Se presentan nuevas películas sobre migración en el Festival Internacional de Guadalajara (México)

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Desde México nos vuelven a llegar interesantes novedades para Refugiados en el Cine. Entre el 3 y el 9 de junio se ha celebrado la edición número 38 del prestigioso Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) en la ciudad mexicana, capital del estado de Jalisco, y nos ha dejado algunos títulos interesantes a los que seguir la pista.

«Un reino para todos nosotros», cine de animación de temática migratoria

En primer lugar, saludamos la llegada de un nuevo film de animación, “Un reino para todos nosotros”, dirigido por el cineasta mexicano Miguel Ángel Uriegas en una coproducción de México y Colombia en la que se mezclan realidad y fantasía, migración, desigualdad y defensa de la naturaleza.

En la película, Fran y Serendín son dos hermanos que viven en el Gran Arrabal. Ambos sueñan con algún día dejar su pueblo y viajar a El Reino, un paraíso en la tierra resguardado detrás de grandes murallas. Para eso tendrán que montar a La Bestia, una criatura enorme que los mercaderes usan para transportar mercancías hacia El Reino. Pero sus planes cambiarán cuando deben separarse. Ambos comenzarán una aventura para encontrarse de nuevo y al mismo tiempo encontrarse a sí mismos, en un mundo fantástico dividido por fronteras visibles e invisibles.

En “Un reino para todos nosotros” aparecen una serie de referencias bien conocidas en el ámbito migratorio centroamericano, como es el caso del tren llamado «La Bestia», como se conoce a los ferrocarriles de mercancías que decenas de miles de migrantes toman cada año en el sur de México con la intención de subir hacia el norte y dirigirse hacia los Estados Unidos en un trayecto lleno de riesgos y peligros para la vida y la integridad de las personas. También aparecen reflejadas ‘Las Patronas’, la organización de mujeres que lleva desde 1995 asistiendo a los/as migrantes en tránsito, apoyando y lanzando comida a las personas que viajan en los trenes.

 

 

«Allá»: quienes se quedan también tienen historias que contar

No fue la única película sobre migración en el FICG este año. La cineasta también mexicana Montserrat Larqué presentó “Allá”, su ópera prima, película en la que dirige su mirada a quienes se quedan, no a quienes se marchan. Este punto de vista es mucho menos frecuente en el abordaje cinematográfico de las historias de la migración.

En “Allá”, una joven llamada Martha (Fátima Molina) espera junto a su hijo el regreso de su pareja, emigrada. Esa espera no es sin embargo especial, sino muy frecuente en el pueblo en el que viven, donde son muchas las mujeres en idéntica situación de separación, esperanza (o falta de ella) e incertidumbre. En estas regresa al pueblo Óscar (Pablo Astiazarán), otro migrante que se ve obligado a volver desde los Estados Unidos tras la muerte de su padre, que era el cartero del pueblo. Allí se dará cuenta de que es el único varón en el lugar y establecerá una conexión especial con el hijo de Martha. Precisamente Martha y él vivieron en el pasado una historia de amor.

Sobre la historia que ha contado, Larqué, que también vivió su experiencia migratoria en España, lanzó en entrevista recogida por El Sol de México la siguiente reflexión de interés:

“Creo que sí hemos juzgado las personas que se quedan en los pueblos como si ellos no tuvieran nada que contar o no tuvieran nada que ofrecer, como si los migrantes fueran los únicos que tienen algunas historias de éxito. ¿Por qué no también adentrarnos en el mundo donde se quedan puras mujeres y conocer más sus historias?, creo que eso puede ser muy interesante”.

 

 

«Toshkua»: documental sobre las desapariciones de migrantes en México

Por último, se presentó también la película documental “Toshkua”, dirigida por Ludovic Bonleux, cineasta de origen francés radicado en México, que ha abordado en varios de sus trabajos el fenómeno de las desapariciones en el país norteamericano. La voz ‘tokusha’ significa precisamente ‘desaparecer’ en pesh, una lengua de raíz chibcha. En la película, acompañamos a la señora Mary desde Honduras hasta Estados Unidos en busca de su hijo Marco Antonio Amador Martínez, migrante secuestrado en México en 2013 en la carretera de la Ribereña y desaparecido desde entonces.

En paralelo a la lucha de las familias por sus seres queridos desaparecidos durante el tránsito migratorio, en «Toshkua» se cuenta la historia de don Francisco Hernández, el hablante de más edad de la lengua pesh, idioma hablado únicamente por algunos centenares de personas en la zona hondureña de selva de La Mosquitia. Sus habitantes se enfrentan a la pérdida de sus tierras y, consecuentemente, a la migración forzosa y a la pérdida de una lengua y una cultura. Todos estos aspectos están relacionados.  «(…) En ese lugar les quitan su tierra y sus hijos tienen que migrar a Estados Unidos. Era una manera de contar el por qué es que la gente emigra. No siempre es por gusto. El 80% lo hacen por obligación, porque no tienen dinero o hay gente que los está impulsando a salir violentamente», declaraba el director en entrevista en la revista Proceso.

Con esta película, Bonleux ha querido fortalecer la lucha de las personas y organizaciones que están buscando a sus familiares desaparecidos, señalar la grave realidad de las desapariciones de migrantes centroamericanos en tránsito y sensibilizar al conjunto de la sociedad sobre los motivos que llevan a la migración.

 

 

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