En el marco del “Programa de asistencia a víctimas de discriminación por origen racial o étnico” de Accem, vamos a recorrer en las próximas semanas algunas iniciativas que valoramos de interés en el abordaje de la lucha contra la discriminación y por la igualdad de trato utilizando como medio una herramienta con un potencial enorme: el humor.
Para comenzar hemos elegido la campaña de sensibilización que en 2010 puso en marcha la Cruz Roja Española con el título “En realidad no tiene gracia”, con el objetivo de movilizar a la sociedad para superar los prejuicios y estereotipos que imponen barreras en el mercado laboral.
Eje central de esta campaña ha sido la utilización del humor, por su potencial como herramienta para promover la reflexión. Con la campaña “En realidad no tiene gracia” se pone de manifiesto lo absurdo y dramático de las situaciones en las que se produce discriminación a través de un humor crítico que invita a la reflexión a empresas y ciudadanos.
Desde su lanzamiento en 2010 la campaña no ha cesado de reinventarse, contando con la participación de importantes figuras del humor en nuestro país.
La apuesta inicial de la campaña fue el empleo del humor gráfico, a través de la viñeta y la caricatura. “En realidad no tiene gracia” ha contado con dibujantes muy populares, de la talla de Forges, Mingote, Gallego & Rey, Nani o Vergara, pero también con muchos dibujantes anónimos, que acudieron al llamamiento de Cruz Roja para ilustrar de este modo las dificultades a las que se enfrentan muchas personas para conseguir un trabajo, por su sexo, por su origen, por su edad o por otros motivos por los que son discriminadas.
En una segunda fase, una nueva apuesta por la caricatura y la viñeta, de la mano del dibujante colombiano Omar Figueroa, Turcios, para lanzar un mensaje contra los estereotipos y los prejuicios con el lema “La integración laboral es un trabajo de todos y todas” y la finalidad de visibilizar cómo los estereotipos dejan fuera del mercado de trabajo a muchas personas con capacidad y talento.
Pero no únicamente se ha utilizado la viñeta como vehículo. También se han puesto en circulación una serie de sketches o pequeñas piezas de audio también en clave de humor de la mano de personajes como Anabel Alonso, Florentino Fernández o Gomaespuma, todas ellas al servicio de ese mismo fin de lanzar, a partir de un chiste, el mensaje de que la discriminación no tiene ninguna gracia.
Pincha aquí para escuchar a Gomaespuma para “En realidad no tiene gracia”. >>
La campaña “En realidad no tiene gracia” utiliza el humor para reírse desde el sarcasmo de situaciones que nos hablan de discriminación. Después de plantear el gag, el chiste, se finaliza con el lema de la campaña, para lanzar ese mensaje contra la discriminación laboral.
Dentro de esta completa campaña de sensibilización de Cruz Roja también se han creado vídeos en los que se observa la reacción espontánea de la gente ante determinadas situaciones.
Es el caso del singular top manta en el que una mujer negra vende inesperadas películas preparadas para la ocasión; sus carátulas nos hablan de títulos que no existen pero podrían existir; a partir de películas de éxito se visibilizan de nuevo, con un toque de humor, los problemas de acceso de la mujer migrante al mercado de trabajo, mientras suena de fondo el tema musical “Sueños de melancolía”, de Ari y Frank T, quienes también colaboraron en esta campaña.
Pincha aquí para ver este vídeo. >>
Fue también audaz por parte de la campaña la invitación a participar al actor Mariano Peña, a quien todos conocemos por su popular papel de Mauricio Colmenero, en la serie “Aída”, de mucho éxito en los últimos años en la televisión en España. Mauricio Colmenero es el propietario en la serie cómica del bar “Reinols”, un señor en la cincuentena que encarna a un personaje machista, racista, xenófobo y homófobo, entre otras dudosas ‘virtudes’.
Pincha aquí para ver el mensaje de Mariano Peña “Mauricio Colmenero”. >>
Entre las últimas buenas ideas de la campaña de Cruz Roja, que ya cumple cinco años y que se sigue renovando año a año está la participación de Borja Cobeaga, guionista de las películas “Ocho apellidos vascos” y “Ocho apellidos catalanes”, quien sobre la utilización de los estereotipos en clave de humor algo ha demostrado saber. Aquí está su reflexión, para “En realidad no tiene gracia” sobre el tema que nos ocupa:
