La esperanza que se ‘cuela’ en casa de las personas mayores

“En esta situación las personas mayores están todavía más aisladas, en especial en los pueblos, donde ahora mismo no están pudiendo ir ni sus familiares”

Ana Yela, atención a personas mayores de Accem en Castilla-La Mancha

El coronavirus está atacando con especial virulencia a las personas mayores estos días, lo que está obligando a redoblar esfuerzos para acompañarlas en momentos tan complicados. Castilla-La Mancha es uno de los territorios donde Accem gestiona diferentes proyectos en este ámbito.

Dirigidos, sobre todo, a la atención a este colectivo en el ámbito rural, incluyen actividades de envejecimiento activo y atención psicológica, social y fisioterapia, que se presta recorriendo los pueblos de la comunidad.

El estado de alarma y el hecho de que estas personas mayores sean especialmente vulnerables a la enfermedad está complicando el normal desarrollo de estos servicios, muchos de los cuales se prestaban en forma de talleres grupales.

Para no dejar desatendidas a estas personas, que en este momento necesitan más acompañamiento si cabe, nuestro equipos ha tenido que reinventarse.

Las actividades habituales han tenido que ser sustituidas por un seguimiento individualizado por vía telefónica. “Este mecanismo nos permite monitorizar el estado de salud de estas personas, trasladarles otros números de atención para que puedan llamar si tienen cualquier síntoma de la enfermedad y, sobre todo, estar muy pendientes de su salud psicológica y convertirnos en su red de apoyo social”, explica Ana Yela, de Accem Castilla-La Mancha.

“De esta forma podemos estar un ratito con ellas, porque en esta situación las personas mayores están todavía más aisladas, en especial en los pueblos, donde ahora mismo no están pudiendo ir ni sus familiares”, cuenta Ana.

Con esta manera de actuar, en Accem estamos detectando incluso necesidades concretas, a las que se da respuesta promoviendo la activación de servicios especiales para llevar la comida a casa o medicamentos a personas que no pueden salir porque son muy vulnerables.

Las nuevas tecnologías se han convertido en este momento en casi la única ventana al mundo que pueden tener las personas mayores en pleno confinamiento. Por eso, los miembros de nuestro equipo en Castilla-La Mancha están convirtiéndose en expertos ‘youtubers’, preparando diferentes tutoriales de vídeo en los que explican actividades que pueden hacerse en casa, con ejercicios tanto de gimnasia física como mental, y que tratan de hacerles llegar a través de Whatsapp.

Conscientes de las limitaciones que muchas de estas personas tienen en el uso de las nuevas tecnologías, en Accem también contamos con unos cuadernillos con actividades, que algunos ayuntamientos están ayudando a imprimir para llevarlos a las casas.

En una situación tan complicada como ésta, que ha provocado incluso el fallecimiento de un usuario, el trabajo se hace duro, pero “sentir que eres un apoyo para estas personas te refuerza mucho”, dice Ana.

“La gente agradece mucho las llamadas y los contenidos que estamos enviando, pero, sobre todo, agradecen el poder hablar y que te preocupes por ellas, porque se dan cuenta de que siguen siendo importantes para nosotros”, afirma.

Ana cree que con esta crisis “vamos a aprender a valorar lo que es importante. Pese a todo lo malo, algo así tenía que pasar para que supiésemos ponderar lo esencial y para recuperar valores que teníamos abandonados y relaciones humanas que habíamos perdido”.