‘Flee’: exilio interior y viaje a la identidad
Ni documental puro, ni película animada al uso. ‘Flee’ va más allá del género cinematográfico para contarnos la historia de Amin, un refugiado afgano que huye de su país con su familia con motivo de la llegada al poder de los talibanes a finales en la década de los noventa. Con la animación como coartada para preservar la identidad de su protagonista, la película de Jonas Poher Rasmussen en cuyo guion participa el propio Amin, explora su travesía hacia Europa enfrentando vías inseguras, tráfico de personas y una constante amenaza de captura pero es también un relato sobre la identidad y la resiliencia de quienes huyen de la opresión.
En ‘Flee’, el tiempo narrativo viaja a la velocidad del recuerdo. La animación nos cuenta lo íntimo, mientras que las imágenes reales que se intercalan, nos relatan lo conocido. Y en la combinación de ambas, el viaje físico de Amin se entrelaza con su viaje emocional. A través de su relato comprendemos que el viaje del refugiado no termina con la llegada a otros países o con la consecución de una seguridad física. A los peligros del viaje a través de múltiples vías inseguras que atraviesan tanto él como su familia, y la amenaza omnipresente de ser capturado y deportado, le siguen la soledad, el desarraigo y el aislamiento. Sentimientos que paralizan y calan en cada una de las etapas vitales, relegando su experiencia y su identidad al más profundo de los silencios.
Pero frente a eso, se encuentran el poder del relato y la valentía de compartirlo. Al inicio de ‘Flee’, antes de que podamos ver el rostro animado de Amin, escuchamos su voz tranquila reflexionando sobre el significado de hogar. Nos cuenta Amin que la casa es un sitio seguro, no temporal, y es precisamente la consecución de esa seguridad la que le permite abrirse finalmente y contarse (y contarnos) su historia, a modo de pequeños retazos que van y vienen hasta componer el puzzle de su identidad.
‘Flee’ se estrenaba en el festival de Sundance a comienzos de 2021, sin embargo, su paso por festivales y su acumulación de nominaciones, encontraba su cara amarga en la situación política que nuevamente sacudía Afganistán. En agosto de ese mismo año, los talibanes llegaban al poder en la conocida como toma de Kabul y el país viajaba al pasado para revivir las situaciones que, a finales de los noventa, empujaron a la huida a personas como Amin y su familia. Un retroceso significativo en materia de Derechos Humanos que, desde entonces, y según datos de Acnur, ha provocado la salida del país de 6,4 millones de personas refugiadas y que afecta especialmente a las mujeres y las niñas, pero cuya dimensión se proyecta también hacia las personas que, como Amin, forman parte del colectivo LGTBI+ y de otras minorías.
Tres años después de su estreno, ‘Flee’ continúa más vigente que nunca. El relato de Amin se convierte en un puente entre pasado y presente, pero sobre todo en un artefacto de memoria y denuncia que nos recuerda la importancia de la identidad y el relato en la defensa de los Derechos Humanos.
FICHA TÉCNICA
Título: Flee
Año: 2021
Duración: 89 min
País: Dinamarca
Dirección: Jonas Poher Rasmussen
Guion: Jonas Poher Rasmussen, Amin Nawabi
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