«El Gran Dictador», la parodia como herramienta frente a las dictaduras, en el XVIII Ciclo Refugiados en el Cine
“El Gran Dictador” es un clásico, pero también es la historia de un humilde barbero judío que, una vez finalizada la I Guerra Mundial, regresa amnésico y años después a Tomania (Alemania), un país sometido a la férrea dictadura de Hynkel (Hitler). El parecido físico entre uno y otro (ambos son interpretados por Chaplin) hará que sus vidas se entrecrucen de la manera más inesperada.
La película, dirigida, escrita, protagonizada y producida por el británico Charles Chaplin (conocido mundialmente por su icónico personaje Charlot), recibió 5 nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película, actor (Chaplin) y guion, y se hizo con el premio a mejor actor por el Círculo de Críticos de Nueva York. La crítica mordaz al Tercer Reich no podía ser más osada: el rodaje comenzó a finales de septiembre de 1939, justo cuando los alemanes invadieron Polonia y dio comienzo la II Guerra Mundial (1939-1945).
Este alegato en B/N (primera película sonora de Chaplin) contra las dictaduras en general y el fascismo y la persecución de los judíos en particular es, sin duda, una de las joyas del cine mundial de todos los tiempos. Y como tal tiene su protagonismo en nuestro Ciclo de Refugiados en el Cine que, en la edición 2020, puedes disfrutar online a través de Filmin. Es más, el propio Chaplin tuvo que exiliarse a Suiza en 1952, tras una serie de problemas políticos que lo involucraban con el comunismo y con la realización de actividades antiestadounidenses.
En esta atrevida parodia que es “El Gran Dictador”, los gags discurren inteligente y críticamente uno tras otro: el proyectil fallido que pone en evidencia lo absurdo de la jerarquía llevada al extremo, la secretaria que escribe a máquina un mensaje de Hynkel (ya sabemos cuán difícil es el alemán), el pan hecho de serrín de la mejor madera (¡eso sí!) que genera protesta entre los disidentes, la conquista mundial de un dictador moreno que quiere que todos sus súbditos sean rubios de ojos azules (la raza aria pura, ¡cómo no!), las sillas de barbero que se disputan la altura (no moral, por supuesto) entre Hynkel y Napaloni (Mussolini), la obra de “El pensador” de Rodin con saludo nazi, la infructuosamente absurda llegada en tren de Napaloni a Tomania, la propia imitación del idioma alemán por parte de Chaplin…
Discurso final
El discurso final del barbero “convertido” en el dictador tras la conquista de Osterlych (Checoslovaquia) es, por supuesto, uno de los momentos más emotivos de la película; un discurso que deberíamos escuchar cada cierto tiempo, para que no se nos olvide que somos libres, y que podemos hacer del mundo un lugar mejor.
Rescatamos aquí apenas un fragmento, paradigma del mensaje que Chaplin lanza a un mundo en crisis, el suyo, el nuestro (su vigencia es hoy indiscutible):
“No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: «El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres…». Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravillosa aventura. En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.”
Estreno y recepción de la película en todo el mundo
“El Gran Dictador» fue bien recibida en los Estados Unidos en el momento de su estreno, y tuvo éxito entre el público estadounidense. También triunfó en el Reino Unido, donde atrajo a 9 millones de espectadores a las salas de cine, aun cuando Chaplin temiese de antemano que la audiencia del tiempo de guerra no quisiera una comedia sobre un dictador. Fue la segunda película de más éxito en los Estados Unidos en 1941.
La película `El gran dictador´ fue prohibida en varios países latinoamericanos en los que había movimientos activos de simpatizantes nazis.
Mientras se hacía la película, el gobierno británico había anunciado que prohibiría su proyección en el Reino Unido, conforme a su política de apaciguamiento con respecto a la Alemania nazi.
Pero para cuando fue estrenada, el Reino Unido estaba en guerra con Alemania, por lo que fue acogida en buena parte por su obvio valor de propaganda. En 1941, el Prince of Wales Theatre de Londres ofreció su estreno en el Reino Unido. La película había sido prohibida en muchas partes de Europa, y, al parecer, el propietario de la sala, Alfred Esdaile, fue multado por su proyección.
Cuando fue estrenada en Francia en 1945, se convirtió en la película más popular del año, con 8.280.553 entradas vendidas. En Italia no pudo verse hasta 1946, y en España hubo que esperar a la muerte del dictador Franco para su estreno, produciéndose éste finalmente en 1976.” (Fuente: Wikipedia)
> Pincha aquí para ver en Filmin «El Gran Dictador».
FICHA TÉCNICA
Título original: The Great Dictator.
Año: 1940.
Duración: 126 min.
País: EE.UU.
Dirección: Charles Chaplin.
Guion: Charles Chaplin.
Reparto: Charles Chaplin, Jack Oakie, Reginald Gardiner, Henry Daniell, Billy Gilbert.
No se admitirán comentarios de carácter racista, xenófobo, sexista, o que atenten contra los derechos fundamentales de las personas.