El apoyo a la inclusión de las personas sin hogar en A Coruña: un trabajo en red

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Continuando con la conmemoración el Día Europeo de las Personas Sin Hogar, en esta ocasión abordamos las acciones y el trabajo diario que realizamos desde Accem ante una de las problemáticas sociales más graves de nuestros días y una realidad que no hace más que aumentar con el transcurso de los años. De hecho, según los últimos datos de la Encuesta de Personas Sin Hogar del INE de 2022, 28.552 personas viven en situación de sinhogarismo. Aquí cabe señalar que estos datos son incompletos ya que se obtienen a partir de la información que recopilan los centros asistenciales y/o de restauración destinados a la atención de personas sin hogar, desconociendo el número total real ya que no todas estas personas recurren a estos recursos, quedando, por tanto, no contabilizadas.

En Galicia, en concreto desde la localidad de A Coruña y en un trabajo con el programa Centro de atención a personas sin hogar y dispositivo de frío (cofinanciado por el Ayuntamiento de A Coruña) y con el programa de Apoyo a la inclusión básica y con el programa de Atención en calle y provisión de recursos básicos, junto a la Xunta de Galicia, trabajamos tanto en el Punto de calor “Acouga” durante todo el año como con el Dispositivo de frío durante los meses de invierno hasta la primavera.

Así el centro de atención social “Acouga”, a través de su servicio de calor café y resto de programas de acción social, se ofrece apoyo a la cobertura de necesidades básicas, respuesta a situaciones de necesidad urgentes y sobrevenidas, y atención y acompañamiento social para personas sin hogar. Este punto de calor es un espacio de reposo y socialización donde las personas pueden disponer de servicio de desayuno, recogida de kits de alimentación, consigna y material de aseo e higiene, entre otras prestaciones.

Por otra parte, se calcula que, en A Coruña, más de medio centenar de personas se encuentran en situación de sin techo, el grado más extremo de sinhogarismo, que en ocasiones llegan a mostrar dificultades de acceso a los recursos de emergencia disponibles. Una actividad que busca aliviar esta situación de vulnerabilidad es el Dispositivo de frío, el cual está dirigido a prestar atención en el lugar de localización a personas sin hogar en la ciudad.

Esta actividad se realiza de manera coordinada desde el Equipo Municipal de Inclusión Social (EMIS), que promueve la intervención conjunta de todos los servicios de atención social en calle, entre los que se destacan el Equipo de Atención en Calle (EAC) “Abeiro” y el Servicio Municipal de Atención a Urgencias Sociales (SEMUS), que disponen de un vehículo con el que por un lado realizar el reparto de bebida caliente y ropa de abrigo como por otro lado dar rápida respuesta en caso de urgencia social que exija una intervención inmediata o en caso de inclemencias meteorológicas.

De manera paralela, desde el año 2014, Accem activa su servicio de atención a pie en la propia calle: un equipo que se distribuye por la ciudad en cuatro zonas diferentes que son recorridas con una frecuencia semanal, con el propósito de garantizar el contacto, atención y seguimiento de las personas que están en situación de calle, independientemente de donde se encuentren. En la intervención con estas personas se ofrece información y orientación sobre los centros de atención y emergencia social disponibles y se realiza seguimiento semanal que facilite la prevención y actuación ante situaciones de riesgo para la salud, promueva la activación social y refuerce la atención o intervención que puedan estar recibiendo desde otros servicios, al tiempo que apoya la cobertura de necesidades básicas mediante la entrega de kits alimentación y de higiene básica.

El número de personas beneficiarias directas en cada campaña de frío supera las 100 personas. Mientras que el perfil de persona atendida solía ser el de hombre de unos 45 años, recientemente destacan el incremento del número total de atenciones y, en particular, a cada vez más mujeres de un tramo de edad cada vez más joven.

A través de este trabajo y de las alianzas establecidas entre el Tercer Sector y las Administraciones, se busca alcanzar el bienestar personal y, como fin último, la reinserción social de estas personas que atraviesan en muchos casos una situación que no ha sido elegida, sino que ha sido el desenlace de atravesar, en no pocas ocasiones, situaciones psicosociales y personales desfavorables.

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