Aulas Refugio
Aulas Refugio es un proyecto que se propone llevar hasta los centros educativos (formales y no formales) las causas por las que millones de personas en el mundo se han visto obligadas a dejar su hogar en busca de un lugar seguro. Aulas Refugio ofrece a profesores/as y educadoras/es herramientas útiles y sencillas para reflexionar sobre la situación de las personas refugiadas.
A través de contenidos audiovisuales y de actividades didácticas podremos acercarnos a esta realidad, ayudando a crear desde la escuela una ciudadanía activa, consciente y socialmente comprometida.
‘Penélope’ y las mujeres refugiadas
Dedicamos una especial atención en Aulas Refugio a las mujeres refugiadas. El desplazamiento forzoso afecta de manera diferente a hombres y mujeres. Ambos padecen formas muy graves de persecución y violencia, pero las mujeres, por el mero hecho de serlo, se enfrentan a riesgos y peligros específicos que aumentan su situación de vulnerabilidad y desprotección.
A continuación puedes ver los dos cortometrajes de animación de Accem dedicados a las mujeres refugiadas. Hemos preparado una serie de cuatro actividades didácticas asociadas a estos cortometrajes para que puedas trabajar con tu alumnado (especialmente a partir de la educación secundaria) la realidad de las mujeres refugiadas. Estos materiales están a tu disposición para que los descargues de manera gratuita.
Nuestra Penélope, inspirada en el mito clásico de la “Odisea” de Homero, se ve obligada a escapar en busca de un lugar donde vivir en paz, lejos de las amenazas que la asedian constantemente. Junto a su hijo, huye con la esperanza de encontrar protección, seguridad, libertad. Pero esa travesía no es nada fácil…
Hoy en día existen un sinfín de penélopes dispersas por todo el mundo. Miles de mujeres que se ven obligadas a escapar. ¿De qué huyen las penélopes de nuestros días? ¿Por qué buscan refugio? Falta de derechos, discriminación, violencia son algunos de los motivos que provocan su huida.
Refugiados/as: quiénes son y por qué huyen
Una persona refugiada es aquella que tiene que abandonar su país de nacimiento o donde vive habitualmente por miedo fundado a ser perseguida y no tener garantizada su propia protección.
Fue en la Convención de Ginebra de 1951, organizada por Naciones Unidas en un mundo que salía de la traumática experiencia de la II Guerra Mundial, cuando se estableció el estatus de refugiado/a, fijando las siguientes causas reconocidas para acogerse a esta figura de protección: raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política. En España la Ley de Asilo de 2009 incorporó la persecución por motivos de género y orientación sexual como causa de asilo.
Las personas que huyen de conflictos armados o situaciones de violencia generalizada son también consideradas genéricamente como refugiadas.
Actualmente, Naciones Unidas calcula que existen alrededor de 68,5 millones de personas refugiadas en todo el mundo.
Actividades didácticas
La actividad pretende poner en valor los respaldos legales que defiendan tu vida y bienestar. El hecho de que el supuesto de género como causa de refugio aún no esté incluido en muchas legislaciones de otros países, supone un grave riesgo para la vida de muchas personas.
Esta actividad se propone acercar a la situación particular de las personas refugiadas. Mediante un ejercicio de imaginación podrán comprender mejor el conjunto de sacrificios, soledades y obstáculos que estas personas se ven obligadas a sortear para recuperar la estabilidad y la seguridad.
Los y las más jóvenes tendrán que construir su propia definición del término refugiada. Una definición más completa que no solo incluya las agresiones e injusticias, sino también aquellos sentimientos y sensaciones que estas violencias puedan desencadenar en la vida de las personas. En definitiva, una definición que ayude a comprender e interiorizar mejor la complejidad de este concepto.
En esta actividad se trabajarán los prejuicios hacia las personas refugiadas y se propondrán buenas prácticas e iniciativas para poder revertirlos. La escuela, igual que la vida, ha de saber convivir con la diversidad, que bien gestionada siempre termina sumando y enriqueciendo al conjunto.