en este país africano. Cualquier situación de guerra o conflicto armado genera sufrimiento humano y el desplazamiento forzado de muchos de sus nacionales, a otras regiones del país u otros países del entorno. ACNUR estima en que los nuevos enfrentamientos pueden provocar la huida de al menos 145.000 personas. Estas personas, cuando traspasen las fronteras de su país, serán llamadas refugiadas y, aunque en su mayoría permanecerán en los países limítrofes al escenario del conflicto, esperando un posible regreso, en algunos casos emprenderán un difícil éxodo en busca de un país seguro y estable.

Sin embargo, ante la falta de vías legales y seguras para ellas, atravesarán rutas muy largas y con numerosos obstáculos y peligros, para poder, finalmente, intentar alcanzar su objetivo: la llegada a países más prósperos, seguros y estables, como, por ejemplo, los estados miembros de la UE. Pero en ese momento se encontrarán con medidas como las que hablamos hoy de Italia o Lituania, que no garantizan el acceso a los procedimientos de asilo y en las que no está garantizado en la práctica el respeto a los derechos humanos.

Desde Accem seguimos haciendo hincapié en la necesidad de vías legales y seguras que garanticen la protección de las personas que se ven obligadas a huir de sus países, así como en la necesaria respuesta conjunta y solidaria que la Unión Europea debe dar a estas personas ante estas situaciones.

Empresas, trata y derechos humanos: ¿Qué vinculación?

Título: Empresas, trata y derechos humanos: ¿Qué vinculación?

Autoría: María Bejarano Rodríguez, Teresa De Gasperis, Estefanía Elexpuru Boullosa y Ana Romo Escribano.

Edita: Accem.

Financia: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España y Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea.

Año de edición: 2022.

Número de páginas: 92.

Dossier sobre el abordaje de las cadenas de producción y suministro, y la diligencia debida de las empresas en la lucha contra la trata de seres humanos y la explotación.

En línea con el trabajo que Accem lleva realizando en la lucha contra la trata durante más de 15 años, la presente publicación se centra en la legislación, las políticas públicas, iniciativas y acciones para el abordaje de las cadenas globales de valor en el marco de la trata de personas y la explotación en la producción y distribución de bienes y servicios. Se centra, asimismo, en los mecanismos y acciones que permiten implementar la diligencia debida en las empresas para garantizar el respeto a los derechos humanos y laborales de trabajadores y trabajadoras. Finalmente, se refleja la aproximación a las empresas que se ha llevado a cabo desde el proyecto Novicom para la sensibilización e implicación del mundo empresarial.

Este dossier ha sido elaborado en el marco del proyecto Novicom, destinado a “fomentar el conocimiento y la sensibilización sobre la trata de seres humanos de la población en general y de las víctimas de trata, personas en riesgo de serlo o personas en situación de vulnerabilidad.

 

El Gobierno aprueba el plan operativo para la protección de mujeres y niñas víctimas de explotación sexual

El Consejo de Ministros y Ministras aprobó en septiembre el “Plan operativo para la protección de los derechos humanos de mujeres y niñas víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en contextos de prostitución” para el periodo 2022–2026, también denominado “Plan Camino”.

El Plan tiene el objetivo de ofrecer alternativas económicas, laborales y sociales a las víctimas de trata, de explotación sexual y a mujeres en contextos de prostitución.

Además, el Plan Camino representa un instrumento de política pública que desarrolla todas las actuaciones que entran en la competencia del Ministerio de Igualdad en relación a la trata con fines de explotación sexual, la explotación sexual y el apoyo a las mujeres en contextos de prostitución. En efecto, este instrumento pretende dar operatividad a todas aquellas acciones que son de específica competencia del Ministerio de Igualdad (también a realizar en coordinación con otros ministerios) según la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual y según lo previsto en el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos 2021-2023 en lo relativo a la trata con fines de explotación sexual.

Para más información, pincha aquí.

> Lee aquí más noticias sobre trata de personas.

> Conoce el trabajo de Accem contra la trata de personas. 

 

Las personas migrantes siguen siendo vulnerables a la violación de los derechos humanos

Comunicado de Accem por el Día Internacional de las Personas Migrantes, que se conmemora el 18 de diciembre.

El 3,6 % de la población global es migrante. 281 millones de personas en el mundo residen en un país distinto a su país natal, según los datos de Naciones Unidas. La concurrencia de enfermedades, hambrunas, guerras y el cambio climático amenazan la seguridad de la población mundial y han generado movimientos migratorios sin precedentes.

Sin embargo, en un mundo gobernado por un estricto sistema de fronteras, son miles y miles de personas las que se ven obligadas a emprender su viaje por vías irregulares, enfrentándose a enormes riesgos y peligros. Así, únicamente en este 2022 que ahora está a punto de terminar, han muerto o desaparecido más de 2.400 personas cuando intentaban llegar a los Estados de la UE, especialmente en el Mar Mediterráneo y en el Océano Atlántico, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). En el Día Internacional de las Personas Migrantes, desde Accem volvemos a pedir que se habiliten y hagan efectivas vías legales, seguras y reales para la migración.

Del mismo modo, hoy volvemos a recordar la gravedad de los hechos sucedidos el pasado 24 de junio en la valla fronteriza de Melilla, cuando al menos 23 personas -en una cifra que elevan sensiblemente algunas voces- murieron intentando superar el obstáculo fronterizo y el operativo policial dispuesto a ambos lados de la frontera en circunstancias que se continúan investigando. Desde Accem consideramos que la frontera española y europea debe ser un territorio seguro en el que esté garantizada la protección de los derechos humanos a ambos lados de la misma. Igualmente, deben abandonarse las devoluciones sumarias sin el respeto a los derechos y garantías jurídicas individuales de cada persona. Todo esto evidencia que las personas migrantes siguen siendo vulnerables a las violaciones de los derechos humanos.

Por otra parte, 2022 también ha sido el año en el que se ha aprobado el esperado nuevo reglamento de Extranjería, una buena noticia que ha mejorado la normativa migratoria vinculada al ámbito laboral y que va a simplificar los procesos burocráticos de obtención y renovación de los permisos de trabajo y residencia en España. No obstante, pese a la mejora, aparecen importantes campos con espacio por recorrer para avanzar en términos de acceso a derechos y garantías frente a la exclusión. Ahora únicamente enumeramos algunos de los retos pendientes:

  • En el ámbito de la lucha contra la discriminación y la xenofobia, es necesario definir y mejorar las estrategias de denuncia segura para garantizar plenamente el acceso a la justicia en condiciones de igualdad.
  • Con respecto a los menores extranjeros, es necesaria una regulación clara de los procedimientos para la determinación de la edad, que deben ser fiables y garantistas.
  • En relación a los procedimientos administrativos de extranjería, es importante mejorar la coordinación entre administraciones y reforzar el personal para garantizar el acceso a derechos. Del mismo modo, deben ponerse medidas para acabar con las distintas brechas digitales que están obstaculizando de forma importante una relación eficaz entre la persona y la Administración.

 

Melilla-24J: Es necesario seguir investigando por justicia y para que no vuelva a pasar

Desde Accem pedimos que se investigue hasta esclarecer de forma transparente los hechos que sucedieron el pasado 24 de junio en la valla de Melilla, en la frontera de España y la Unión Europea con Marruecos, cuando entre 23 y 37 personas, según distintas fuentes, murieron cuando intentaban superar la frontera.

Es necesario investigar por la memoria de las personas fallecidas y de sus familias, por su derecho a la justicia, así como para depurar responsabilidades y tomar las decisiones y poner los medios necesarios para que no se vuelvan a repetir hechos tan trágicos.

Más allá del punto exacto de la frontera en el que se produjeron las muertes, lo esencial es que la frontera española y europea debe ser un territorio seguro en el que esté garantizada la protección de los derechos humanos. El derecho a la vida, a la integridad y a la dignidad deben estar por encima de cualquier otro interés, prioridad o circunstancia.

Todas estas muertes y los centenares de heridos, que nunca deberían haberse producido, son consecuencia de la falta de vías legales, reales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. El acceso al asilo y a la protección internacional deben estar también garantizados para las personas que intentan llegar a Europa a través de su frontera sur.

En defensa de los DD.HH. de las mujeres en Irán: “Mujeres, vida y libertad”

Las mujeres en Irán viven bajo la sombra de una ley que las discrimina y coarta sus libertades. Lamentablemente Mahsa Amini se ha convertido en ícono de protestas en la lucha por la libertad de elección de las mujeres de llevar o no el hiyab, impuesto en Irán desde la Revolución Islámica en 1979. Mahsa, una joven de tan solo 22 años fue detenida por la policía moral iraní este mes de septiembre por “llevar mal puesto” el hiyab y dejar ver su cabello. Al ser detenida sufrió fuertes golpes en la cabeza según han denunciado familiares y el abogado de la familia, lo que le provocó un infarto, posteriormente entró en coma y murió.

Bajo consignas como “Mujeres, vida y libertad”, mujeres y hombres se mantienen protestando enérgicamente en las calles para exigir justicia y cambio en la legislación, pese a las represalias de las que están siendo víctimas y que suman más de 40 muertes según cifras oficiales y más de mil detenciones.

Desde Accem, como defensores de los derechos humanos rechazamos, a la vez que lamentamos, que hechos como este se sigan produciendo a día de hoy en el mundo. Este tipo de persecuciones y discriminaciones hacia la mujer constituyen una grave violación a los derechos humanos, que en ocasiones las obligan a escapar de sus países de origen y convertirse en refugiadas.

Recordemos que, en la ley de asilo de España, norma reguladora del derecho de asilo y protección subsidiaria, se señala explícitamente que la persecución por motivos de género está reconocida como causa de asilo. La igualdad de género es un derecho humano fundamental, que debe garantizarse en cualquier lugar del mundo.

La trata de personas con fines de explotación laboral

trata-personas-explotacion-laboral-gTítulo: La trata de personas con fines de explotación laboral. Un estudio de aproximación a la realidad en España.

Autoría: Accem.

Financian: Dirección General de Integración de los Inmigrantes (DGII), dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Año de edición: 2006.

Nº de páginas: 195.

El primer estudio sobre la ‘esclavitud del siglo XXI’ en España, un país de tránsito y destino de las personas víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación laboral. La trata es un fenómeno creciente en los países con mayor nivel de desarrollo, que aumenta paralelamente a los flujos migratorios y que afecta a alrededor de 2.500.000 personas en el mundo. Sin embargo, es todavía una realidad prácticamente desconocida.

Este estudio, pionero en España, se aproxima a sus víctimas, al engranaje de los grupos organizados que se enriquecen con esta lacra, a los instrumentos legales existentes para combatirla, a las respuestas que se están articulando y a las principales necesidades detectadas en la lucha para su erradicación.