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Al menos 3.997 personas murieron en 2023 en la frontera sur de Europa

En el año 2023 murieron en la frontera sur de la Unión Europea al menos 3.997 personas, según los datos recopilados a través de Missing Migrants Project (disponibles a 19 de enero de 2024), el proyecto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que monitorea las víctimas que se producen a nivel global por el sistema de fronteras. Con esta cifra, el número de personas fallecidas o desaparecidas en la frontera sur del continente, en las aguas del Mediterráneo o el Atlántico, se incrementó en el último año en un 35 % con respecto a las 2.970 personas fallecidas que fueron contabilizadas el año anterior.

 

Personas fallecidas y desaparecidas en 2023
en la frontera sur de la UE. Por rutas migratorias 

En el arco mediterráneo murieron en el último año al menos 3.041 personas, que suponen un 26 % más sobre las cifras de 2022, cuando fueron 2.411 las personas fallecidas. Estos datos hacen que este último año haya sido el año más mortífero en el Mediterráneo desde el año 2017.

Dentro de la región mediterránea, la gran mayoría de las víctimas perdieron la vida en el Mediterráneo Central, en las rutas marítimas que desde las costas de Libia o Túnez se dirigen hacia Italia o Malta. Al menos 2.498 personas murieron en el Mediterráneo Central. En esta ruta se ha producido un incremento en el número de víctimas del 76 %. Los datos de la OIM indican que es la ruta en la que se producen más muertes de cuantas se dirigen a Europa.

En el Mediterráneo Occidental, en las rutas que desde las costas de Marruecos o Argelia se dirigen a España, fallecieron al menos 457 personas. Finalmente, en el Mediterráneo Oriental, área en la que las rutas marítimas se dirigen hacia Grecia y Chipre fundamentalmente desde las costas de Turquía, murieron en 2023 al menos 86 personas.

 

Personas fallecidas y desaparecidas en el Mediterráneo
Serie histórica

Frontera Sur - Fallecidos Mediterráneo - Serie histórica

Por otra parte, en la llamada ruta atlántica, que une las costas de África Occidental con las Islas Canarias, fallecieron o desaparecieron en 2023 un total de 956 personas, un 71 % más que las 559 personas muertas que la OIM contabilizó en 2022.

Como siempre hay que subrayar cuando se abordan los datos de las muertes en las peligrosas travesías hacia Europa que emprenden las personas migrantes, tenemos que hablar de datos estimados, con toda probabilidad a la baja, sobre el total de víctimas de las migraciones y el sistema de fronteras. Se nos hace necesario también hacer hincapié en que tras la frialdad que trasladan los números y los porcentajes, se encuentran personas de carne y hueso, con nombres y apellidos, sueños y anhelos, familias y amistades, que emprendieron ese viaje en busca de una vida mejor.

 

Personas fallecidas y desaparecidas
en la ruta migratoria atlántica África – Islas Canarias
Serie histórica

Frontera Sur - Fallecidos en ruta atlántica - Serie histórica

Si ponemos el foco en la frontera sur española, tendríamos que unir los datos de las muertes y desapariciones que se produjeron en el Mediterráneo Occidental, que fueron 457, junto a las de la ruta atlántica, que fueron 956. En total, siempre con los datos de la OIM como referencia, habrían sido 1.413 las personas muertas o desaparecidas intentando llegar a nuestro país. Con respecto al año anterior, cuando murieron al menos 1.170 personas en el camino hacia nuestras costas, se habría producido un incremento del 21 % en el número de personas fallecidas.

Ante esta tragedia repetida año a año en la frontera sur de Europa, desde Accem continuamos defendiendo que existan vías legales, reales y seguras que permitan a las personas refugiadas y migrantes tener alternativas posibles a un viaje tan peligroso en el que se ven forzadas a arriesgar sus vidas.

 

Personas muertas y desaparecidas en 2023
en la frontera sur de España. Por rutas migratorias

Caminando Fronteras recoge 6.600 personas fallecidas sólo en la frontera sur española

La organización Caminando Fronteras, que monitorea y da testimonio de la tragedia humanitaria que se vive en la frontera sur de Europa, ha presentado asimismo su informe Derecho a la Vida 2023, elaborado por su Observatorio de Derechos Humanos, y que presenta cifras de personas fallecidas, relativas a las rutas marítimas entre África y España, sensiblemente superiores a las de la Organización Internacional para las Migraciones. Según sus datos, 18 personas murieron cada día en la frontera sur, intentando alcanzar las costas españolas, para sumar en todo 2023 un total de 6.618 fallecidos, cifra que multiplica los datos de la OIM. El año anterior, 2022, recogieron la muerte de 2.390 personas, y un año antes, en 2021, de un total de 4.639 personas.

Según el trabajo de esta ONG, la gran mayoría de las víctimas se produjeron en el Atlántico, en las rutas migratorias marítimas que desde África Occidental se dirigen hacia el archipiélago canario. Fueron 6.007 las personas que perdieron la vida en el Atlántico en 2023, intentando alcanzar las costas canarias desde Marruecos, Mauritania, Senegal o Gambia. Asimismo, han detectado que un total de 84 embarcaciones desaparecieron en el mar con todas las personas que viajaban a bordo. Junto a ellas, 611 personas murieron en las distintas rutas que se dirigen hacia la Península Ibérica: en el Estrecho recogen la muerte de 147 personas; en el Mar de Alborán, de 30 personas, y en la ruta argelina hacia el Levante peninsular, de 434 personas. Caminando Fronteras recoge, entre el número de víctimas, la presencia de 363 mujeres y 384 niñas y niños.

 

Al menos 2.843 personas muertas o desaparecidas en la frontera sur al término del tercer trimestre de 2023

Al término del tercer trimestre de 2023, habrían muerto o desaparecido en la frontera sur de Europa al menos 2.843 personas, de acuerdo con los datos recogidos por el proyecto Missing Migrants de la Organización Internacional para las Migraciones.

En el Mediterráneo se dejaron la vida al menos 2.419 personas. Las víctimas se acumulan mayoritariamente en el Mediterráneo Central, en las rutas marítimas que desde las costas de Libia o Túnez se dirigen hacia Italia o Malta. Así, en el Mediterráneo Central se registraron 2.145 personas muertas o desaparecidas en los primeros nueve meses del año.

Las cifras en el Mediterráneo Occidental -en las rutas que se dirigen hacia territorio español- y en el Mediterráneo Oriental, con destino a las islas griegas y Chipre, fueron sustancialmente inferiores: en el Mediterráneo Occidental fallecieron 210 personas y en la ruta del Mediterráneo Oriental murieron o desaparecieron 64 personas.

Por otra parte, en la ruta atlántica hacia las Islas Canarias, desde las costas del África Occidental, han muerto o desaparecido desde comienzos de año un total de 424 personas según los datos de la OIM, constituyendo en número de víctimas la segunda ruta más mortífera entre las que se dirigen en hacia territorio europeo por su frontera sur.

Con estos datos es desgraciadamente más que previsible que en 2023 se superen los datos de personas muertas y desaparecidas registrados el año anterior, cuando fallecieron al menos 2.925 personas en la frontera sur de Europa.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LAS RUTAS MARÍTIMAS HACIA LA UE
ENERO – SEPTIEMBRE 2023

Vías legales, reales y seguras para las personas migrantes

Como siempre hay que subrayar cuando se abordan los datos de las muertes en las peligrosas travesías  hacia Europa por vía marítima que emprenden las personas migrantes, tenemos que hablar de datos estimados, con toda probabilidad a la baja, sobre el total de víctimas de las migraciones y el sistema de fronteras.

Ante esta tragedia repetida año a año en la frontera sur de Europa, desde Accem defendemos la habilitación de vías legales, reales y seguras para las personas migrantes que sean efectivas para pararla, para evitar que miles de personas no tengan más opción para llevar a cabo su proyecto migratorio que recurrir a viajes muy peligrosos y arriesgados en los que muchas personas pierden la vida.

Como organización especializada en el refugio y las migraciones, queremos también hacer la reflexión de que la situación en la frontera sur de la Unión Europea se enmarca en un contexto aún más global, en un mundo en el que son numerosos los focos de conflicto que provocan el desplazamiento forzoso de sus poblaciones, y que está atravesado por una profunda brecha de desigualdad social y económica que está en la raíz, asimismo, de la intensidad de algunos flujos migratorios en los que sus protagonistas buscan únicamente mejores condiciones de vida ante situaciones de pobreza, falta de alternativas y desesperanza.

> Conoce el trabajo de Accem en la atención humanitaria a personas migrantes

Las medidas excepcionales de control migratorio aprobadas en la UE impiden el acceso al asilo y la protección

En Accem volvemos a tomar la palabra para expresar nuestra preocupación por la deriva que se sigue intensificando en el seno de la Unión Europea en materia de políticas migratorias, con enfoques que priorizan las medidas dirigidas al control migratorio sobre el respeto a los derechos humanos y la salvaguarda de la protección de las personas en situación vulnerable. En este caso ha sido el Parlamento de Lituania quien ha aprobado la nueva Ley de Fronteras, que podría poner en peligro el respeto al derecho de asilo al abrir la puerta a las ‘devoluciones en caliente’ de personas refugiadas y migrantes, a través de la aplicación del estado de excepción. Recordemos en este punto que el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que la figura del estado de excepción no exime a los miembros de la Unión de su obligación de garantizar el acceso al procedimiento de asilo, algo que va en dirección contraria a lo que han establecido las autoridades lituanas. Nos preocupan igualmente las restricciones que se establecen en la nueva ley tanto a ONG como a medios de comunicación para el acceso a zonas de frontera.

Desde Accem volvemos a recordar que estas prácticas, se hagan en el país que se hagan, no son garantistas con el respeto al derecho de asilo, al no garantizar un análisis individual que explore la posible necesidad de acceso a procedimientos de protección internacional, que detecte de forma adecuada la existencia de situaciones de especial vulnerabilidad (menores de edad, víctimas de trata, víctimas de tortura, persecución por orientación sexual, etc.) y que permita el acceso tanto a atención sanitaria como a servicios de traducción e intérprete. Si hace pocas semanas expresábamos nuestra preocupación por la adopción del estado de emergencia en Italia ante la situación migratoria, hoy lo hacemos ante la nueva ley en Lituania, desde el convencimiento de que el enfoque común de asilo y migración en la UE debe estar basado en la garantía del respeto a los derechos humanos de las personas.

Esta preocupación se relaciona directamente con hechos como los que vemos en Sudán, país africano que en estos días vive combates entre el Ejército y otros actores armados del país. Desgraciadamente, los nuevos combates suponen un episodio más en una larga sucesión de años de inestabilidad y violencia en este país africano. Cualquier situación de guerra o conflicto armado genera sufrimiento humano y el desplazamiento forzado de muchos de sus nacionales, a otras regiones del país u otros países del entorno. ACNUR estima en que los nuevos enfrentamientos pueden provocar la huida de al menos 145.000 personas. Estas personas, cuando traspasen las fronteras de su país, serán llamadas refugiadas y, aunque en su mayoría permanecerán en los países limítrofes al escenario del conflicto, esperando un posible regreso, en algunos casos emprenderán un difícil éxodo en busca de un país seguro y estable.

Sin embargo, ante la falta de vías legales y seguras para ellas, atravesarán rutas muy largas y con numerosos obstáculos y peligros, para poder, finalmente, intentar alcanzar su objetivo: la llegada a países más prósperos, seguros y estables, como, por ejemplo, los estados miembros de la UE. Pero en ese momento se encontrarán con medidas como las que hablamos hoy de Italia o Lituania, que no garantizan el acceso a los procedimientos de asilo y en las que no está garantizado en la práctica el respeto a los derechos humanos.

Desde Accem seguimos haciendo hincapié en la necesidad de vías legales y seguras que garanticen la protección de las personas que se ven obligadas a huir de sus países, así como en la necesaria respuesta conjunta y solidaria que la Unión Europea debe dar a estas personas ante estas situaciones.

Al menos 2.925 personas murieron en 2022 cuando intentaban atravesar la frontera sur de Europa

En el año 2022 murieron en la frontera sur de la Unión Europea al menos 2.925 personas, según los datos recopilados a través del proyecto Missing Migrants Project de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En el área mediterránea fallecieron o desaparecieron, intentando atravesar las fronteras europeas, al menos 2.365 personas, la mayoría de ellas ahogadas en el mar. Esta cifra constituye el más elevado número de muertos en la zona contabilizados por la OIM desde el año 2017. Entre las personas muertas y desaparecidas se detectaron, al menos, 114 niños y niñas. 

En la ruta atlántica, la que separa las costas de África Occidental con las Islas Canarias, habrían muerto o desaparecido al menos 560 personas, entre ellas 22 niños y niñas.

Como siempre hay que subrayar cuando se abordan los datos de las muertes en las peligrosas travesías hacia Europa que emprenden las personas migrantes, tenemos que hablar de datos estimados, con toda probabilidad a la baja, sobre el total de víctimas de las migraciones y el sistema de fronteras.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE

 

Si aglutinamos los datos de las dos rutas que se dirigen hacia España, la ruta occidental del Mediterráneo y la ruta atlántica hacia Canarias, tenemos la cifra de al menos 1.163 personas muertas o desaparecidas en el intento de conseguirlo.

PERSONAS MUERTAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE ESPAÑA

El Mediterráneo Central, la ruta más mortífera hacia Europa

Como decíamos, en el año 2022 murieron en el arco mediterráneo 2.365 personas, la cifra más elevada desde 2017. El año anterior, 2021, murieron 2.062 personas. El peor año, desde que la OIM comenzó con este proyecto de monitoreo de las víctimas de las migraciones, fue 2016, cuando se documentaron la muerte o desaparición de 5.136 personas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN LA RUTA MIGRATORIA
EN EL ÁREA DEL MEDITERRÁNEO. SECUENCIA HISTÓRICA

La ruta más mortífera, en la que se registraron mayor número de muertos y desaparecidos, fue la del Mediterráneo Central, que se dirige desde países como Libia o Túnez en dirección a Italia o Malta. Se registraron en esta ruta un total de 1.385 personas muertas o desaparecidas en 2022, entre ellas 66 niños/as.

A continuación aparece la ruta del Mediterráneo Occidental, que conduce a España desde el norte de África, desde territorio de Marruecos y Argelia, en dirección tanto a la Península Ibérica, como a las Islas Baleares o las ciudades de Ceuta y Melilla. En esta área geográfica murieron o desaparecieron en 2022 al menos 603 personas, entre las que se detectaron 16 niños/as. En estos datos también se recogen las muertes en la frontera terrestre entre Marruecos y España en Ceuta y Melilla, como los trágicos hechos que se produjeron el pasado 24 de junio, cuando varias decenas de personas (en un número que no se ha podido determinar con certeza) murieron cuando intentaban superar la valla fronteriza y eran repelidos por las fuerzas de seguridad.

En el Mediterráneo Oriental murieron o desaparecieron en 2022 un total de 376 personas. Al menos 32 fueron identificados como menores de edad. Esta ruta  conduce principalmente desde Turquía hacia las costas de Grecia, pero también en menor medida hacia Chipre y Bulgaria.

Este terrible recuento de las víctimas del sistema de fronteras en el sur del continente europeo se completa con las 560 personas que murieron o desaparecieron en la ruta atlántica, la que desde las costas de África Occidental se dirige a las Islas Canarias. Entre ellas se contabilizaron 22 niños y niñas.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022
EN LA FRONTERA SUR DE LA UE POR RUTAS MIGRATORIAS
 

Siempre según los datos de la OIM, el número de personas muertas y desaparecidas se habría reducido sensiblemente en la ruta atlántica con respecto al año anterior, cuando se alcanzó la cifra de 1.126 personas muertas y desaparecidas documentadas por la OIM. Sin embargo, se mantiene en cifras muy elevadas, como demuestra la siguiente serie histórica.

PERSONAS FALLECIDAS Y DESAPARECIDAS EN 2022 EN LA RUTA MIGRATORIA
ATLÁNTICA ÁFRICA-ISLAS CANARIAS. SECUENCIA HISTÓRICA 

Todos estos datos han sido extraídos del proyecto Missing Migrants de la OIM, organismo dependiente de las Naciones Unidas. Desde 2014, este proyecto ha contabilizado un total de 53.213 personas migrantes muertas y desaparecidas en todo el planeta.

Caminando Fronteras recoge un número mayor de fallecidos y desaparecidos

Existen, sin embargo, más organizaciones y proyectos que están dando testimonio de la dimensión de la tragedia humanitaria que se vive en la frontera sur de Europa. Es el caso de la organización Caminando Fronteras, cuyo Observatorio de Derechos Humanos ha elaborado el informe Derecho a la Vida – Año 2022. Según sus datos, en 2022 habrían muerto intentando llegar a España al menos 2.390 personas. Un año antes, en 2021, habrían sido 4.639 las personas muertas y desaparecidas.

Caminando Fronteras monitorea las diferentes rutas de camino a España. Según el desglose que ofrecen en su informe, un total de 1.784 personas murieron en la ruta canaria; 464 fallecieron en la ruta argelina (que desde las costas argelinas se dirige hacia las Islas Baleares y la costa de Levante); 75 en el mar de Alborán (que desde el norte de Marruecos alcanza la costa situada entre Málaga y Almería) y 25 personas se dejaron la vida en el Estrecho (que cruza el Estrecho de Gibraltar para llegar a las costas de Cádiz). A ellas se unirían 42 personas que habrían muerto en rutas terrestres de acceso a España en la frontera de Ceuta y Melilla, entre las que 40 corresponden a los gravísimos hechos del 24 de junio en la frontera entre Nador y Melilla. Según el informe de Caminando Fronteras, entre las víctimas de las rutas migratorias en dirección a España habría 101 niños y niñas y 288 mujeres.

Vías legales, reales y seguras para las personas migrantes

Ante esta tragedia repetida año a año en la frontera sur de Europa, desde Accem defendemos la habilitación de vías legales, reales y seguras para las personas migrantes que sean efectivas para pararla, para evitar que miles de personas no tengan más opción para llevar a cabo su proyecto migratorio que recurrir a viajes muy peligrosos y arriesgados en los que muchas personas pierden la vida.

> Accede al comunicado de Accem con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes.

Homenaje en el puerto de Cartagena a las personas migrantes que han muerto en el Mediterráneo

Este domingo 5 de febrero hemos celebrado un año más, en el puerto de Cartagena, un emotivo acto de homenaje a todas las personas migrantes que han muerto durante el viaje en condiciones precarias y muy peligrosas a través del Mediterráneo.

Más de una decena de organizaciones de la ciudad, entre ellas Accem, así como el propio Ayuntamiento de Cartagena, nos hemos unido con motivo del Día Europeo de las Víctimas de las Fronteras, que se conmemora el 6 de febrero. Se han celebrado unas jornadas, bajo el lema “Aquí solo queremos seres humanos”, que han culminado en este acto de homenaje en el puerto.

Todos/as los/as asistentes compartían un mismo fin: honrar y dignificar la memoria de las personas migrantes cuyas vidas quedaron en el mar durante el año pasado. Personas migrantes de diez nacionalidades distintas salieron en representación de los/as fallecidos/as y desaparecidos/as, para hacer oír los nombres de algunos/as de los/as que no lo consiguieron.

El acto terminó con la reivindicación, que compartimos desde Accem, de la necesidad urgente de hacer efectivas vías legales, reales y seguras para las personas migrantes.

Melilla-24J: Es necesario seguir investigando por justicia y para que no vuelva a pasar

Desde Accem pedimos que se investigue hasta esclarecer de forma transparente los hechos que sucedieron el pasado 24 de junio en la valla de Melilla, en la frontera de España y la Unión Europea con Marruecos, cuando entre 23 y 37 personas, según distintas fuentes, murieron cuando intentaban superar la frontera.

Es necesario investigar por la memoria de las personas fallecidas y de sus familias, por su derecho a la justicia, así como para depurar responsabilidades y tomar las decisiones y poner los medios necesarios para que no se vuelvan a repetir hechos tan trágicos.

Más allá del punto exacto de la frontera en el que se produjeron las muertes, lo esencial es que la frontera española y europea debe ser un territorio seguro en el que esté garantizada la protección de los derechos humanos. El derecho a la vida, a la integridad y a la dignidad deben estar por encima de cualquier otro interés, prioridad o circunstancia.

Todas estas muertes y los centenares de heridos, que nunca deberían haberse producido, son consecuencia de la falta de vías legales, reales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. El acceso al asilo y a la protección internacional deben estar también garantizados para las personas que intentan llegar a Europa a través de su frontera sur.

Por una solución humanitaria urgente para las 985 personas a la espera de puerto seguro en el Mediterráneo Central

Desde Accem reclamamos hoy una solución humanitaria urgente para las 985 personas migrantes que esperan actualmente en el Mediterráneo Central a bordo de tres barcos de diferentes ONG el permiso de las autoridades de Italia y Malta para poder atracar. Tomamos la palabra para pedir que se permita desembarcar en los puertos seguros más cercanos a estas personas que tras embarcarse en la peligrosa travesía del Mediterráneo Central desde las costas del norte de África fueron salvadas por unas organizaciones humanitarias presentes en el mar ante la inacción de los gobiernos de los Estados y la Unión Europea.

Pedimos una acción coordinada desde la UE encaminada al rescate y salvamento de las personas que intentan cruzar el Mediterráneo, el Egeo o el Atlántico de forma desesperada para tratar de alcanzar territorio europeo. Una acción coordinada y eficaz que salve vidas y que ponga en primer lugar el respeto y salvaguarda de los derechos humanos. Y mientras se pone en marcha esta necesaria acción común, exigimos que se facilite su labor a las organizaciones humanitarias, disponiendo los medios adecuados para que puedan llevar a cabo su misión de rescate y facilitando su llegada y acogida en los puertos europeos más cercanos al rescate.

Pedimos asimismo al Gobierno de España que se implique activamente en la resolución de esta situación, desde las posibilidades de interlocución y recursos a su alcance. Finalmente, reclamamos una vez más la habilitación de vías reales, legales y seguras para alcanzar Europa para las personas refugiadas y migrantes que hagan posible que no tengan que buscar formas tan desesperadas y peligrosas de intentarlo.

En estos momentos, 572 personas esperan en el mar, a bordo del barco Geo Barents de Médicos Sin Fronteras. Otras 234 personas aguardan en el barco Ocean Viking, de la ONG SOS Mediterranée en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Finalmente, 179 personas, entre ellas más de 100 menores, esperan en el barco Humanity One, de la ONG SOS Humanity, el permiso para atracar en puerto. Las tres embarcaciones han solicitado permiso a las autoridades de Italia y Malta, los dos países más cercanos, sin haber recibido hasta el momento respuesta positiva.

Según los últimos datos hechos públicos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde enero de 2021 han muerto intentando llegar a Europa al menos 5.684 personas, aunque probablemente serán muchos más, por todos los naufragios y desaparecidos que nunca son registrados. Entre los fallecidos contabilizados, 2.836 personas murieron en la ruta del Mediterráneo Central que, desde las costas de Libia o Túnez, se dirige hacia Malta o Italia.

 

La mayor tragedia en el Canal de la Mancha vuelve a reflejar de forma cruel un sistema de fronteras que pisotea los derechos humanos

En las últimas horas se ha producido en el Canal de la Mancha la mayor tragedia migratoria de la que se tiene noticia hasta la fecha en esta frontera que separa en aguas atlánticas a Francia y el Reino Unido. Al menos 27 personas han fallecido en el naufragio de su embarcación cerca de la ciudad francesa de Calais, cuando intentaban alcanzar las costas británicas.

En aguas atlánticas, pero en la frontera sur europea que separa Marruecos de las Islas Canarias, al menos 14 personas habrían muerto en los últimos días mientras se dirigían hacia territorio europeo, según han denunciado desde las ONG Alarm Phone y Caminando Fronteras. La embarcación llevaba tres semanas a la deriva.

En otro territorio fronterizo, en este caso en la frontera entre Bielorrusia por una parte y Polonia, Lituania y Letonia por otro, más de una decena de personas han fallecido en lo que va de año en su tránsito migratorio.

Estos hechos están conectados por una misma realidad: la existencia de un sistema de fronteras que pisotea los derechos humanos, que pasa por encima de las personas y que no toma como prioridad la salvaguarda de la vida de las personas refugiadas y migrantes. Intereses económicos y tensiones y conflictos de carácter geopolítico sustentan un sistema de fronteras que no respeta la vida y en el que se llega a instrumentalizar a las personas migrantes como arma arrojadiza, depreciando sus derechos, su dignidad, su sufrimiento y su vida.

Desde Accem insistimos una vez más en la necesidad de habilitar y facilitar vías reales, legales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. Al tiempo, reclamamos un compromiso internacional firme, que comience por la Unión Europea y todos sus miembros, incluida España, para garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas que transitan las fronteras, así como el ejercicio de sus derechos en virtud de los acuerdos internacionales vigentes.

Vías legales y seguras ya para acceder a Europa

Los años pasan y esta insoportable tragedia continúa sin que aquellos que pueden hacerlo pongan remedio. Con mayor o menor atención de los medios de comunicación lo cierto es que miles de personas continúan dejándose la vida cada año en el Mediterráneo intentando llegar a Europa a través de la frontera sur del continente.

En Accem, desde hace algunos años realizamos un seguimiento de las informaciones de prensa sobre el movimiento migratorio al que asistimos en la frontera sur de la UE. Nos fijamos especialmente en las noticias que aparecen sobre personas fallecidas o desaparecidas. En 2016, hasta 5.454 personas podrían haber muerto en la frontera.

No es ésta una cifra exacta. Y por eso situamos inmediatamente después un signo de interrogación. En muchas ocasiones se manejan únicamente estimaciones sobre el número de personas que viajaban en un barco siniestrado. Muchas veces no se encuentran los cuerpos de las personas desaparecidas. Y la existencia de lanchas neumáticas o barcazas de madera que naufragan sin que ni siquiera se lleguen a registrar es algo más que una sospecha o una posibilidad.

No se trata de una catástrofe inevitable, sin causas, responsables ni soluciones. Está pasando por las terribles circunstancias que obligan a la gente a emigrar a la desesperada (por la guerra, la violencia o la extrema pobreza) y por la total ausencia de vías legales y seguras para realizar el viaje y llegar al anhelado destino.

Por esto, en este 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, desde Accem vamos a concretar nuestro mensaje en una única exigencia: vías legales y seguras ya para terminar con esta terrible infamia a las puertas de Europa.

#ViasSegurasYa