S.O.S. Personas Refugiadas: en riesgo de volver a ser invisibles
- Las personas refugiadas escapan de la guerra, la violencia y la persecución que se sufre en muchos puntos de conflicto en el mundo.
- Las mujeres refugiadas se enfrentan a más peligros y riesgos por el mero hecho de ser mujeres.
- Es necesario tomar medidas urgentes que desbloqueen la situación de las personas refugiadas y migrantes.
- Las personas refugiadas no pueden volver a ser invisibles.
Hoy es 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, y desde Accem queremos alertar sobre un grave peligro que se cierne sobre las personas refugiadas: la vuelta a la invisibilidad.
En el año 2015 los refugiados se hicieron visibles e irrumpieron en los hogares de todo el mundo a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Ocurrió cuando las personas refugiadas que escapaban de la guerra civil en Siria llegaron a las puertas de Europa: las vimos embarcándose en Turquía; llegando dramáticamente a las islas griegas; tomando la ruta de los Balcanes con el rumbo puesto en los países más prósperos de Europa; vimos las imágenes de naufragios, muerte y desesperación.
Han pasado dos años y, pese a que la atención se mantuvo durante un tiempo considerable, en Accem percibimos preocupados/as cómo progresivamente la atención social, mediática y política por las personas refugiadas decrece, sin que las circunstancias hayan cambiado ni sus causas y problemas se hayan solucionado.
Se estima que 65 millones de personas en el mundo están en situación de desplazamiento forzoso, es decir, obligadas a dejar su hogar a causa de la guerra, la persecución o la violencia. La mayoría de ellas se concentran en las regiones y países limítrofes a sus lugares de origen, en campos de refugiados concebidos como provisionales y que acaban perpetuándose en el tiempo.
Los refugiados siguen escapando a día de hoy de la guerra de Siria, pero también de violencia que sigue golpeando a Iraq, Afganistán o Pakistán; de la represión y el terror en Eritrea, Somalia o Nigeria; de la inestabilidad y la persecución en Irán o Bangladesh; o de la violencia callejera y el narco en Honduras o El Salvador.
Este año, desde Accem queremos insistir en los mayores peligros y riesgos a los que, además, deben enfrentarse las mujeres refugiadas: violencia física y sexual en el viaje; trata de seres humanos y formas específicas de persecución que las obligan a escapar: matrimonio forzoso, mutilación genital femenina, persecución por motivos de género, etc. Formas de violencia que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.
Hoy, 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, desde Accem pedimos a la ciudadanía que continúe apoyando a las personas con necesidad de encontrar protección y exigimos a las autoridades que tomen medidas urgentes que desbloqueen la difícil situación de las personas refugiadas y migrantes.
Asimismo, llamamos a multiplicar los esfuerzos y recursos para que desaparezcan las causas que obligan a las personas a huir de sus países, a través de la resolución dialogada y efectiva de los conflictos en curso; de la promoción de la democracia y de los derechos humanos y de la actuación decidida y real para acabar con la pobreza y con las grandes desigualdades sociales existentes en el mundo.