Accem aborda en Valencia la necesidad de los espacios no mixtos para la intervención social con mujeres sin hogar
Las mujeres sin hogar están expuestas a sufrir múltiples violencias, tanto en la calle como en los recursos asistenciales, especialmente en aquellos de carácter mixto. Esta realidad ha llevado a los profesionales del ámbito del sinhogarismo a plantear la necesidad de introducir el enfoque de género en la intervención social con las personas sin hogar.
Este fue el tema principal del “II Encuentro sobre sinhogarismo femenino”, organizado por Accem en el Octubre Centre de Cultura Contemporània de Valencia el pasado 19 de diciembre, al que asistieron alrededor de treinta profesionales de distintas entidades sociales expertas en sinhogarismo, entre ellas la Asociación para la Inclusión Residencial y Social (AIRES), Médicos del Mundo, Sant Joan de Déu, Cepaim, Fundación Salud y Comunidad y Misión Evangélica Urbana. También participaron profesionales de la Universitat de València que llevan a cabo trabajos de investigación sobre esta materia.
En la jornada se puso de manifiesto la necesidad de que existan recursos de atención específicos para las mujeres sin hogar, que se constituyan como espacios seguros y libres de violencias, pero al mismo tiempo se señaló la importancia de trabajar sobre las masculinidades en los espacios mixtos, donde acuden los hombres en mayor proporción.
A lo largo de dos mesas de trabajo, compartieron experiencias y recomendaciones las profesionales Ania Pérez, cofundadora de la asociación AIRES, de Madrid; Elena Matamala, coordinadora del centro municipal de atención a personas sin hogar El Carme; y tres trabajadoras del equipo de Accem en Valencia: Alba Gutíerrez, del programa “Ni una nit més”, que ofrece alojamiento transitorio a mujeres en situación de sinhogarismo o en riesgo de estarlo; Marcela Alarcón, trabajadora social de un programa de atención social a personas en situación o riesgo de exclusión; y Marta Rodríguez, del programa “Medea”, un centro de día en fines de semana y festivos dirigido expresamente a mujeres en situación de sinhogarismo. Moderó el encuentro y las distintas intervenciones la técnica de Accem en Valencia Ana Santillana.
“Ser una mujer sin hogar es diferente a ser un hombre sin hogar”
La cofundadora de la asociación AIRES, de Madrid, Ania Pérez, explicó la trayectoria de su equipo en la introducción del enfoque de género en el abordaje del sinhogarismo. “Ser una mujer sin hogar es diferente a ser un hombre sin hogar. En el caso de las mujeres, se dan situaciones residenciales muy ocultas y picos de violencia en los recursos asistenciales, que hacen necesaria la introducción del enfoque de género en la intervención social. Además, es necesario que los profesionales aprendan herramientas para poder trabajar el trauma complejo que atraviesa a estas personas”. Al hilo, la técnica de AIRES añadió que la existencia de espacios exclusivos para las mujeres no es suficiente para acabar con las violencias en el contexto del sinhogarismo, y que “más que hablar de crear espacios seguros para las mujeres, habría que hablar de crear espacios seguros para todas las personas”.
El encuentro también abordó las especificidades que se producen cuando a la situación de sinhogarismo se añade el consumo activo de sustancias. Al respecto, la coordinadora del centro municipal de atención a personas sin hogar El Carme, Elena Matamala, señaló que “cuando las mujeres llegan a los recursos, están rotas, perdidas y atravesadas por el trauma. El estigma, el mayor deterioro físico y psíquico y la mayor vulnerabilidad a la violencia hace que lleguen completamente anuladas”.
Por su parte, profesionales del equipo de Accem en Valencia compartieron su experiencia de trabajo a través de diferentes programas que ofrecen atención y acompañamiento a mujeres sin hogar. Es el caso del programa “Ni una nit més”, que ofrece alojamiento transitorio a mujeres en situación de sinhogarismo o en riesgo de estarlo. Alba Gutíerrez, trabajadora social de este programa indicó “la necesidad de poner el foco no sólo en las mujeres, sino también en la parte masculina, para que los recursos mixtos puedan ser espacios seguros”.
“La resiliencia es un elemento en común en las mujeres sin hogar, especialmente en las mujeres migrantes”, señaló Marcela Alarcón, trabajadora social en Accem dentro de un programa de atención social a personas en situación o riesgo de exclusión en el que se reservan específicamente 10 de las 33 plazas disponibles para mujeres. La técnica de Accem destacó la necesidad de que existan equipos profesionales multidisciplinares en la intervención social y que los procesos de acompañamiento puedan ser más largos en el tiempo.
El encuentro se cerró con la intervención de Marta Rodríguez, trabajadora de Accem en el programa “Medea”, un centro de día en fines de semana y festivos dirigido expresamente a mujeres en situación de sinhogarismo que se puso en marcha en junio de 2023. En su experiencia de intervención, explicó que “las mujeres llegan con una mochila muy cargada, por lo cual buscar espacios como un taller de manualidades u organizar salidas a la ciudad es una oportunidad para hablar con ellas, que es lo más importante en la intervención que hacemos”.
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