La mediación social intercultural
La puesta en práctica de la interculturalidad se ha dado en el campo de la educación, de la teoría de la comunicación y de la mediación. En un contexto diverso culturalmente, en el que se opta por medidas basadas en la interculturalidad con el fin de favorecer la convivencia, es necesario prevenir o apoyar en la resolución de conflictos a través de la mediación social, entendiendo por esta el proceso de comunicación entre partes en conflicto con la ayuda de un mediador imparcial.
La figura del mediador procurará que las personas implicadas en una disputa puedan llegar, por ellas mismas, a establecer un acuerdo que permita recomponer su buena relación y dar por acabado, o por lo menos mitigado, el conflicto, que actúe preventivamente o de cara a mejorar las relaciones con los demás.
Se trata por tanto de una relación de comunicación triangular, que exige de la figura del mediador neutralidad, confidencialidad, competencia para desarrollar su propia capacidad de decisión y resolución para construir un acuerdo posible.
Para las partes en conflicto se ha de reconocer en un proceso de mediación su carácter voluntario y, por tanto, la libertad para empezar o no un proceso de mediación, así como para abandonarlo una vez iniciado.
Desde el significado propio de la mediación como herramienta para la resolución de conflictos, el elemento intercultural hace más compleja la intervención de terceros. Esto es así porque cuando aparece el elemento intercultural, se ven implicados valores culturales, étnicos y religiosos que pueden ser decisivos. Esto hay que tenerlo en cuenta tanto al analizar las distintas partes en conflicto, como la naturaleza y el contenido del conflicto, así como la propia figura del mediador.
La mediación intercultural en Accem
En Accem entendemos la mediación en un sentido más amplio. Es decir, se interviene en aquellos casos en los que el desconocimiento mutuo puede llegar a ocasionar situaciones de conflicto entre personas de origen extranjero y otras personas, grupos u organismos, pero también entendemos la mediación como puente necesario, como nexo para el contacto, conocimiento y acercamiento entre partes, en situaciones que no necesariamente han llegado a ser conflictivas.
La mediación intercultural supone para Accem una herramienta necesaria de intervención que, a través de distintas técnicas, toma un carácter transversal en el conjunto de actuaciones que nuestra entidad lleva a cabo con personas, y también con las instituciones y organismos con los que trabajamos.
Atendiendo a la dinámica triangular de la mediación, también se dirige a aquellos profesionales y agentes sociales implicados en la atención directa a personas migrantes en diferentes ámbitos, quienes pueden contar con el apoyo técnico de nuestro personal especializado en mediación intercultural.
En Accem contamos con un equipo de profesionales que agiliza y facilita la atención a migrantes en distintos ámbitos y ayuda a asegurar la correcta comunicación entre profesionales y usuarios/as de un servicio determinado.
Por otra parte, aunque íntimamente relacionada con lo anterior, desde la mediación se realiza una labor de sensibilización y concienciación de la población autóctona, con objeto de evitar, combatir y prevenir la aparición de elementos negativos de rechazo, racismo o discriminación.