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La reubicación de las personas refugiadas tras el incendio en Moria, una urgente necesidad

El incendio del campo de refugiados de Moria en la isla de Lesbos, en la madrugada del pasado 9 de septiembre, ha sacado a la luz pública la lamentablemente situación en la que se encontraban 12.500 personas que vivían en unas instalaciones con capacidad para solo 3.000.

Desde Accem no podemos dejar de recordar la urgente necesidad de que tanto la Unión Europea como sus Estados miembro asuman su responsabilidad y actúen con la solidaridad que requieren los principios de humanidad. Unos principios que parecen haber sido olvidados, especialmente tras lo ocurrido en Moria, a lo que se suma ahora el abandono en las cunetas, prácticamente sin agua, sin alimentos y sin atención médica, de personas que llegaron a Europa huyendo de situaciones de guerra y persecución en busca de asilo.

Ante la negativa del Gobierno español a formar parte de los países que trabajan en la reubicación de estas personas, nos hemos sumado a la petición realizada por la Coordinadora de ONGD, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y Amnistía Internacional, en la que se insta al Gobierno a:

  • Aceptar la reubicación en España de manera urgente e inmediata de una parte de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad en Lesbos, especialmente menores de edad migrantes no acompañados y familias con menores, que se han visto afectadas por el incendio en el campamento de Moria.
  • Adoptar una actitud proactiva en la UE para lograr la reubicación en condiciones dignas de la totalidad de las personas afectadas en el menor plazo de tiempo posible. Hay miles de vidas en juego.
  • Asumir de manera compartida entre los Estados miembros de la UE la responsabilidad de atención a las personas migrantes y refugiadas, respetando los tratados internacionales y el pleno respeto de los derechos humanos, en el marco del futuro Pacto de Migración y Refugio.

Comunicado de Accem: ¿Es el acuerdo europeo para la reubicación de refugiados un nuevo papel mojado?

A pocas semanas de que se cumpla el plazo de los dos años para la reubicación de personas refugiadas y ante el anuncio de ayer por parte de las autoridades griegas de que actualmente no hay personas, entre las miles de refugiadas que siguen a la espera de una solución en el país heleno, que cumplan con los requisitos establecidos para acogerse al proceso de reubicación en otros países europeos, desde Accem queremos señalar:

– El proceso de reubicación únicamente ha sido accesible para personas de algunas nacionalidades, lo que ha supuesto de facto una forma de discriminación hacia personas refugiadas procedentes de otros países (como Somalia, Afganistán, Pakistán o Nigeria, por ejemplo).

– El acuerdo entre la UE y Turquía, fechado en marzo de 2016 y que abrió la puerta a la devolución forzosa de personas refugiadas a Turquía, cerró las puertas al proceso de reubicación a todas las personas que, desde entonces, han continuado llegando hasta Grecia.

– Son circunstancias como estas las que impiden a muchas personas necesitadas de protección y que continúan atrapadas en Grecia acogerse al proceso de reubicación. Son algunas de las razones que llevan a las autoridades de Grecia a decir que no hay personas refugiadas que se adecúen a los requisitos exigidos.

– Queda de manifiesto lo que hemos repetido una y otra vez: ha sido evidente en todo momento la falta de voluntad política firme y decidida del conjunto de la Unión Europea y de todos sus Estados miembro para dar una respuesta real, efectiva y eficaz a una situación extremadamente grave de crisis humanitaria a las puertas de Europa.

– Es necesario revisar con urgencia los requisitos exigidos para acogerse al proceso de reubicación con la finalidad de que las personas necesitadas de protección encuentren una vía abierta para conseguir la atención y acogida que les corresponde por derecho.

– La UE y todos sus Estados miembro deben demostrar que los acuerdos firmados y comprometidos tienen alguna credibilidad o si, por el contrario, son únicamente ‘papel mojado’.