Nuestra videoteca: «Diamante de sangre», piedras preciosas en las entrañas de la guerra
“Diamante de sangre” es una producción estadounidense de 2006 dirigida por Edward Zwick y protagonizada por Leonardo Di Caprio, Jennifer Connelly y Djimon Hounsou.
Nos trasladamos a Sierra Leona, año 1999, cuando el país se encuentra inmerso en una sangrienta guerra civil.
Leonardo Di Caprio da vida a un tipo descreído y sin demasiados escrúpulos llamado Danny Archer que se dedica al comercio ilegal de diamantes. Jennifer Connelly es Maddy Bowen, una periodista estadounidense cansada de mostrar rostros de víctimas que conmueven sin poder contar los porqués. Djimon Honsou encarna al pescador Solomon Vandy, que es apresado y llevado como esclavo a las minas de los diamantes de sangre que financian la guerra (y acaban provocándola por su control en un bucle diabólico).
A partir de estos tres personajes se desarrolla una película de acción con trasfondo social, porque desenmascara las dinámicas que se encuentran en la raíz de la violencia de muchos conflictos en el mundo, particularmente en África. Así, la riqueza en recursos se convierte en una sentencia de pobreza y violencia para un país. Es el caso de los diamantes en Sierra Leona, que lucirán en los anillos y colgantes más exquisitos de Londres, Amsterdam o Nueva York tras dejar un sangriento rastro detrás, el sufrimiento de la población de un país y la expulsión de sus gentes, obligada a desplazarse para ponerse a salvo.
“Diamante de sangre” tiene la virtud de ser una producción comercial, con una trama trepidante para audiencias muy amplias, con un trío de estrellas como protagonistas con capacidad de llenar salas (en su momento) o enganchar a miles desde la plataforma de contenido audiovisual de turno. Y esto es una virtud porque cuando se trata de sensibilizar, conseguir llegar a cuanta más gente mejor va a ser normalmente el objetivo. “Diamante de sangre” nos habla de conflictos olvidados, de la raíz de las guerras, del tráfico de diamantes, de los niños soldado o del desplazamiento forzoso mientras se disfruta o sufre con una película made in Hollywood de acción dramática. Nos habla de extractivismo –ese fenómeno consistente en la extracción de los recursos naturales o materias primas de un territorio para su explotación en el mercado mundial desde lógicas colonialistas- sin mencionar esta palabra probablemente muy desconocida.
Di Caprio y Connelly forman la pareja condenada a enamorarse (o lo que sea) desde el primer minuto en el que se cruzan y entra en juego la química entre ellos, visible y mutuamente atraídos entre sí. El personaje de Hounsou es el de la dignidad de la víctima, serio, orgulloso y que no se resigna a perder ni a rendirse. Connelly es el periodismo comprometido, aguerrido, valiente e inconformista. Y Di Caprio el descarado oportunista de vuelta de todo que sin embargo encuentra su posibilidad de redención. Todos estos elementos podrían ser muy discutibles si se tratase de una película con la etiqueta social. Como también el desenlace y traca final de la película que no vamos a destripar aquí. Pero es que no se trata de eso, no se trata de una película de género sino de una producción comercial estadounidense que tal vez no dé todas las respuestas ni nos enseñe todo, pero acerca un puñado de verdades.
La película de Edward Zwick, director, entre otras, de éxitos como “Shakespeare in love” (1998), “Leyendas de pasión” (1994) o “El último samurái”, logró cinco nominaciones a los Oscar de 2007, entre ellos a actor protagonista (Di Caprio) y secundario (Hounsou), aunque finalmente no se llevó ninguna estatuilla.
“Diamante de sangre”, por su propia temática de colocar el tráfico o comercio ilegal de diamantes como origen o centro de la violencia y por tanto del desplazamiento forzoso de decenas de miles de personas constituye un título atractivo e interesante para Refugiados en el Cine, punto de encuentro entre el cine y las migraciones forzosas. En la película se muestran los enormes campos de refugiados existentes en el continente africano, a los que llegan huyendo de la violencia tantas personas en busca de protección. Se hacen visibles también el acoso y los ataques que sufre la población civil, desplazada y desarmada, las personas más vulnerables cuando el escenario lo dominan actores armados, tanto estatales como ‘rebeldes’.
La película de Zwick, además, muestra de forma extraordinaria, y desde luego con enorme crudeza, la existencia de los niños soldado, su reclutamiento, su ‘formación’ y su uso y explotación como armas de guerra de primera línea, tras cometer sobre ellos todas las formas de violencia imaginables, entre ellas la destrucción de su infancia.
Como se ha tratado de poner aquí de manifiesto, razones no nos faltan para incluir a «Diamante de sangre», de Edward Zwick, en la selecta videoteca de Refugiados en el Cine.
FICHA TÉCNICA
Título original: Blood Diamond.
Dirección: Edward Zwick.
Interpretación: Leonardo Di Caprio, Jennifer Connelly, Djimon Hounsou, Arnold Vosloo, Kagiso Kuypers.
Guión: Charles Leavitt.
Productora: Warner Bros. Pictures.
Nacionalidad: EE.UU.
Año: 2006.
Duración: 138 min.
Buen análisis la película trata muchos temas incómodos para el público de ese mercado comercial de películas hollywoodenses porfis recomienden otras películas de este tema gracias