Día Europeo contra la Trata de Personas – Por una ley integral contra la trata de personas y un abordaje basado en los derechos humanos y la protección de las víctimas

Con motivo de la conmemoración del Día Europeo contra la Trata de Personas (18 de octubre), desde Accem queremos incidir en la importancia de un abordaje integral en la lucha contra la trata con fines de explotación, en la necesidad de abandonar el enfoque persecutorio y avanzar hacia una normativa y unas políticas públicas centradas en los derechos humanos.

Este 2020 está suponiendo una dura prueba a causa de la pandemia de la Covid-19. La pérdida de empleos, la falta de acceso a derechos básicos como son la alimentación, la salud y la vivienda, han conducido a muchas personas a una situación de pobreza y exclusión social, incrementándose, con este aumento de su vulnerabilidad social, el riesgo de ser víctimas de trata de personas.

Por otra parte, las medidas de confinamiento originadas por la propia pandemia han determinado una mayor invisibilización y desprotección de las personas víctimas de trata y explotación. Pensamos especialmente en las personas a las que apoyamos desde Accem, como son las personas migrantes en situación irregular, las solicitantes de protección internacional y las personas refugiadas, que se han visto desprotegidas y se han convertido en un blanco más fácil para tratantes y explotadores.

Por estas razones, desde Accem consideramos que es aún más necesaria y prioritaria la aprobación en España de una ley integral contra la trata que se defina por un enfoque integral, interseccional y de derechos humanos, que abarque todas las formas de explotación y a todas las víctimas afectadas, sean mujeres, hombres, niñas, niños o personas transgénero. Una ley que abandone el enfoque puramente persecutorio y orientado al control de la inmigración irregular y que se centre en dar una respuesta efectiva a las necesidades individuales y de asistencia y protección de cualquier víctima, que garantice el acceso real a derechos y servicios básicos y que establezca un mecanismo estatal de identificación y derivación efectivo. Una ley, en fin, que introduzca medidas reales para favorecer la inclusión real y a largo plazo de las víctimas de trata y explotación.

 

> Conoce el trabajo de Accem en la lucha contra la trata de personas.

 

 

 

España, lejos de cumplir con su compromiso para la reducción de la pobreza

17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), de la que Accem forma parte, ha presentado la décima edición de su informe El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008 – 2019. Esta presentación se produce en el marco de la conmemoración Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre.

En el año 2019, un total de 11.870.000 personas –algo más de la cuarta parte de la población en España–, vivía en riesgo de pobreza y/o exclusión social. A tenor de estos datos, España está muy lejos de cumplir con su parte del compromiso de reducción de la pobreza asumido en la Estrategia Europa 2020, que especificaba una reducción de 1,5 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social (tasa AROPE) sobre los datos de 2008, y que debía alcanzarse como muy tarde en 2020.

El estudio demuestra que la recuperación macroeconómica proclamada a partir de 2014 ha quedado lejos de alcanzar de forma efectiva a las personas en peor situación, dejando en evidencia las graves dificultades de casi 12 millones de personas para afrontar la actual crisis de la pandemia de la covid-19. Además, El 49,3 % de la población española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes.

Para este año, la tasa de pobreza infantil se ha incrementado en seis décimas con respecto al año anterior y alcanza al 27,4 % de niños, niñas y adolescentes menores de 18 años. Esta cifra es un 33 % más elevada que la tasa del resto de población.

Respecto al sexo, la tendencia al deterioro de la situación de las mujeres aparece en muchos indicadores, llegando a superar en más de medio millón el número de mujeres en riesgo de pobreza y/o exclusión social respecto al de hombres.

A pesar del crecimiento del PIB y en un contexto caracterizado por seis años de crecimiento del empleo, la tasa de pobreza entre las personas con trabajo se mantiene estática desde 2014 (en torno al 14 %).

De entre la población desempleada, el 43,3 % vive en situación de pobreza y se mantiene como la más alta de todos los grupos de actividad, lo que demuestra las limitaciones de la protección al desempleo y las restricciones del Estado de bienestar actual.

Algunos datos extraídos del informe:

  • Unos 9,7 millones de personas están en riesgo de pobreza en España.
  • En 2019 hay 6,2 millones de mujeres y 5,6 millones de hombres en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Lo mismo ocurre con el 46,8 % de las personas que conforman familias monoparentales.
  • Entre 2008 y 2019, el total de la población ha perdido una capacidad real de consumo equivalente a 646 €.
  • El 10 % más rico de la población obtiene una cuarta parte (24,1 %) de los ingresos de toda la población, que es la misma renta total de casi la mitad más pobre de la población española, que obtiene el 27,4 %
  • Una de cada tres personas con discapacidad se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión.
  • Para el año 2019, la tasa AROPE es un 29 % más elevada (6,5 puntos más), el riesgo de pobreza es un 62 % más alta (9,8 puntos más) y de pobreza severa, un 75 % mayor (3 puntos más).

>Accede al informe de la EAPN-ES.

>Conoce el trabajo de Accem contra la pobreza y la exclusión social.

Premio del Público para “La soledad de la señora Vila” en el Brain Film Fest

El pasado sábado 3 de octubre, el cortometraje de Accem “La soledad de la señora Vila” recibió el Premio del Público para Microcortos en la celebración de la décima edición del Brain Film Fest – Premi Solé Turá, un evento organizado en Barcelona por la Fundació Pasqual Maragall.

La responsable de Accem en Catalunya, Gema Sánchez, fue la encargada de recibir y agradecer el galardón en nombre de toda la organización.

En el festival Brain Film Fest el cerebro es el protagonista, integrando proyecciones, charlas y talleres para fomentar la creación audiovisual y dar a conocer diferentes aspectos del cerebro, tanto sus capacidades como las enfermedades y condiciones que lo amenazan. El Brain Film Fest está impulsado y organizado por la Fundación Pasqual Maragall y coorganizado con la Fundació Uszheimer y la Productora Minimal Films.

“La soledad de la señora Vila”, producido y dirigido por Cristina y María José Martín, es el cortometraje de Accem realizado como colofón al proyecto de sensibilización SolasNo, con el que visibilizamos la existencia de un grave problema social: la soledad no elegida que sobrellevan muchas personas mayores, especialmente mujeres. El cortometraje fue realizado a partir del relato ganador en el certamen que  organizamos en el año 2018 con esta temática. El relato “La soledad de la señora Vila” fue escrito por Sara María Laborda.

Desde Accem agradecemos este nuevo reconocimiento recibido desde el Brain Film Fest.

¿Todavía no conoces a la señora Vila? Pincha aquí para ver el corto.

Accem atendió a casi 20.000 personas en el primer semestre de 2020, a pesar de la Covid-19

En los primeros seis meses de 2020, desde Accem proporcionamos atención y acompañamiento a un total de 19.366 personas, a pesar de las dificultades provocadas por la epidemia de la Covid-19.

Esta cifra supone aproximadamente la mitad del total de personas que atendimos a lo largo de todo el año anterior. Y esto hace visible algo importante: la Covid-19, con todo lo que ha condicionado todas las esferas de nuestras vidas, no ha impedido que sigamos haciendo nuestro trabajo: ser un apoyo para las personas en situación de vulnerabilidad.

Del total de personas atendidas, el 56,7 % son hombres y el 43,3% mujeres. Por edades, la franja principal es la que comprende a las personas entre 18 y 34 años, que son el 44,36 % de las personas que atendemos. Las cinco principales nacionalidades de las personas que acompañamos en este primer semestre de 2020 fueron Colombia, Venezuela, Marruecos, España y El Salvador.

 

 

Por situación administrativa, es de destacar en primer lugar a las personas que son solicitantes de protección internacional, es decir, que han buscado refugio en España, que fueron en este primer semestre de 2020 un total de 11.717 personas, el 60,5 % del total.

El otro indicador principal que desde Accem medimos son las prestaciones que ofrecemos, que en estos seis meses fueron 346.312. Dentro del catálogo de 14 prestaciones fundamentales que hemos definido, las principales en este período son las agrupadas en las siguientes categorías: atención e intervención social; ayudas económicas; centros de acogida; información y orientación; y educación y formación.

Estos datos, que obtenemos a través de nuestra herramienta de seguimiento, gestión y evaluación eGorrion, nos permiten analizar el impacto social de nuestra actuación y tener la satisfacción de saber que estamos realizando nuestro trabajo pese a la excepcionalidad de las circunstancias, así como nos permiten reafirmar nuestro compromiso con nuestra misión de defender los derechos fundamentales y atender y acompañar a las personas que se encuentran en situación o riesgo de exclusión social, en una labor que ha sido reconocida como esencial para hacer real el objetivo de que nadie se quede atrás.

 

Accem en Murcia recibe el Distintivo de Igualdad de la Región

Accem en Murcia ha recibido este lunes 5 de octubre el Distintivo de Igualdad de la Región de Murcia, un reconocimiento a la aplicación de planes de igualdad en la empresa.

Nuestra entidad recibe esta distinción junto a otras ocho empresas de la Región que han llevado a cabo medidas de igualdad y de fomento de la conciliación de la vida profesional y privada entre sus equipos. Es la primera vez que se entrega este Distintivo de Igualdad para las Empresas de la Región de Murcia (DIERM. La vicepresidenta de la Región y consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, Isabel Franco, fue la encargada de entregar estas distinciones.

El DIERM tiene una vigencia de tres años una vez recibido y podrá ser renovado siempre que las empresas mantengan sus objetivos en torno a la promoción de la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral. Para esta convocatoria un total de 36 empresas solicitaron el distintivo en 2019, de las que finalmente 9 lo han conseguido, entre ellas Accem.

El consentimiento en la trata de personas: un elemento jurídicamente irrelevante

En ocasiones, cuando hablamos de trata de seres humanos, la víctima es engañada y termina estando en una situación de explotación sin conocer, en el momento de su captación o traslado, cuál será su cometido final.

Cada día, multitud de personas que pensaban que trabajarían en una peluquería, en el campo o en una fábrica de conservas, inician un trayecto de miles de kilómetros para finalmente ser explotadas en prostíbulos, plantaciones agrícolas o incluso ser obligadas a transportar drogas entre países.

Asimismo, existen otras víctimas en las que, a priori, no existe ese engaño porque son totalmente conocedoras de cuál será su cometido cuando lleguen al lugar de destino. Es en estas situaciones cuando se siguen dando ciertos discursos absolutamente desacertados que se amparan y justifican en que ese consentimiento exime al explotador o tratante de su responsabilidad, argumentando que la víctima no ha sido engañada en el ‘trabajo’ que va a desempeñar y que ha aceptado realizar.

Pero habría que preguntarse, ¿cómo se ha conseguido ese consentimiento? ¿Qué lleva a que una persona acepte transportar droga dentro de su propio cuerpo con los riesgos que eso conlleva para su salud? ¿Por qué una persona consiente pasar jornadas interminables haciendo de mimo en una plaza o prostituyéndose más de 15 horas al día?

Lo cierto es que, en nuestro ordenamiento jurídico, para el delito de trata de personas, este consentimiento es totalmente irrelevante y no se tiene en cuenta en ninguna de sus fases, básicamente porque la persona no consiente de manera libre, siempre se da alguna circunstancia que limita su voluntad, como el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, que aboca a la persona a aceptar y al tratante a obtener así el consentimiento de la víctima.

En este aspecto, todavía queda mucho camino por recorrer. Según la UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), algunos países continúan regulando en sus legislaciones que la víctima mayor de edad y que consiente en la actividad de trata sin que medie engaño, coerción, amenaza o fuerza no es considerada víctima y, por lo tanto, no se considera delito. Aún así, estamos ante una práctica que tiende a desaparecer ante la consideración de que la víctima no consiente libremente en ser explotada, sino que hay circunstancias personales, sociales, económicas, entre muchas otras, que influyen profundamente en que la víctima acepte realizar determinadas conductas. Estaríamos, de esta forma, y tal y como se recoge en nuestro código penal, ante un consentimiento viciado y, por tanto, invalidado e irrelevante ante un tribunal, por lo que el consentimiento de la víctima carece de efectos jurídicos, independientemente de su edad o de la forma en la que se haya constituido la explotación.

Por eso, es importante tener siempre en cuenta que, aunque una persona acepte realizar una determinada conducta o acción en el contexto de la trata de personas y con cualquier modalidad de explotación, debemos reflexionar sobre la situación de vulnerabilidad y vivencias personales que hay tras esa persona o los medios indebidos que se han utilizado para conseguir este consentimiento.

 

 

Se reactiva el programa de reasentamiento de refugiados con la llegada de 140 personas desde Líbano

El pasado 24 de septiembre llegaba a España un vuelo procedente de Líbano con 138 personas refugiadas a bordo para su reasentamiento en España, de las que cuatro familias y un total de 18 personas fueron acogidas por Accem en primera instancia.

Todas las personas acogidas por Accem son de nacionalidad siria y entre ellas hay 9 menores. A partir de este momento dos de las familias acogidas por Accem permanecerán en nuestro programa de acogida a personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional, iniciando desde ya su itinerario activo de inserción.

La buena noticia es que con este grupo se reactiva el programa de reasentamiento en este complicado año 2020 por las dificultades añadidas que está suponiendo la gestión de la pandemia por la Covid-19.

En el mes de enero llegó un primer grupo de refugiados reasentados desde Turquía, con 7 personas, de las que acogimos a dos de ellas en los centros de Accem; en febrero llegó un segundo grupo procedente de Egipto e integrado por 57 personas, de las que acogimos a 9; y se suma ahora este grupo más numeroso de 138 personas, de las que Accem ha acogido a 18. En total, en este 2020 han sido reasentadas en España un total de 202 personas.

El reasentamiento, una vía segura para las personas refugiadas

El Gobierno de España aprobó el 20 de diciembre de 2019 en reunión del Consejo de Ministros el Programa de Reasentamiento de Refugiados en España de 2019, previsto para su ejecución durante 2020. Este programa prevé el reasentamiento en España de 1.200 personas refugiadas a través de esta vía legal y segura que es el reasentamiento.

Según lo previsto en el programa de este año, las personas que se benefician de este programa procederán de Siria u otros países afectados por situaciones de guerra a partir de las prioridades identificadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Unión Europea.

El reasentamiento consiste en el traslado de personas desde un país de asilo a otro que se compromete a reconocer su condición de refugiadas y a proporcionar una acogida. La vía del reasentamiento se toma cuando el primer país de asilo no puede garantizar la seguridad de la persona refugiada; cuando ese país no puede afrontar por sí solo la acogida a un número elevado de personas como consecuencia de una gran crisis humanitaria o cuando en el segundo país de asilo existen mayores y mejores posibilidades para su proceso de integración social.

¿Quieres saber más sobre las personas refugiadas y el trabajo de Accem? Pincha aquí. 

 

 

 

Palabras mayores: dignidad y derechos frente a la discriminación por edad

Día Internacional de las Personas Mayores 2020

Este 1 de octubre se celebra un Día Internacional de las Personas Mayores marcado a fuego para ellas por los efectos de la Covid-19 en su salud física y mental. En un panorama incierto marcado por nuevos repuntes de contagios y aislamientos, desde Accem subrayamos que los derechos de las personas mayores a llevar vidas dignas y participar en la sociedad son irrenunciables.

“La Unión Europea reconoce y respeta el derecho de las personas mayores a llevar una vida digna e independiente y a participar en la vida social y cultural”. Así se lee en el artículo 25 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que este año cumple 20 años.

Por su parte la Constitución Española, en el artículo 50 asegura que las instituciones “promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio”.

Se trata de palabras mayores, de derechos irrenunciables que en ningún caso quedan suspendidos por la pandemia. No puede repetirse la situación de las residencias de mayores, los problemas de atención médica a las personas de edad contagiadas, la falta de cuidados para quienes quedaron aislados.

Por ello desde Accem suscribimos el manifiesto de la Mesa Estatal por los derechos de las Personas Mayores que reclama, entre otras cosas, la aprobación de una Ley integral de los derechos de las personas mayores, la puesta en marcha de políticas públicas dirigidas a evitar la discriminación de los mayores por razones de edad y a hacer efectivos sus derechos y el acceso a ellos.

Se hace preciso apostar por un nuevo modelo de residencias y otros alojamientos en los que se trabaje desde un enfoque de atención centrado en las personas y se garantice un sistema de inspección y el control de las administraciones públicas. En las residencias, centros para personas con discapacidad y centros sociales es donde se debe garantizar la atención sanitaria por parte del sistema público de salud, como si estuviesen en un hogar con los apoyos necesarios.

Como recoge el manifiesto, debe asimismo reformarse la Ley de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, acordada entre todas las administraciones para promover la autonomía personal y adaptar las prestaciones a la nueva realidad y demanda de cuidados de las personas en situación de dependencia.

Los estudios apuntan a que la pandemia ha tenido desgraciadamente un impacto significativo en la esperanza de vida de la población española. En todo caso, España continúa siendo uno de los países más longevos del mundo, algo que es necesario poner en valor en la sociedad frente al fenómeno del edadismo.

Está extendida la discriminación hacia las personas mayores por considerarlas carentes de valor, devaluándolas por su edad y relegándolas a papeles meramente pasivos en la sociedad.

Esta discriminación, también conocida como edadismo, aumenta aún más cuando la participación de las personas mayores en el espacio público ha quedado reducida al mínimo por los efectos del coronavirus. El edadismo alcanza límites dramáticos cuando la edad cronológica se ha convertido en criterio de acceso para recursos y atención pública, sobre todo cuando se refiere a la salud.

Desde Accem tenemos claro que una de las claves más importantes es la promoción de un envejecimiento activo, basado en la prevención y en el fomento de la autonomía y el protagonismo social de las personas mayores. Desde este enfoque, intervenimos sobre grupos especialmente vulnerables, como los mayores en el medio rural o la emigración española en Bélgica.

Junto al trabajo de atención directa, hacemos un especial esfuerzo en realizar proyectos de sensibilización, para concienciar a la sociedad española sobre problemas crecientes e invisbilizados, como es el caso de la soledad no elegida de las personas mayores.

Durante el estado de alarma se lanzó la iniciativa #MayoresCuentan, a través de la que cientos de personas mayores compartieron sus relatos, poemas y cartas desde el confinamiento. Los equipos de psicólogos y terapeutas de Accem también elaboraron y difundieron vídeos para que las personas mayores pudiesen ejercitar cuerpo y mente desde casa.

> Conoce el trabajo de Accem con las personas mayores.

 

 

 

 

Perspectiva desde la jurisprudencia del “abuso de situación de vulnerabilidad” en la trata de personas

La lucha contra la trata de seres humanos implica la necesidad de analizar cada uno de los elementos que constituyen este delito: la acción, los medios por los que se produce tal acción y la finalidad de la misma, la explotación. Así se viene realizando a través de organismos y políticas nacionales e internacionales mediante las que se elaboran informes, estudios y recomendaciones con el fin de obtener información relevante y determinar, así, una óptima actuación de los agentes clave ante este fenómeno. Asimismo, los órganos jurisdiccionales, a través de sus sentencias, van sentando jurisprudencia en relación a los medios por los que se origina este delito, como es el abuso de una situación de vulnerabilidad, incluido en el Protocolo de Palermo como uno de los medios a través del cual se podría someter a una persona a una serie de acciones concretas, como la captación, el traslado y la recepción de la víctima, para someterla a una situación de explotación.

Dada la importancia del abuso de la vulnerabilidad como causa objetiva en el contexto de trata, se ha venido estipulando en numerosas sentencias que algunas de las causas que determinan dicha vulnerabilidad en las víctimas podrían agruparse, entre otros, en factores económicos, sociales o personales, psicológicos, culturales y familiares. Cabe añadir que la edad es determinante cuando las víctimas son niños o niñas, dado que únicamente el hecho de que estén lejos de sus familias y viviendo en un país extranjero implica, per se, una situación de mayor inferioridad y necesidad, determinando que su situación sea aún más opresiva, motivo por el que, debido a su condición de menor, ya les hace especialmente vulnerables.

Según las sentencias analizadas[1], a continuación, se detallan algunos de los factores que han sido determinantes para que se cometiese el abuso de vulnerabilidad en las víctimas:

Factores económicos:

  • Pobreza extrema.
  • Tener una situación financiera precaria para poder ser independiente del tratante.
  • Falta de alojamiento seguro y necesidad de alimentos.
  • Carencias sustanciales en la cobertura de necesidades básicas de vida.

Factores sociales y personales:

  • Exclusión social o pertenencia a un grupo de riesgo vulnerable.
  • Dependencia del alcohol o sustancias estupefacientes.
  • Situación administrativa irregular.
  • Extracción de documentos personales por parte del tratante tales como el pasaporte u otros documentos identificativos.
  • Encontrarse en una situación personal que puede incrementar la vulnerabilidad como un embarazo, una enfermedad, ser menor de edad, etc.

Factores psicológicos:

  • Pérdida completa de la autoestima por constante presión.
  • Discapacidad intelectual.
  • Inestabilidad emocional, siendo fácilmente influenciable e insegura.
  • Personas que reciben un maltrato continuado a través de violencia o de intimidación.
  • Control continuado por parte del tratante.

Factores culturales:

  • Desconocimiento del idioma.
  • Normalización de situaciones de violencia a partir de experiencias previas en sus países de origen.
  • Pertenecer a un grupo de origen racial o étnico socialmente perseguido o encontrarse en una situación de migración por esta causa.

Factores familiares:

  • Falta de puntos de referencia.
  • Condiciones insalubres de vida.
  • Familia a su cargo con necesidades básicas sin cubrir.
  • Distanciamiento con respecto a los familiares.

El término “vulnerabilidad” suele emplearse para determinar algunas de las circunstancias intrínsecas, ambientales o conceptuales, que amplían las posibilidades de que una persona se convierta en víctima de trata[2] o que sea susceptible de serlo, sin embargo, es el abuso de esta situación la que es determinante para que numerosas sentencias fundamenten su argumentación en considerarlo como un medio por el que se cometen actos de trata y reconocer, por tanto, a la persona como víctima. En consecuencia, este abuso de vulnerabilidad es clave para que las víctimas que hayan sido obligadas por sus tratantes o explotadores a cometer ilícitos penales no se les pueda hacer responsables de tales actos, adquiriendo así un enfoque basado en derechos humanos, al dejar a las víctimas impunes por verse coaccionadas a perpetrar actos criminales.

 

Referencias:

[1]

Sentencia del Tribunal de 1ª Instancia (513 Kls) 255 Js 637/18 (38/18) de 25 de junio de 2019

Sentencia del Tribunal Supremo Supreme Court Decision no. 2/2019 (Nea Manolada), de 18 de junio de 2019.

Sentencia del Tribunal Supremo ECLI:NL:HR:2011:BR0448, del 20 de diciembre de 2011.

Sentencia del Tribula de Apelación de Appeal Court, High Court of Justiciary, Glasgow, de 23 de enero de 2019.

Sentencia del Tribunal Supremo Cass. pen. Sez. V, n. 2775 de 18 de noviembre de 2010

Sentencia del Tribunal de 1ª Instancia, Case 0115, de 19 de enero de 2015.

Sentencia del Tribunal de Distrito de Luxemburgo, nº 34/19, de 23 de enero de 2019.

 

[2] UNODC, documento temático: Abuso de una situación de vulnerabilidad y otros “medios” en el contexto de la definición de trata de personas.

La reubicación de las personas refugiadas tras el incendio en Moria, una urgente necesidad

El incendio del campo de refugiados de Moria en la isla de Lesbos, en la madrugada del pasado 9 de septiembre, ha sacado a la luz pública la lamentablemente situación en la que se encontraban 12.500 personas que vivían en unas instalaciones con capacidad para solo 3.000.

Desde Accem no podemos dejar de recordar la urgente necesidad de que tanto la Unión Europea como sus Estados miembro asuman su responsabilidad y actúen con la solidaridad que requieren los principios de humanidad. Unos principios que parecen haber sido olvidados, especialmente tras lo ocurrido en Moria, a lo que se suma ahora el abandono en las cunetas, prácticamente sin agua, sin alimentos y sin atención médica, de personas que llegaron a Europa huyendo de situaciones de guerra y persecución en busca de asilo.

Ante la negativa del Gobierno español a formar parte de los países que trabajan en la reubicación de estas personas, nos hemos sumado a la petición realizada por la Coordinadora de ONGD, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y Amnistía Internacional, en la que se insta al Gobierno a:

  • Aceptar la reubicación en España de manera urgente e inmediata de una parte de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad en Lesbos, especialmente menores de edad migrantes no acompañados y familias con menores, que se han visto afectadas por el incendio en el campamento de Moria.
  • Adoptar una actitud proactiva en la UE para lograr la reubicación en condiciones dignas de la totalidad de las personas afectadas en el menor plazo de tiempo posible. Hay miles de vidas en juego.
  • Asumir de manera compartida entre los Estados miembros de la UE la responsabilidad de atención a las personas migrantes y refugiadas, respetando los tratados internacionales y el pleno respeto de los derechos humanos, en el marco del futuro Pacto de Migración y Refugio.