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Los haters y la polarización en las redes sociales

En el ámbito de internet y las redes sociales, la existencia de los “haters” u odiadores en línea ha adquirido una dimensión y relevancia significativa, no sólo por su trascendencia o impacto sobre la vida de otras personas, sino también por la capacidad que adquieren sus discursos en la denominada polarización de la sociedad. En este artículo tratamos de comprender por qué existe este perfil en las redes sociales, a qué responde su comportamiento y cómo hacer frente desde una lógica no de confrontación directa sino de búsqueda de alianzas en el mundo digital para construir una sociedad más inclusiva y diversa.

Para empezar, es necesario comprender que los haters no responden a un perfil concreto. Puede ser cualquier persona que muestra su rechazo a determinados colectivos a través de comentarios ofensivos, ataques personales o incluso campañas de acoso virtual. A menudo, son personas que critican, insultan o difaman a otros en redes sociales y plataformas digitales. En estos espacios digitales, los haters han encontrado un entorno ideal para llevar a cabo su actividad de generación o propagación del discurso de odio hacia personas o grupos especialmente vulnerables y susceptibles de recibir discriminación, entre ellas las personas migrantes y refugiadas.

Por otro lado, su alta presencia en redes y su notable actividad guarda relación con la sensación de impunidad que otorga el hecho de poder propagar mensajes de odio en las redes sociales desde perfiles anónimos. No obstante, tener un perfil anónimo no significa que sea imposible identificar la autoría en caso de cometer un delito. De hecho, decir cualquier cosa en las redes sociales equivale prácticamente a gritarlo desde la ventana de nuestra casa, a cara descubierta.

En tercer lugar, es interesante intentar comprender las motivaciones que hay tras el comportamiento de un hater. Aunque pueden ser diversas y complejas, una de las razones más comunes es el miedo a los demás, que se desarrolla en base a la dinámica del pensamiento “nosotros/as versus ellos/as”, que se centra en las diferencias, en lo que nos aleja de aquellas personas que son diferentes. Esta es la base de la construcción de narrativas simplistas que actúan como combustible para homogeneizar y polarizar a la sociedad. En otros casos, los haters también pueden actuar por diversión en la búsqueda de las reacciones que puedan suscitar sus comentarios, por la necesidad de notoriedad o por la falta de conciencia sobre el efecto de su comportamiento online sobre la vida real.

Uno de los principales peligros de los discursos de odio propagados por las/os haters es la normalización de este tipo de mensajes. La aceptación hacia estos discursos y comportamientos no está exenta de riesgos, pues el discurso del odio se normaliza y puede llegar a considerarse como algo inevitable incluso por parte de las víctimas, lo cual puede tener una relación directa con el bajo índice de denuncia que presentan los casos de discriminación y los delitos de odio. La normalización de estos mensajes también es peligrosa en tanto en cuanto puede generar daños emocionales o psicológicos sobre las personas, estigmatizarlas, discriminarlas y desencadenar agresiones violentas hacia ellas.

Por todo ello, aunque lidiar con los haters pueda ser desafiante, es importante recordar algunas estrategias para manejar esta situación. Tomamos estas recomendaciones del manual “Save a hater. Ideas para actuar contra la polarización y el discurso de odio en las redes sociales”:

  • Párate a pensar: Antes de escribir un mensaje en redes sociales, piensa. ¿El contenido puede ser hiriente para una persona o colectivo? Verifica las informaciones antes de compartirlas y no difundas noticias falsas, prejuicios y estereotipos.
  • Crea y difunde noticias positivas: Las narrativas alternativas son esenciales para restar espacio a los haters en las redes sociales y foros de noticias. Los haters no dejarán de existir, pero proponiendo puntos de vista alternativos restarás fuerza a sus mensajes de odio.
  • Responde: Contesta desde el respeto y con argumentos veraces que desmonten su teoría. Contribuye a desmontar los rumores.
  • Difunde (o no): Difundir un mensaje de ciberodio para contrarrestarlo puede resultar contraproducente, pues los algoritmos premian a las cuentas con más interacciones, por lo que no conviene reaccionar a todos los mensajes de odio. Procura evitarlo, hazlo solo si va acompañado de una respuesta que desmonte ese mensaje. Si recibes ataques de ciberodio, bloquea al hater.
  • Denuncia: Cuando veas un mensaje de odio, haz una captura de pantalla del comentario y del perfil del usuario/a, guarda la imagen y procede a denunciar el contenido ofensivo a través de los mecanismos habilitados en cada red social. Si has sido víctima de amenazas u otros delitos de odio, puedes ponerlo en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. También puedes denunciarlo ante organizaciones sociales como Accem para solicitar ayuda y asesoramiento.

En conclusión, conocer quiénes son los haters es fundamental para entender el fenómeno de la polarización en las redes sociales y sus consecuencias. Reconocer sus motivaciones y aprender a manejar sus acciones de manera constructiva puede ayudar a mejorar nuestra experiencia digital y favorecer un ambiente de respeto y empatía, que en definitiva ayude a la convivencia en unas sociedades cada vez más diversas.

> Si te interesa conocer más sobre los haters, visita la web de la campaña de sensibilización Save a hater

Reforzamos nuestro trabajo en investigación contra la discriminación, el racismo y la xenofobia

Durante este año en Accem continuamos con nuestra labor de investigación y profundización en el conocimiento respecto a áreas que atañen directamente a las personas a las que atendemos y ofrecemos nuestro apoyo y acompañamiento integral. Uno de los puntos clave que afectan a diversos colectivos con los que trabajamos diariamente es el referente a la discriminación motivada por la xenofobia y el racismo, una realidad que no solo incide directamente en la plena inclusión social de las personas migrantes y refugiadas, sino que también tiene enormes efectos perjudiciales en el ejercicio efectivos de muchos derechos fundamentales de personas nacidas en nuestro país o nacionalizadas.

“Sinracxen”

En este sentido, y debido a los resultados y a la utilidad de las conclusiones que se obtuvieron de la investigación realizada el año pasado, titulada “#(Des)conectad@s: Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital” del programa Sinracxen, durante este año se realizará una guía con el objetivo de difundir esas conclusiones de manera práctica y accesible tanto entre adolescentes como entre su entorno familiar, social y educativo (progenitores, tutores, profesores y docentes, profesionales especializados…) y combatir los discursos de odio y discriminatorios basados en el racismo y la xenofobia.

“INFRA-D II: Más allá de la denuncia”

Por otro lado, la investigación realizada en el marco del programa “INFRA-D: resignificando la denuncia”, publicada a finales del año pasado, centraba su objeto de estudio en los motivos de la infradenuncia del racismo por parte de las personas subsaharianas. Estos resultados mostraron que era necesario ampliar este conocimiento sobre las motivaciones que llevan a las personas migrantes a no denunciar. Durante este año, a través de la continuación de este programa, denominado “INFRA-D II: Más allá de la denuncia”, la investigación se centra en las personas migrantes originarias del Magreb. Esta investigación pretende conocer desde una mirada cualitativa y transcultural por qué no se está denunciando el racismo a partir de la realización de entrevistas y focus groups con personas migrantes y personas expertas en la materia. En estas entrevistas y conversaciones se tratarán temas como las experiencias de discriminación, las estrategias de afrontamiento, las creencias o preocupaciones sobre los mecanismos de denuncia o las representaciones sociales del “acto de denunciar”. Con todos los resultados sobre la mesa, se elaborará un informe final con el que se pretende que las conclusiones reviertan positivamente en la lucha contra el racismo, en la mejora del acompañamiento con las potenciales víctimas y en la toma de conciencia sobre las dificultades que existen en la actualidad para denunciar.

“Cartografías del racismo”

Finalmente, este 2024 nos aventuramos también en un nuevo estudio titulado “Cartografías del racismo”, una investigación-acción participativa que surge de la necesidad de abordar las experiencias de racismo cotidiano de adolescentes y de jóvenes migrantes no acompañados, un colectivo especialmente estigmatizado en España. Según los datos del Ministerio de Interior a través de sus informes anuales sobre delitos de odio, se constata que estos delitos, entre los cuales se mantiene una preponderancia de los de carácter racista y xenófobo, se encuentran en pleno aumento año tras año. Abordando este tema se pretende representar, a través de mapas sociales, los espacios de bienestar y malestar a causa de las situaciones de discriminación racial y étnica que sufren a partir de sus propias experiencias personales. A través de talleres participativos se buscará conocer también los factores que influyen en esta percepción sobre estos lugares y se profundizará en las necesidades que tienen los y las profesionales que los acompañan para abordar estas situaciones de discriminación racial y étnica, elaborando una guía que sea de utilidad para enfrentar estas situaciones como elemento final de este proyecto.

> Conoce el trabajo de Accem en materia de igualdad de trato y no discriminación

 

¿Cuáles son las principales estrategias para afrontar la discriminación racial o étnica?

La lucha contra la discriminación y la promoción de la igualdad de trato son dos líneas clave en el trabajo de Accem como organización comprometida con la defensa de igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, con el apoyo a las personas en situación de mayor vulnerabilidad y con el impulso a la inclusión social de las personas refugiadas y migrantes que viven en España.

Nuestra experiencia, desde la atención directa, desde la acogida o desde el trabajo en red con otras entidades e instituciones nos ha llevado a profundizar en el estudio del fenómeno de la discriminación por origen racial o étnico, que no es en absoluto ajeno a la sociedad que habitamos. Es así como en los últimos años hemos tenido la capacidad y la posibilidad de emprender investigaciones que creemos suponen una contribución cualitativa a la construcción de conocimiento colectivo sobre esta realidad. A finales de 2023, presentamos el informe “INFRA-D: resignificando la denuncia”, resultado final de una investigación dirigida a estudiar las causas de la infradenuncia de los actos de discriminación desde la mirada de las personas migrantes de origen subsahariano que viven en España.

En un contexto en el que las experiencias de haber sufrido episodios de racismo, xenofobia o formas análogas de discriminación son un hecho, los datos nos indican que la ausencia de una denuncia, queja o reclamación alcanza el 82% de los casos, según datos del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnico (CEDRE), del que Accem forma parte. Es el fenómeno de la infradenuncia, que describe el hecho de que la gran mayoría de las personas que han experimentado algún episodio de discriminación decide no realizar ninguna reclamación o denuncia. Las principales causas identificadas detrás de este fenómeno son la desconfianza en las instituciones y la percepción de que no sirve para nada y hacerlo sólo trae más problemas.

En nuestro estudio hemos profundizado en el estudio de este fenómeno para tratar de alcanzar una mayor comprensión que arroje luz sobre las causas que están detrás de tasas tan reducidas de denuncia o queja. Nos hemos detenido a estudiar, como aspecto de especial interés, en las distintas estrategias de afrontamiento de la realidad discriminatoria que se dan entre las personas migrantes de origen subsahariano. En este artículo vamos a exponer las principales estrategias que hemos identificado, partiendo de que cuando hablamos de afrontamiento, lo hacemos desde la premisa de una situación de estrés que la persona que sufre esa experiencia se ve en la necesidad de afrontar de una u otra forma.

La cuestión del estrés se revela desde el inicio como fundamental, pues el reconocimiento o la evaluación del episodio de discriminación sufrido como ‘estresante’ o no, estará en relación directa con la forma de responder de la persona que ha vivido esa situación. Y aquí entra en juego un factor que es central a la hora de estudiar esta realidad: la normalización del racismo.

La normalización: el racismo como una cuestión natural e inevitable

La normalización es un concepto sociológico que se refiere al proceso por el cual determinados comportamientos o actitudes se empiezan a considerar como ‘normales’ principalmente por la frecuencia con la que aparecen o por la presencia de discursos legitimadores que los respaldan. Cuando se da esta normalización, el racismo se acepta como una cuestión natural e inevitable.

La vulneración sistemática de derechos que sufren las personas migrantes, y en particular las personas negras en España, es un hecho incuestionable tal como indican los altos niveles de discriminación racial. Cuenta con cierta impunidad y contagio dentro de la esfera pública que repercute de forma negativa en la naturalización generalizada del racismo y los discursos de odio. Esta normalización lleva consigo la justificación de las acciones discriminatorias más cotidianas, simbólicas y más invisibles, como hemos podido comprobar en las entrevistas tanto a las propias personas migrantes como a expertos/as en la materia. En los testimonios recogidos hemos podido constatar cómo las personas que sufren estos incidentes se acostumbran al racismo y a la experiencia discriminatoria porque se ve y se siente todos los días en cualquier ámbito de la vida.

La realización de nuestro estudio nos lleva a la conclusión de que en España la discriminación racial es estructural y esto hace, a través del proceso de normalización, que muchos episodios de racismo cotidiano queden invisibilizados. Todo esto supone una barrera real a la hora de articular posibles acciones de denuncia.

Una vez planteado este factor que es esencial cuando hablamos de discriminación y de infradenuncia, pasamos a definir ahora las principales estrategias concretas de afrontamiento de la discriminación y el racismo que nuestro equipo de investigación identificó como fruto de las entrevistas realizadas y el trabajo teórico existente al respecto. Nos referimos, en nuestro estudio, a las respuestas ante episodios de lo que podríamos expresar como ‘racismo más cotidiano’, esto es, dejando al margen, por ejemplo las agresiones físicas.

Definiendo las principales estrategias de afrontamiento de la discriminación racial

Hay que matizar que las distintas formas de afrontamiento no son fijas, sino que están en movimiento. Esto quiere decir que una misma persona puede transitar a lo largo de su vida por diferentes respuestas ante el mismo tipo de hechos discriminatorios hacia su persona.

A continuación, exponemos los principales tipos de estrategias que hemos definido en nuestro estudio “INFRA-D: resignificando la denuncia”:

– Contradiscursos de resistencia: a menudo, y como elemento previo a las estrategias de afrontamiento ante episodios de racismo vividos en primera persona, ya se ha generado un discurso interno de rechazo hacia el trato desigual que reciben por ser personas migrantes o negras. Las personas de origen subsahariano que participaron en el estudio no aceptaban pasivamente la discriminación, sino que presentaban discursos de resistencia contra las ideas y actitudes racistas desde la necesidad de reivindicarse como personas iguales al resto. Estas resistencias se mantienen habitualmente en el plano discursivo como forma de desnaturalizar el racismo que ven hacia las personas africanas. Se trata de una respuesta aprendida sobre la que han ido tomando conciencia pero que no traspasa el marco de lo cognitivo. El objetivo es reducir y manejar el estrés que genera recibir tanto rechazo social, los sentimientos de inferioridad o autorresponsabilidad, así como reivindicar su lugar desde la igualdad de trato en la sociedad de acogida. Los discursos de resistencia sientan las bases de estrategias de afrontamiento más activas.

– Aguantar: es la forma de afrontamiento más habitual que detectamos en nuestra investigación. Las situaciones de vulnerabilidad y pobreza que les atraviesan en España les condiciona y les lleva a optar por este tipo de estrategia como una forma más de supervivencia. Se trata de un tipo de afrontamiento pasivo, motivado por sentimientos como la desesperanza o la resignación al considerar que el racismo siempre va a existir y que ellos/as no pueden hacer nada para que eso cambie. El discurso racista está tan interiorizado y cada vez más respaldado por la opinión pública, instituciones públicas y sociedad civil que hay un sentir compartido de que hay que aguantar estas experiencias de trato discriminatorio en la sociedad de acogida como el precio que hay que pagar por ser extranjero/a.

Aguantar se convierte en una estrategia de autoprotección y supervivencia para poder continuar con sus vidas hasta conseguir cierta estabilidad en el país. Son tantas las preocupaciones y las vulnerabilidades con peso en sus vidas como para tener que enfrentarse a episodios de racismo sin garantías de lo que pueda ocurrir. En resumen, aguantan porque no tienen otra opción, no es una cuestión cultural, es que no es sencillo salir de esa situación de indefensión. En esta estrategia está también muy presente la idea del sacrificio: se acepta y se aguanta la discriminación porque se asume el rol de inferioridad de la persona extranjera con respecto a la autóctona, pero con la esperanza de que esto cambie en algún momento. No se niega el dolor y el daño de estos actos discriminatorios, no se normaliza en este sentido, sólo que se opta por aguantar.

– Evitar o dejarlo pasar: las estrategias de evitación minusvaloran o restan importancia a los episodios de discriminación como forma de apaciguar las emociones negativas que generan. Las personas entrevistadas hablaban de dejar pasar estos episodios para que no les generen más problemas a largo plazo y para eludir el agotamiento que provocan, cuando además se considera que volver sobre estas experiencias una y otra vez no servirá para nada más que para remover las emociones negativas. Esta estrategia se manifiesta en la actitud o el discurso de no querer problemas, de sólo querer estar tranquilo/a, así como en que no se puede obligar a nadie a tratarnos bien, a que no nos discrimine. Lo que subyace es una aceptación desesperanzada del trato diferente o discriminatorio. En la evitación se apela al abandono del dolor, la rabia o el rencor para alcanzar la tranquilidad y evitar el conflicto y el sufrimiento. Otra forma de evitación consiste en centrarse en los aspectos más positivos de la vida en España, como forma de protegerse psicológicamente y seguir adelante.

– Adaptación negativa: esta estrategia supone un cambio de conducta ante los episodios de discriminación sufridos. Un cambio forzado por estos episodios. Es una forma de evitar que se tenga que pasar de nuevo por las mismas experiencias. El ejemplo más claro que aparecía en las conversaciones tenía que ver con la búsqueda de espacios o lugares alternativos que sean seguros y libres de racismo. Se abandonan los espacios donde se sufre la discriminación. La consecuencia negativa que describe este comportamiento adaptativo alude a que supone un límite a la movilidad, a la libertad de movimiento. En circunstancias extremas puede llevar al aislamiento o abandono del contacto social. Se insiste en la necesidad de encontrar espacios libres de racismo en los que coincidir entre iguales, buscar estos refugios y evitar aquellos lugares o circunstancias en las que se han sentido discriminados.

– Religioso: este tipo de respuesta consiste en recurrir a la ayuda espiritual para gestionar y manejar el problema a partir de la confianza depositada en Dios como estrategia para aliviar el sufrimiento. Aplicada al caso de la discriminación racial se trata de intentar establecer una explicación a estas situaciones y dejar en manos de factores externos la posibilidad de cambio o resolución del problema. En nuestros focus groups y entrevistas con personas migrantes, aunque se reconoce que es una forma frecuente de enfrentar algunos problemas en sus países de origen (Dios se ocupará de lo sucedido), en realidad se muestran bastante críticos con esta visión y actitud ante los problemas, no es el afrontamiento que prevalece para cuestiones racistas. Aun así, algunas de las personas entrevistadas sí que recurren a la religión para equilibrar la balanza de las malas acciones, es decir, tienen un pensamiento sobre el castigo y la sanción basado en la creencia de que lo malo que has hecho en algún momento se te va a devolver de la misma manera. Es un pensamiento asociado a la idea de una ‘justicia divina’ que prevalece.

– Mediación: con frecuencia, ante las experiencias de discriminación racial y étnica sufridas por las personas subsaharianas, en quienes está basado nuestro estudio, se produce un sentimiento de incomprensión ante los actos racistas que han vivido. Por ello, es frecuente la necesidad de un entendimiento entre las partes, una explicación, una reparación del daño emocional sufrido, la necesidad de una disculpa sincera, en definitiva, por parte del agente discriminador. Una disculpa que vaya acompañada de la promesa de que no se volverá a repetir. Que se acompañe por tanto de una toma de conciencia. En estos casos es cuando se recurre a veces a la estrategia de la mediación.

En nuestro análisis transcultural hemos sido conscientes de que este tipo de estrategia conecta con maneras muy populares de resolución de conflictos en sus países de origen, como es el caso de la intervención de la figura del ‘jefe de familia, del pueblo o de la comunidad’, figura mediadora con la que cuentan en algunos países de África Occidental (Costa de Marfil, Guinea Conakry, Mali, Senegal) a la que recurren en los problemas o conflictos que afectan a la convivencia. A esta figura, que es una persona que goza de respeto y autoridad por parte de la comunidad, se trasladan las quejas y será quien tomará las acciones para resolver el problema, a través de la escucha, el diálogo y la mediación y sin la necesidad de pasar por el juzgado. Es una forma de afrontar el problema que se revela a las personas afectadas como justa y, sobre todo, útil. Sin embargo, las personas entrevistadas consideran bastante complicado poder trasladar estas herramientas a Europa, especialmente en las ciudades.

– Confrontación asertiva: es una estrategia de afrontamiento que consiste en intentar solucionar la situación por medio de acciones directas, que pueden ser asertivas o también agresivas y potencialmente arriesgadas. Predominan, dentro de estas estrategias, las de carácter asertivo. Con esta confrontación asertiva nos referimos a reaccionar al hecho discriminatorio expresando y mostrando de forma directa, respetuosa y honesta las emociones, necesidades y opiniones propias. En el caso que nos ocupa, se trata de interpelar en el mismo momento a la persona que está realizando el acto discriminatorio o racista. Es el reconocimiento y reivindicación de la igualdad de trato frente a la pasividad, la aceptación o la resignación. Son estrategias que no buscan tanto el entendimiento a largo plazo, como la expresión de las emociones y la recuperación de una dignidad que está siendo atacada y dañada. La confrontación agresiva o violenta resulta residual, según nuestro estudio, entre las personas subsaharianas.

La confrontación asertiva es fruto, a menudo, de la evolución en la respuesta. Aparece la gota que colma el vaso, el momento en el que algo hace ‘clic’ y la persona que recibe ese trato discriminatorio decide no evitar, no aceptar, no aguantar. Entra en juego la estabilidad alcanzada, la confianza adquirida, la reducción de las condiciones de vulnerabilidad, así como la repetición de este tipo de episodios. Llega un momento en el que se traza un hasta aquí hemos llegado y aparece la confrontación.

– Apoyo externo: a búsqueda de apoyo social es un tipo de afrontamiento en donde la persona afectada por la experiencia discriminatoria comparte sus emociones y sentimientos con su círculo de confianza, con objeto de pedir consejo e involucrarles en la solución del problema. También se enmarca en este tipo de estrategia la posibilidad de acudir a los servicios especializados de alguna ONG como forma de enfrentar estos incidentes de racismo con apoyo experto. Esta búsqueda de apoyos externos funciona de forma diferente. Por una parte, es muy habitual que las personas migrantes hablen, habitualmente entre ellas, sobre las experiencias de racismo que han tenido y compartan sus emociones como forma de desahogarse y sentirse acompañadas. En cambio, acudir a un servicio especializado o una ONG en busca de ayuda no es algo que suela realizarse directamente ante cualquier acto racista. Es más frecuente acudir a estos recursos de atención derivadas desde otros lugares o cuando precisan restituir un derecho o un servicio que necesitan y se les ha negado o dificultado por causa de la discriminación sufrida.

Cuando se llega a pedir ese apoyo especializado, algunas personas expresan que el hecho de que se documente la situación que han vivido y el hecho de recibir un acompañamiento ya genera una satisfacción, especialmente porque dejan de sentirse como individuos aislados que han sufrido un maltrato personal a sentir que forman parte de algo y que han vivido una situación injusta que afecta a más gente. Es también una cuestión importante y significativa que hemos encontrado en las entrevistas y grupos de discusión el valor que se otorga al apoyo externo recibido de los posibles testigos, a las actitudes antirracistas que se dan en el momento del incidente discriminatorio, por ejemplo en la calle. Sentir ese respaldo es un aliciente para llevar a cabo otra acción posterior, como puede ser una queja o denuncia.

La variable de género en las estrategias de afrontamiento de la discriminación

En las respuestas recibidas sobre las distintas formas de afrontamiento ha aparecido también como condicionante, especialmente en algunas de ellas, la cuestión de género. En las estrategias reunidas alrededor de la necesidad de “aguantar”, por ejemplo, aparece un importante componente masculino. Los hombres prefieren más a menudo, y según nuestra investigación, aguantar estos episodios de discriminación y no hacer nada, asumiendo el rol de masculinidad dominante con su imperativo de ser “fuertes y estables emocionalmente”, bajo la premisa de que ellos pueden con eso y no necesitan pedir ayuda a terceras personas ni expresar sus emociones para no mostrar fragilidad. Esto afectaría también a las estrategias de búsqueda de apoyo externo: los hombres no son sólo más reticentes a compartir estas experiencias negativas de discriminación, sino que los roles de género marcan la posición que ocupan mujeres y hombres en las relaciones interpersonales. Las mujeres ocupan mayoritariamente el espacio de los cuidados, la crianza, el hogar o las redes sociales. De este modo, tienen más oportunidades de relacionarse en otros espacios con personas autóctonas (colegio, mercado, parque), lo que aumenta sus posibilidades de informarse, apoyarse, organizarse colectivamente y actuar en consecuencia.

En este texto nos hemos centrado en las diferentes formas de afrontamiento de las situaciones de discriminación racial o étnica que hemos identificado se dan entre las personas migrantes de origen subsahariano, en las que se focalizaba nuestra investigación. Para abundar y profundizar en ella, invitamos a descargar y leer nuestro informe “INFRA-D: resignificando la infradenuncia”.

Cartografías del racismo

Nombre del programa: Cartografías del racismo. IAP con niños y jóvenes migrantes no acompañados.

Ámbito territorial: Estatal

Financiador: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y el Fondo Social Europeo+.

Contenido: El proyecto se trata de una Investigación-Acción Participativa que busca profundizar y mejorar el conocimiento sobre las experiencias de racismo cotidiano entre los niños y jóvenes migrantes no acompañados, así como explorar y sistematizar las necesidades de los/as profesionales para abordar estas situaciones.

La necesidad de esta investigación surge de un contexto social cada vez más problemático, como reflejan los informes anuales sobre la evolución del delito de odio realizados anualmente por el Ministerio de Interior. Estos estudios constatan que los delitos de odio —de los cuales la mayor parte son de carácter racista y xenófobo— se encuentran en pleno aumento año tras año: en torno a un 28% en 2022 y hasta un 33% en 2023. Así mismo, la infancia migrante no acompañada se encuentra con ciertas particularidades que complican más su realidad. Como, por ejemplo, que su sociabilidad está aún más atravesada por los espacios digitales —que según datos del Ministerio de Interior son los medios donde más odio se vierte— o que se encuentren en el centro de campañas mediáticas de estigmatización.

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Resignificar la denuncia como mecanismo para visibilizar el racismo y poder ayudar a futuras víctimas

El pasado mes de diciembre llevamos a cabo la presentación del informe “INFRA-D: resignificando la denuncia”, que supone una investigación cualitativa que profundiza en el fenómeno de la infradenuncia de casos de discriminación racial con la población migrante subsahariana, planteando el desafío de revertir los datos de infradenuncia a través de “resignificar el acto de denunciar” para que empiece a ser percibido como útil para las potenciales víctimas de discriminación racial y étnica en España.

En esta presentación, que tuvo lugar en Madrid, se abordaron distintos aspectos sobre las causas que hacen que las víctimas de estas discriminaciones no formalicen la respectiva denuncia ante las autoridades u órganos competentes. Entre las causas que apunta el informe destaca especialmente que estas personas consideran que la formalización de la denuncia no suele cumplir las expectativas de quien la realiza, apuntando en no pocas ocasiones que “no sirve para nada” y “solo trae más problemas”. Así, entre estas expectativas incumplidas se encuentra la percepción de que no son un mecanismo efectivo para generar un cambio que ponga fin a la discriminación racial, señalando que “no se puede obligar a nadie a que te quiera o te trate bien”.

Por otro lado, por parte de las víctimas, al sentirse parte de una minoría muy estigmatizada en España, se percibe una sensación de falta de respaldo por la sociedad de acogida y por las instituciones públicas, considerando que no se tiene la necesaria credibilidad ante estas en estos procedimientos.

Además, las personas migrantes consideran ampliamente que, tras la realización de la denuncia, queja o reclamación, no se investiga hasta el final y no van a conseguir tener una respuesta. A esto se suma la necesidad que tienen de sentirse integradas en la sociedad, teniendo “un historial impoluto” y sin haberse vistos involucrados en algún problema, aunque ellas fueran las víctimas; todo lo contrario a lo que perciben que ocurriría si realizan esa denuncia.

Finalmente, quienes sufren estos actos de discriminación esperan que esa denuncia tenga como resultado que se resuelva el problema concreto que ha generado el incidente racista. Sin embargo, opinan que no sirve para ello puesto que las denuncias o quejas suelen ser procedimientos muy largos, complejos y, a veces, costosos que les impide ejercer plenamente sus derechos en el corto plazo.

Por estos motivos las personas migrantes consideran que la denuncia no solo no soluciona estos problemas, sino que la relacionan casi de forma inmediata con tener más problemas, según indica el estudio, viéndola como una mayor exposición a las represalias u otros conflictos de cualquier tipo, ya sea con el agente discriminador, con que les abran un expediente de expulsión del país, con rechazo por parte del entorno social o laboral…

Aun así, sí hay quien se posiciona a favor de realizar esa denuncia entre las propias personas migrantes, defendiendo esta acción con un componente de aprendizaje de la cultura de defensa de los derechos, así como de empoderamiento al sentirse parte activa de la sociedad de acogida al hacer uso de los mecanismos que posee la propia sociedad para hacer frente a estas vulneraciones de derechos. De la misma manera, en otras ocasiones se realiza esta denuncia como respuesta “a la gota que colma el vaso por haber tenido que sufrir y aguantar muchas violencias racistas a lo largo de los años”, fuera de sus países de origen, para ya poner freno a estas conductas.

En este sentido, estas posiciones giran en torno a la capacidad que tiene el hecho de denunciar de visibilizar, sentar precedente, poner en valor, acompañar a futuras víctimas y alertar a la sociedad en general de que existe mucho racismo normalizado hacia las personas migrantes y negras. En otras palabras, se reivindica el acto de denunciar como forma de preparar el camino para las personas que vengan después, aun a sabiendas de que para ellas mismas quizás sea un proceso muy largo y sacrificado, pero que tendrá un resultado a largo plazo. Así, los mensajes más repetidos entre las personas que defienden estas posturas son: “que no lo tengan que sufrir más otras personas” y “si todos nos callamos, no se consigue nada”.

> Accede al informe “INFRA-D: resignificando la denuncia”

Accem presenta dos estudios sobre la trata de personas y racismo y xenofobia en el ámbito digital

Desde Accem publicamos dos nuevos estudios, enmarcados ambos en los riesgos del ámbito digital, frutos de todo un año de investigación y recopilación de información, entrevistas y de datos. Así, hemos dado a conocer el informe “#(Des)conectad@s”, sobre discursos de odio racistas y xenófobos en el entorno digital, y el informe titulado “El impacto de las nuevas tecnologías en la trata de seres humanos”, advirtiendo de los riesgos emergentes dentro de este ámbito respecto a la trata de seres humanos.

Estos dos estudios se suman a la ya larga trayectoria de Accem en la generación de conocimiento sobre distintas temáticas y que abarcan numerosas áreas: protección internacional, no discriminación e igualdad de trato, trata de seres humanos, jóvenes extutelados, racismo y xenofobia, violencia contra poblaciones con vulnerabilidades…

“#(Des)conectad@s: Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital”

Este informe, cuya presentación se realizó el pasado 16 de noviembre en el Auditorio de Tenerife, aborda distintos aspectos de la realidad de la discriminación y los discursos de odio basados en el racismo y la xenofobia, y se centra específicamente en los vertidos a través de las conocidas como tecnologías de la relación, la información y la comunicación. Así, este documento incide en que los discursos de odio a través de estos canales son cada vez más frecuentes y esto, en buena parte, es debido al incremento en la frecuencia de uso de las redes sociales por parte de los y las adolescentes. De hecho, aunque los y las jóvenes afirman utilizar más redes sociales como WhatsApp, TikTok e Instagram, son estas mismas plataformas a las que consideran mucho más inseguras de cara a la difusión de discursos de odio étnico-raciales.

Según refieren las personas que han participado en esta investigación, los mensajes discriminatorios más frecuentes suelen ser aquellos con motivación racista y los que hacen referencia al color de la piel, siendo los principales colectivos discriminados las personas negras, las de origen marroquí y las de etnia gitana.

Otros discursos discriminatorios de gran calado en estas plataformas son aquellos dirigidos contra niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, las personas migrantes o aquellas con diversidad funcional, así como los mensajes misóginos y machistas. La expansión de este tipo de discursos, a su vez, guarda relación con el alcance que tienen las narrativas xenófobas y racistas de determinados influencers, los cuales son seguidos en las RRSS por muchísimos jóvenes y a los que toman como referentes.

En este sentido, el informe señala que es urgente abordar la naturalización de muchos de estos discursos y la percepción que tienen las personas jóvenes de ellos. Según el estudio, si bien los y las jóvenes no se autoidentifican como emisores intencionales de estos contenidos discriminatorios, muchas personas entrevistadas indican que esos mismos adolescentes tomaron parte en la generación o difusión de estos mismos contenidos.

Para poder hacer frente al auge de estos mensajes y discursos, el estudio destaca la necesidad de habilitar espacios de reflexión y aprendizaje para que los jóvenes puedan expresarse, conocer formas seguras de utilizar las redes sociales y concienciarles acerca de las consecuencias que tiene su mal uso. En este sentido, en numerosos institutos también existen una serie de iniciativas con el objetivo de erradicar el odio y fomentar la inclusión y la empatía. Estas formaciones son consideradas desde el propio personal docente como muy necesarias para detectar, prevenir y abordar esta realidad, específicamente en los centros educativos.

Otra recomendación es la visibilización de nuevos referentes positivos que sirvan a jóvenes migrantes y racializados a sentirse bien representados en términos positivos y que permitan al resto destruir los prejuicios que alimentan esos discursos de odio. Del mismo modo, la integración de perspectivas diversas y experiencias de personas diferentes orígenes culturales y étnicos en el currículo escolar puede ayudar a fomentar la empatía y el entendimiento entre el alumnado.

Finalmente, el estudio remarca la importancia de que no recaiga todo este trabajo en el ámbito escolar, sino también extender la sensibilización sobre diversidad y respeto a los hogares, proporcionando recursos y orientación a las familias para que puedan apoyar adecuadamente a sus hijos e hijas en la comprensión de la diversidad y en la lucha contra el odio étnico-racial.

> Descarga el informe “#(Des)conectad@s: Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital”

 

“El impacto de las nuevas tecnologías en la trata de seres humanos”

En esta ocasión, el informe fue presentado en Madrid el pasado 30 de noviembre, durante la celebración de las III Jornadas Novicom, en las que se abordaron distintos aspectos sobre la lucha contra la trata de personas, su contexto actual y su realidad en el ámbito digital.

El documento presentado destaca el crecimiento sin precedentes de plataformas, aplicaciones, redes sociales y otras herramientas digitales que han contribuido no solo a apuntalar y desarrollar el actual modelo socioeconómico, sino que también los grupos criminales han sabido buscar el máximo partido a estas herramientas digitales respecto a la captación y explotación de víctimas de trata de seres humanos.

La trata de personas reporta anualmente ingentes beneficios económicos y, con el uso de estas tecnologías, quienes forman parte de este negocio ilícito han encontrado una nueva vía para mejorar la rentabilidad de este delito contra los derechos humanos. Además, también han ampliado su alcance para el acceso a grupos de población especialmente vulnerables como niños, niñas y adolescentes, asumiendo menores riesgos debido a la seguridad que otorga el anonimato en los entornos digitales.

A tenor de este informe, es imprescindible establecer marcos legales comunes que reconozcan a las nuevas tecnologías e internet como nuevos instrumentos a través de los cuales puede producirse la comisión de delitos de trata de seres humanos. Para ello, “es esencial caminar hacia una regulación pública y vinculante de las empresas tecnológicas que garantice el respeto a derechos fundamentales”, señala el documento que, añade: “urge promover obligaciones para estas empresas para que contribuyan a mejorar los mecanismos de prevención” con los que “identificar posibles riesgos derivados de un mal uso de sus plataformas y definir medidas que mitiguen y restablezcan el daño”.

En este sentido, se señala la necesidad de fortalecer la cooperación entre los Estados, el sector privado y la sociedad civil en materia de persecución e investigación de este delito.

Finalmente, el estudio recomienda repensar el uso global de estas tecnologías de la relación, la información y la comunicación para fomentar la construcción de entornos seguros en el ámbito online. De esta manera, se hace necesario reducir las conocidas como “brechas digitales” y mejorar los niveles de alfabetización digital para mejorar la calidad en el uso de estas herramientas digitales y garantizar una conectividad segura e igualitaria.

> Descarga el informe “El impacto de las nuevas tecnologías en la trata de seres humanos”

INFRA-D: Resignificando la denuncia

Título: INFRA-D: Resignificando la denuncia. Estudio cualitativo con personas migrantes subsaharianas sobre la infradenuncia del racismo

Autoría: Amalia Cuesta García y David Martínez Salguero.

Edita: Accem

Financia: Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Año de edición: 2023

Número de páginas: 115

Este informe presenta los resultados cualitativos del Proyecto INFRA-D sobre las causas de la infradenuncia desde la mirada de las personas migrantes de origen subsahariano que viven en España. El estudio surge de la necesidad de indagar desde un enfoque cualitativo y transcultural el fenómeno de la infradenuncia del racismo, que en España alcanza la 82%. Y el objetivo general es profundizar en por qué la denuncia, la queja o la reclamación no sirven para nada.

Para ello, se han realizado 19 entrevistas cualitativas a diferentes informantes clave (8 activistas antirracistas y expertos en la materia; y 11 a potenciales víctimas de discriminación de origen subsahariano), 3 focus groups en el que han participado 9 personas migrantes, 15 formularios cualitativos online a entidades europeas, y una jornada internacional sobre buenas prácticas en la que han participado 5 organizaciones de Europa.

En primer lugar, se ofrece conocimiento sobre la percepción que se tiene de la discri­minación racial a partir de sus experiencias situadas y su influencia en la actitud que se tiene frente al acto de denunciar. En segundo lugar, se analizan las princi­pales estrategias de afrontamiento que emplean las potenciales víctimas ante incidentes de índole racista y su conexión con las respuestas de carácter pasivo relegando así la denuncia a la última posición. En tercer lugar, se analizan las representaciones sociales en torno al acto de denunciar en un sentido amplio de cara a comprender a partir de lo simbólico, las creencias y las actitudes esa imagen tan negativa de inutilidad de la denuncia. Y, por último, se sistema­tizan las dificultades que hacen que las personas migrantes de origen subsahariano opten por no denunciar.

 

Además, para contribuir a la prevención, sensibilización y acompañamiento a las personas potenciales víctimas de sufrir este tipo de discriminaciones raciales y étnicas, también se presenta una guía de buenas prácticas para combatir la infradenuncia del racismo.

El objetivo de esta guía es compartir las buenas prácticas nacionales e internacionales analizadas tras los formularios y la jornada internacional que favorecen la denuncia, queja o reclamación de la discriminación racial o étnica. En ella se sistematizan diferentes acciones o iniciativas que se están llevan a cabo en otras organizaciones europeas desde el plano de la intervención, sensibilización y coordinación.

#(Des)conectad@s. Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital

Título: #(Des)conectad@s. Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital

Autoría: Accem.

Financia: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Cofinanciado por la Unión Europea.

Año de edición: 2023

Número de páginas: 56

“#(Des)conectad@s” es el resultado de un año de investigación dentro del proyecto Sinracxen, cuyo objetivo es llevar a cabo acciones de sensibilización contra el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia asociadas, dirigidas a distintas personas beneficiarias, como la población en general, incluidas las personas migrantes y racializadas, los centros educativos, profesionales de distintos ámbitos… Al abordar el tema del racismo, la xenofobia y la no discriminación durante las acciones llevadas a cabo en centros educativos, ha resultado cada vez más evidente la importancia de plantear estas cuestiones con los/as jóvenes también en relación al uso de la tecnología.

Es de sobra conocido el papel que las Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación (TRIC) tienen en las relaciones sociales, especialmente entre la población más joven. Con lo cual, la realización de un diagnóstico que permita conocer cómo los discursos de odio penetran y cuáles son las reacciones que se producen al respecto, es fundamental para continuar esta línea de trabajo que se ha detectado con el proyecto Sinracxen.

En concreto, la finalidad de la investigación ha consistido en comprender la relación entre la población adolescente en España y las actitudes racistas y discriminatorias en el uso de las TRIC. Tras un análisis de toda la información recopilada y la formulación de una serie de conclusiones y recomendaciones, se ha procedido a la redacción, publicación y difusión del estudio diagnóstico a través de esta publicación.

Reconocimiento a la fortaleza de las mujeres afrodescendientes

Este 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, una jornada para hacer visible la fortaleza de las niñas y mujeres afrodescendientes, así como las limitaciones que deben enfrentar en su desarrollo y con las que deben lidiar día a día por los sesgos existentes tanto por su origen como por su género. Esta lucha cotidiana ha llevado a que, reconociendo su valentía y la fuerza con la que quieren eliminar las barreras que se han ido imponiendo a lo largo de la historia y con las que aún deben cargar, se conmemore esta fecha tan significativa.

Asimismo, en sólo unos días, el próximo 31 de agosto, se conmemorará el Día Internacional de los Afrodescendientes con el ánimo de destacar las contribuciones a nivel social, económico, cultural y político de las personas afrodescendientes alrededor del mundo, y de exaltar su lucha contra la discriminación y la falta de igualdad de oportunidades.

Es prioritario reconocer que, aunque se han dado algunos avances en la lucha contra el racismo, falta un largo camino por recorrer como sociedad para lograr esa anhelada equidad en todos los ámbitos, porque sí, estos prejuicios afectan incluso derechos primordiales como tener un empleo digno, contar con una vivienda, acceder a servicios sociales y ejercer el derecho a la educación en términos de igualdad, como todos los ciudadanos y ciudadanas. Estas barreras afectan especialmente a las mujeres y a las niñas, que deben afrontar las barreras existentes tanto por su origen étnico y/o nacional, como por su género.

Todo este trabajo requiere unir fuerzas, y por esto desde Accem hacemos nuestro aporte, con el proyecto Referentes y su edición de este año, Referentes M, que nace con el objetivo de visibilizar y destacar a las personas, y especialmente a las mujeres y niñas, de origen diverso, para que las generaciones futuras reconozcan las oportunidades a las que tienen derecho y el valor que atesoran, con el propósito también de contribuir a su empoderamiento y a la confianza en sus posibilidades.

Tenemos la suerte de contar en este proyecto con unas referentes afrodescendientes maravillosas que son un gran ejemplo de ese ímpetu para alcanzar objetivos y transmitir un mensaje claro de que puedes ser y hacer lo que te propongas, incluso en áreas profesionales que cuentan con más presencia masculina, como el ámbito STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas) y digital. Entre nuestras referentes están: Ebbaba Hameida, Alejandra Ntutumu, Lucía Mbomío, Patricia Rocu, Ténzul Zamora, Aauri Bokesa y Paula Jorge.

No podemos esperar a que las barreras y los estereotipos caigan solos o de forma natural. Como parte de la sociedad civil, tenemos la responsabilidad de trabajar y empujar en favor de una sociedad cohesionada, donde la igualdad de derechos y oportunidades sea una realidad y en la que cada persona pueda ser lo que quiera ser, sin importar su origen o su género.

Se presenta en Ávila la iniciativa “Espacios tolerantes” para hacer frente al racismo y la xenofobia

Muchas de las personas migrantes que llegan a España para tratar de encontrar el futuro que no podían tener en sus países, sufren discriminación en el acceso y disfrute de derechos tan básicos como la educación, el empleo o la vivienda.

En los últimos años estamos comprobando el auge de los discursos racistas, xenófobos y de odio hacia personas migrantes en situación de vulnerabilidad. Desde Accem hemos puesto en marcha en Ávila el programa #CONviveSINprejuicios, cofinanciado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Fondo Social Europeo Plus, en el marco del cual hemos lanzado esta semana en la ciudad la iniciativa “Espacios tolerantes”.

El objetivo que persigue esta iniciativa es sensibilizar sobre los efectos de las conductas xenófobas y/o racistas, promover relaciones igualitarias y generar un canal para denunciar actitudes discriminatorias.

A la presentación de “Espacios tolerantes” acudieron numerosos representantes institucionales, así como de diferentes organizaciones sociales, educativas y empresariales. Entre ellas, estuvo presente el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano. Tuvimos, asimismo, la oportunidad de escuchar testimonios como el de Ismael Salgueiro González, director de Sofraga Palacio, que puso en valor las ventajas que tiene la contratación en su empresa de trabajadores/as de origen extranjero; o el de Said Elba, de Alfa Inmobiliaria, que reflexionó sobre las dificultades a las que se enfrentan las personas extranjeras a la ora de alquilar una vivienda. Miguel Ángel Jiménez García, presidente de la Asociación La Toledana, compartió su experiencia, con el rejuvenecimiento que ha traído a su asociación la llegada de nuevos vecinos y vecinas aportando nuevas costumbres y tradiciones. Por su parte, Mariam Cuenca, de la Comunidad Islámica de Ávila, habló sobre cómo afrontan los problemas de xenofobia que padece la población de origen magrebí residente en Ávila.

La jornada, en la que se utilizó el lema #YoTOLERO para su difusión en redes sociales, finalizó con la entrega de materiales a todos los participantes como apoyo en la lucha contra el racismo y la xenofobia, y de un distintivo que se colocará visiblemente en todos los espacios que se comprometan con hacer de Ávila una ciudad tolerante e inclusiva con la diversidad cultural presente en sus barrios. Porque no basta con no ser racista, Ávila debe ser activamente antirracista.